Diego Guerrero: «En España viven del negocio de la música muchos más 'parásitos' que músicos»

-Durante un año ha tenido en Granada a su alrededor a algunos de los mejores músicos del mundo ¿Cómo se consigue ese 'efecto llamada'?

-Desde bien joven siempre estuve cerca de ellos. Asistiendo a seminarios como alumno, en sus conciertos como público. Pero hubo un momento decisivo, en el que Rubem Dantas decidió encargarme un trabajito. Se trataba de arreglar para Big Band temas de Camarón y Paco de Lucía. Así que me encerré en un cuarto durante unos 6 meses. Como un añito después me vi en medio de un montón de los mejores músicos del planeta: Jorge Pardo, Jerry González, Caramelo, Carles Benavent, David Defries, Carlos Carli, el propio Rubem. y así hasta 25 ó 30. En el medio de todos, dirigiendo y habiendo escrito todo lo que tocaba cada uno, yo, con 22 años y muy poca vergüenza, pero con mucho amor por lo que estábamos haciendo en aquellos días.

-Y es fácil atar en corto a monstruos como Pardo, Rubem o Jerry.

-Un día estaba hablando con Antonio Serrano sobre unos arreglos que estaba haciendo para que ellos los interpretasen y en eso, Antonio me preguntó si yo estaba seguro de que Jerry iba a tocar los 'obligados' de los temas, es decir, todas aquellas melodías que no eran improvisadas. En ese mismo instante se acercó Javier Colina y dijo que a Jerry no se le puede 'obligar' a casi nada. Y sí, a Jerry no se le puede obligar a nada, a Rubem, menos aún. Jorge, en cambio, te dice que sí a cualquier cosa. pero no la hace.

-He leído que se siente influido a la vez por Ligeti, Los Papines, Zappa o Héctor Lavoe. ¿Cuál es el punto en común de todos ellos?

-Las cosas que dicen, y aún más, el 'cómo' las dicen. El mensaje que transmiten, ya sea objetivo o subjetivo, sencillo o complejo, concreto o abstracto, lo expresan, todos ellos, de una manera magistral.

-Estuvo con Maui. ¿Qué se le pegó de esa persona/personaje?

-¡Y todavía tenemos que hacer muchas cosas juntos! De ella me habría gustado que se me pegase su manera de escribir canciones, pero aún tengo que pedirle ayuda con las letras, por lo que, desgraciadamente, está claro que no se me ha pegado.

-En sus bandas hay gente de Australia, Cuba, Brasil, Puerto Rico, Israel. ¿No tiene problemas de pasaporte y visados?

-Ya me gustaría tener problemas con eso, pero desgraciadamente no me los puedo pagar. De los cientos de miles de euros que las instituciones de Andalucía y España destinan a 'ayuda a giras', ¡nunca me toca a mí ni un euro, macho! Por eso tengo que andar haciendo giras en pequeño formato, o con grupos que me invento en las zonas de destino, como en Australia, que tengo mi propio grupo con australianos, chilenos y uruguayos que viven allí. Afortunadamente, acaban de concedernos una oportunidad de 'exportar' Diego Guerrero y El Solar de Artistas a Israel, con Jorge Pardo y Dan Ben Lior como invitados. Claro, que esa oportunidad no nos la dio ningún organismo español sino el 'Reading3', de Tel Aviv.

La Virgen de las Angustias

-Hay una foto en su archivo de unas manos tocando con las pulseras de Changó y Ochún. ¿Dónde dejamos a la Virgen de las Angustias?

-Pues no te creas que la dejo de lado. Siempre saco un hueco para un fandango y una copla en mi repertorio. Me gusta mucho escuchar las Big Band de Count Basie y de Duke Ellington, pero como me vea en medio de una procesión el Jueves Santo, me pego a la banda como una lapa. Me encanta sentir esa sensación. Asimismo, estoy deseando asistir al carnaval de Santiago de Cuba para dejarme engullir en la calle por una conga santiaguera. Hay tiempo 'pa tó'.

-Acaba de ganar el concurso de Alhama, pero con la entidad de su trabajo y sus colaboradores cinco estrellas. ¿es necesario pasar por concursos y 'oportunidades' televisivas? ¿Tan mal está el patio?

-En efecto. Así de mal está. Esta semana empieza la fase final del concurso televisivo Puro Cuatro, en el que soy finalista con mi vídeo 'Malos tiempos' (podéis mirarlo en YouTube). Pues bien, aunque agradezco tener esa oportunidad, no dejo de reconocer que el hecho de entrar en ese circo de frikis no es más que fruto de la desesperación en la que estamos sumidos los músicos y artistas profesionales en este país. Los medios están cargados de basura que venden como música de calidad, y las instituciones se gastan dos duros en apoyar giras de aficionados, y las venden como 'apoyo al sector profesional' que sólo sirve para que chavales que viven aún con sus papis y se entretienen con una guitarra y un cajón anden acaparando los escenarios de todo el país a un precio de risa. Un precio que sólo ellos pueden ofrecer, claro, porque no viven de la música. Mientras tanto, los músicos profesionales andan tocando en los bares a diario, porque muy probablemente viven de eso no sólo ellos, sino su familia entera.

-Busco en la Red y ya hay casi más citas dedicadas a usted en otros idiomas que en español, y anuncia giras por Israel, Corea, Australia. ¿Qué conclusiones debo sacar?

-En España viven del negocio de la música muchos más 'parásitos' que músicos. Me refiero a representantes 'comisionistas' que no se preocupan de las carreras de sus artistas, o a gestores del dinero público destinado a la cultura (dinero que es tuyo y mío), que reparten en función a unos criterios descaradamente fuera de la legalidad y el sentido común, unos criterios construidos sobre la base del tráfico de influencias.