¡A disfrutar del agua con seguridad!

Recientemente han salido a la venta en España unos nuevos flotadores denominados Puddle Jumper que han tenido un gran éxito en Estados Unidos, hasta tal punto que han sido homologados por su guardia costera como chalecos salvavidas. ¿Cómo son y por qué son tan seguros? Están realizados en tres piezas, una central para el pecho y una para cada uno de los brazos (tipo manguitos), que se abrochan en la espalda, con un cierre seguro, que impide que los niños puedan quitárselo. Una de las novedades es que está fabricado en PVC libre de cualquier componente tóxico (confeccionados con un tejido suave y agradable, libre de costuras) y que, al no llevar ningún elemento hinchable, la flotabilidad está asegurada al cien por cien, sin riesgos para que se pueda desinflar o pinchar.

El Puddle Jumper permite que el cuerpo del niño, al que se adapta con total comodidad, pueda flotar en forma vertical como si se tratase de un chaleco salvavidas y le ofrece mayor libertad de movimientos, hasta tal punto que podrá dar sus primeras brazadas con menor esfuerzo para él y total tranquilidad para los padres.

Y para los más pequeñitos...

La gran pega que se le podía hacer a este flotador es que dispone de un único tamaño indicado para niños de entre 13 y 22 kilos, con lo que deja fuera a los más pequeños, que son casi los que más lo necesitan. Para ellos habría que recurrir a otros sistemas entre los que se podrían resaltar dos: el flotador Swimtrainer y los manguitos Delphin.

Swimtrainer es ideal para los más pequeñitos de la casa, pues ha sido especialmente concebido para ellos (puede usarse desde los tres meses), para que puedan desplazarse por el agua de una manera segura y moviendo de forma libre los brazos y las piernas. Con poco riesgo de vuelco, posibilita el estímulo prematuro de los reflejos innatos para nadar de los bebés y permite adquirir de forma paulatina y divertida un estilo correcto. Este flotador está fabricado en plástico especial muy resistente y posee cinco cámaras hinchables (en este caso sí hay que inflar), así como un cierre de clip.

Delphin Discs es una marca alemana de manguitos patentada desde hace 25 años. Lo que les hace diferentes es su original diseño: circulares y de llamativos colores, que no necesitan hincharse, ni se pinchan ni pinchan con sus esquinas al niño, para quien son muy cómodos y fáciles de colocar. Son un punto importante de apoyo en cursos de natación para niños de incluso tres meses, ya que se controla fácilmente la flotabilidad.

Los precios de estos flotadores oscilan entre los cerca de 20 euros que cuestan los nuevos flotadores Puddle Jumper, los 24-25 del Swimtrainer y los casi 30 euros de los discos Delphin. El dinero está bien empleado si esto supone la seguridad de los niños en el agua y la tranquilidad de los padres.