Trabajadores en la A-7 en un tramo de Granada: «Y entonces, ¿por qué estamos recogiendo?»
Los despedidos y los pocos que ayer quedaban ya en el tramo Puntalón-Carchuna acogieron con escepticismo el 'indulto' anunciado
M. NAVARRETE
Miércoles, 25 de agosto 2010, 11:22
«¡Jose, Jose que tienes trabajo, que dice el periódico que el Gobierno ha anunciado el 'indulto' de la A-7!». No eran ni ... las ocho de la mañana cuando la madre del joven José Antonio López, uno de los trabajadores despedidos del tramo Puntalón-Carchuna, ya le estaba llamando para darle la buena nueva.
Pero ni José Antonio ni sus compañeros acogieron ayer con alegría el compromiso de Zapatero y Griñán. Ni siquiera con esperanza. Simplente no se creen que vayan a volver pronto al tajo. «¿Y si está salvada, por qué aquí estamos recogiendo y no no nos han ordenado seguir?», se pregunta. Ayer no había gestos de felicidad en la segunda boca del túnel del tramo Puntalón-Carchuna de la A-7. Sólo incertidumbre y pesimismo. Apenas quedan quince obreros en la zona y los trabajos no son los habituales de construcción de la autovía sino de almacenaje del material.
El granadino Juan Carlos Molina es uno de los últimos obreros que sigue en su puesto. Se ha salvado porque, precisamente, trabaja como almacenero. «Estamos destrozados, ahora que por fin encontramos una empresa pagadora, solvente y buena nos echan a la calle, estamos desmoralizados. Yo no me creo que esto siga adelante pronto, por mucho que diga Zapatero». Estos trabajadores creen que probablemente la obra se retomará, sí, pero no mañana, ni pasado. «Igual dentro de unos meses... de lo que estoy seguro es de que me voy, nos echan a todos, hasta al ingeniero», asegura Molina. «Si me dicen que volvemos dentro de seis meses, yo me doy con un canto en los dientes pero no tengo ninguna fe», añade.
Desde el pasado 10 de agosto, cuando le comunicaron oficialmente su despido, José Antonio López ha buscado trabajo de cristalero o marmolista por toda la Cota. «Y ya les digo yo a mis compañeros que se pueden ahorrar la búsqueda porque no hay nada», dice indignado, con el IDEAL que anuncia el 'indulto' a la A-7 entre las manos. «Yo no me lo creo, juegan con nuestro pan y nuestras ilusiones», expresa contrariado. La única esperanza que mantienen es que la obra se reactive con los presupuestos generales para 2011. «La obra la llevábamos muy bien, tres meses adelantada y es modélica en seguridad», presumen los trabajadores, que estaban ilusionados con su empleo en Acciona.
Sin paro
El argentino Marcelo Rognone, oficial de primera, es otro de los despedidos que no se cree lo de que va a volver pronto al tajo. Paradójicamente ya estuvo trabajando en la A-7 cuando Granada aún ni podía soñar con ella, hace 13 años, en la construcción del tramo de Málaga Rincón de la Victoria-Algarrobo. «Ni siquiera me queda paro porque he trabajado diez años como autónomo y aquí sólo llevaba siete meses», afirma preocupado. Los obreros no creen en los compromisos del Gobierno pero en la que sí tienen fe -y en eso coinciden- es en su empresa. «Se ha portado muy bien, incluso ha tratado de colocarnos en otras obras y nos ha dicho que en cuanto suelte dinero el Gobierno nos vuelve a llamar». Por su bien y el de toda la Costa, sólo cabe esperar que sea pronto.
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