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Ana Montero.
«Somos una referencia para todos; seguimos teniendo magia»
Entrevista

«Somos una referencia para todos; seguimos teniendo magia»

directora deportiva

Javier Bragado

Martes, 4 de agosto 2015, 02:00

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La selección española de natación sincronizada repitió el quinto puesto en todas las pruebas por equipos después de habituarse al podio durante la última década. Sólo las medallas de Ona Carbonell en las competiciones individuales evitaron el vacío de un grupo comandado ahora por Ana Montero. Sin embargo, para la directora técnica desde septiembre de 2012 lo ocurrido en Kazán servirá de análisis para lograr la remontada deseada en los Juegos Olímpicos de Río. Lo explica con tranquilidad pero con la rapidez de quien ya se ha replanteado la última fase de preparación.

¿Con qué sensación han regresado de Kazán?

Intentamos ver el lado bueno de todo, que es lo que nos va a ayudar a mirar hacia arriba, a lo que nos viene por delante. Por supuesto que hay que tener un punto crítico para ver nuestras debilidades. Tenemos la sensación de que nos queda mucho trabajo por delante pero también un arropamiento y un 'feedback' positivo por parte de los jueces. Necesitamos descansar, un respiro para coger perspectiva y empezar con energía.

Al principio del torneo los jueces puntuaron muy bajo, pero cambiaron al final. ¿Ha sido determinante el cambio en la reglamentación?

Te dice que el principio de la competición es realmente importante. Por eso de cara a Río o al clasificatorio todos los ejercicios tienen que estar bien preparados, pero el dúo técnico [primera prueba del programa] tiene que ser un punto de partida muy importante para que la inercia de la competición vaya un poco por ahí. Nos da claves en ese sentido. No es tanta la diferencia de puntos como saber que ellos han tenido también sus problemas en saber decidir por quién se decantaban.

Por equipos han sido quintas en todas las pruebas, con puntuaciones muy cercanas a las terceras y a las cuartas, pero también con las sextas. En cambio, Ona Carbonell ha logrado dos podios. ¿Cuál debe servir para medir el nivel real actual de España? ¿El individual o el colectivo?

La referencia del nivel te lo da Ona. Sabemos que Ona es 'top'. La calidad es esa. Desde el 7 de septiembre volverá a trabajar con el equipo, con lo cual vamos a poder tener esa referencia para decir: 'Nenas, esa es la imagen que tenemos que tener'. Ese es el 'top level' de lo que tenemos que conseguir y volviendo a tenerla cerca debemos asemejar el nivel del equipo a su calidad.

¿Todavía sigue la natación sincronizada española en la élite?

Seguro que se mantiene en la élite. Somos una referencia para todos los demás. Seguimos siendo algo distinto porque al final el cambio de reglamento ha girado hacia una manera muy técnica, muy precisa y quizás ha perdido esa magia pero España sigue teniéndola. Rusia, China y Japón siempre han sido buenos en la precisión y en la ejecución pero esa magia no llegan a tenerla. Nosotros tenemos que coger eso como un valor y seguir trabajando y puliendo la precisión y la ejecución. Significa que un mismo movimiento se tiene que realizar en menos tiempo y mucho más parado. Tiene que haber más 'foto' de cada movimiento.

¿Hasta qué punto se progresa hacia una sincronizada más física?

Eso son cosas que nosotros sí que vemos y tenemos que seguir haciendo. Hemos hecho un cambio físico importante, las niñas lo necesitaban. Este deporte, como todos, se está convirtiendo en más alto, más fuerte, más rápido. La sincronizada siempre ha tenido un poco de arte que ahora se está dejando más en el dúo mixto y se está evolucionando a más físico; más exigente a nivel velocidad, altura y fuerza. Para el espectador es difícil de ver pero nos piden que hagan 100 metros a 1'20 a la vez que haces los movimientos. Todo está yendo muy rápido hacia una exigencia física muy bestia.

¿Se plantean muchos cambios para los Juegos Olímpicos de 2016? ¿Hay tiempo?

Hay jóvenes para las que este será su tercer año, pero este será su primer año absoluto y vamos a provocar competitividad. Hay que provocar competitividad en cada día de entreno. Quizás esa es una de las cosas que hemos aprendido allí. Si no, no es que el deportista no lo haga aposta pero se puede acomodar o no te das cuenta de que bajas el listón. Si se crea competitividad al final es una motivación. Creo que es uno de los puntos claves, también en el dúo. Una de las estrategias era arriesgar en este Mundial porque quiero competitividad para esa pareja de Ona. Necesitamos pelear dentro y fuera. El que mejor pelee será el que pueda ser la pareja de Ona.

¿Por ese motivo cambiaron tantas veces la pareja del dúo y ofrecieron dúos disntintos para el libre (Paula Klamburg) y el técnico (Clara Camacho)?

Hay que espabilar. No está todo hecho. Era un riesgo pero cuando no encuentras algo hay que seguir intentando. Y no lo encuentras, pero se generó competitividad, tensión y al final el deportista tiene que estar en tensión cada día. Esto es un poco lo que buscamos.

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