Pesca andaluza 'a la romana'

El estudio se enmarca en el proyecto de excelencia denominado 'Artes de Pesca en Andalucía en la Antigüedad. Modelización de la metodología de investigación arqueológica e inicios del corpus documental', coordinado por el profesor Darío Bernal, que ha recibido una financiación de 196.000 euros por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia.

Los investigadores de la UCA han podido documentar un vivero de ostras que funcionó «al menos hasta el siglo V d.C.» en la antigua Iulia Traducta, la actual Algeciras, cuando Andalucía era una de las provincias romanas de la península Ibérica y era conocida como Baetica.

El estudio biométrico de las valvas (cada una de las partes del esqueleto exterior de un molusco) de estas ostras ha llevado a los expertos a constatar que estos ostreidos había crecido sobre fragmentos cerámicos romanos.

El hallazgo confirma el éxito de las técnicas de ostricultura descritas por autores clásicos como Columena e ilustradas en diversos soportes gráficos, como las series de botellas de botellas de vidrio de Baia y Puteoli en el Golfo de Nápoles (Italia). Hasta ahora, dichos testimonios no eran suficientes para constatar la evidencia de que la técnica de la acuicultura se había llevado a cabo en la península ibérica durante el dominio del imperio romano.

El hallazgo abre, según sus responsables, «unas expectativas científicas muy notables para los próximos años, pues en otros yacimientos debieron darse fenómenos similares, que resulta difícil advertir por la escasa visibilidad arqueológica de estas prácticas».

Técnicas de antaño

Al mismo tiempo, estos investigadores han realizado un corpus arqueozoológico de los tazones de fauna marina en varios emplazamientos andaluces, como los de Algeciras, Baelo Claudia (en la zona de Tarifa), Castillo de Manilva o Ceuta. Han analizado las diferentes especies de malacofauna -gasterópodos (caracoles y babosas) y bivalvos marinos (mejilloes, almejas, coquinas)- y de ictiofauna (peces) que habitan esas zonas y son objeto de pesca.

Este estudio ha revelado la existencia de restos óseos de cetáceos en la zona. Los testimonios literarios han permitido que Bernal y su equipo, puedan confirmar que en la Antigüedad se llevaba a cabo la pesca de ballenas en zonas como el Estrecho de Gibraltar. Bernal ha señalado este descubrimiento como «una cuestión que no encuentra parangón en el ámbito atlántico-mediterráneo».

Los estudios llevados a cabo por este grupo de expertos también ha revelado la existencia la existencia de anzuelos múltiples o 'poteras' que datan de la época romano-republicana y que destinaban a la captura de cefalópodos (calamares), o anzuelos encadenados en bronce que empleaban en la pesca de especies marinas de mayor tamaño.

Las investigaciones también se deduce que en la zona de Baelo Claudia se empleaban 'esparaveles' o 'atarrayas', consistentes en redes de mano lastradas con pesas de plomo colocadas longitudinalmente. Del mismo modo, ha aparecido documentación que revela que en la Prehistoria Reciente se usaba pesas de red pétreas y el inicio de empleo desde época feniciopúnica el inicio de lastres cerámicos, cilíndricos y fusiformes en la pesca de red.

El estudio morfométrico de las pesas de plomo hace valorable el tamaño de las redes y el tipo de pesas que pudieron usar en aquella época para calar almadrabas. Los expertos de la UCA también han enfocado su estudio de atunes procedentes de salazones púnicas, como la de la gaditana Plaza de Asdrúbal; y romana, como la de Baelo Claudia o el antiguo Teatro de Andalucía en Cádiz.

La investigación pretende abre nuevas vías de un estudio pionero sobre las tallas de las especies pescadas y el sistema de 'ronqueo' o despiece del atún rojo que se ha ido llevando a lo largo del tiempo. Hasta ahora no se tienen en ningún lugar del Mediterráneo documentos relacionados con los restos de atunes procedentes de yacimientos arqueológicos de época antigua.