Carmen Lomana: «Soy igual de feliz con un Dior que con un Zara»

-España está dividida: derecha e izquierda, taurinos y antitaurinos. Y ahora también lomanistas y antilomanistas. ¿El caso es no dejar a nadie indiferente?

-¿Pero usted no cree que eso es lo mejor que te puede pasar? Lo peor es la indiferencia. Si te critican es porque les interesas.

-En Marbella, todo el mundo lleva adosado un personaje. ¿El suyo es el de la pija entre las pijas?

-Yo no sé qué es eso de pija. Si es una tribu urbana, si es una manera de comportarse, pero en ningún caso me importa. No me lo tomo como un insulto. Al contrario.

-'Bon vivant' y aficionada a coleccionar chaneles, diores y demás metralla de alta costura. ¿Su vida termina donde empieza su ropero?

-Pero para nada... La moda me interesa, pero no es algo prioritario en mi vida. Esos rótulos de multimillonaria y cosas así me parecen una horterada porque a una persona se la debe calificar por otras cosas, no porque tenga o no dinero. Yo me compro la ropa que me gusta y tengo un fondo de armario muy bueno. Pero eso no quiere decir que no esté igual de feliz con un Dior que con un Zara.

-Tiene dinero y no lo oculta. Lo gasta y disfruta sin complejos de su 'way of life'. ¿Eso irrita?

-Este país es a veces muy absurdo. Les parece fenomenal que, por ejemplo, una actriz fantástica como Penélope Cruz vaya con esas pintas de 'homeless'. Mientras vayas hecha una zafia, una zarrapastrosa, hables fatal y seas una maleducada eres la pera. Pero en cuanto ven a alguien que viste más o menos bien, enseguida le ponen etiquetas y le critican.

-Y si encima tiene acento de Serrano...

-Mire, todo el mundo desea superarse y vivir mejor. La prueba es que hasta los mismos socialistas, en cuanto entran en política y les va bien, empiezan a imitar los hábitos burgueses que habían criticado. Yo no conozco a nadie al que la vida le vaya muy bien y que gane mucho dinero que, de repente, empiece a vivir como un desgraciado.

-Así que a usted plin. A lo suyo y encantada de haberse conocido.

-Yo me acepto muy bien, estoy muy bien en mi piel y tengo mucha fortaleza mental. De ahí a estar encantada de haberme conocido... Me tengo tan conocida que ya estoy aburrida de verme.

-Oiga, ¿usted es frívola o se lo hace?

-Yo soy auténtica y espontánea. Siempre digo que de tonta tengo lo justo, pero de frívola todo lo que me apetece porque la frivolidad forma parte de la inteligencia. Me divierte y me encanta ser frívola cuando quiero.

-Paradigma de la educación, la elegancia, la distinción y el saber estar, decir que los ricos que se han quedado sin 'cash' lo están pasando peor que los pobres a cuenta de la crisis, ¿no es obsceno y de mal gusto?

-La crisis afecta al que tiene algo que perder. Al que tiene un trabajo y lo pierde, al que tiene una casa y se la embargan. A los que han invertido en Lehman Brothers y se han quedado sin fondos o a los que tenían dinero en Madoff. Una persona que está pidiendo por la calle no puede estar peor. Entonces, ¿qué crisis le va a afectar? Eso es lo que dije y no quisieron entender. Pero si a alguien le ha molestado, lo siento y pido disculpas porque nunca quise decir que los pobres me importan un bledo.

-Y ahora a por las joyas de la corona. Al menos, será usted monárquica.

-No mucho... Creo que el Rey lo ha hecho muy bien, pero últimamente los nuevos príncipes no están cumpliendo con su obligación de hacer matrimonios de Estado que convengan a la Corona y al país. Si tú te quieres casar con la vecinita de enfrente, me parece muy bien, pero entonces no te dediques a rey.

-¿Es doña Letizia esa vecinita de enfrente?

-No pongo en duda que sea una chica estupenda, pero ¿cuándo se ha visto una reina de España divorciada y republicana? Es que es como de chiste.

-Arranque la instrucción. ¿Cuál es la quintaesencia del saber estar?

-Saber adaptarse a todas las circunstancias y a todas las personas sin humillar ni mirar a nadie por encima del hombro.

-¿Y el colmo de la vulgaridad?

-La arrogancia y el criticarlo todo.