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Cristiano Ronaldo celebra uno de sus goles al Celta.
Cristiano se rebela y acalla los pitos
jornada 28

Cristiano se rebela y acalla los pitos

El portugués responde a la grada, firma un 'póker' y obra la resurrección del Madrid tras el descanso

Amador Gómez

Sábado, 5 de marzo 2016, 01:08

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En cuanto parte de la afición comenzó a silbar y a abuchear a Cristiano Ronaldo al inicio de la segunda parte, la respuesta inmediata del delantero portugués a la grada no pudo ser más contundente. Misil con la derecha desde fuera del área que acallaba los pitos del Bernabéu y sentenciaba la victoria del Real Madrid ante el Celta y mano a la oreja de Cristiano Ronaldo para pasar a escuchar los aplausos de unos seguidores que, después de haberse dormido en el primer tiempo con el fútbol lento y estéril de su equipo, despertó con el golazo del crack luso. Sólo siete minutos después, en pleno ataque de rabia, Cristiano marcaba incluso de falta después de tantísimos lanzamientos frustrados. Casi sin tregua y, antes de firmar un póker en sólo 25 minutos, el portugués dispuso de otra oportunidad de libre directo que se estrelló en el larguero tras tocar Rubén, el portero del Celta que se llevó siete pero salvó más de un gol en un partido con dos partes totalmente opuestas.

La primera, insulsa, aburrida y con un Real Madrid sin movilidad e incapaz de crear fútbol y encontrar espacios ante un Celta encerrado que en nada se pareció al atrevido de anteriores partidos, frente a una segunda en la que se rebeló Cristiano, con quien quiso pagarlo el Bernabéu pero se encontró con una espectacular reacción del portugués que obró la resurrección de su equipo, desató un vendaval de ataque y aniquiló en menos de un cuarto de hora al decepcionante rival. Los aficionados blancos calentaron a Cristiano y el ya máximo goleador de la Liga se revolvió por dentro para obligar a levantarse a un Real Madrid que fue una apisonadora tra el descanso.

Probablemente hubo charla de Zidane en el vestuario para provocar la reacción madridista, aunque lo que realmente cambió por completo el partido fue el malestar del Bernabéu con Cristiano. El Madrid necesitó, en un momento tan oportuno, cuando se acercaba el final del primer tiempo, una acción a balón parado resuelta con un gran cabezazo de Pepe para abrir el marcador y tranquilizar los ánimos de una afición desencantada y peligrosamente desenganchada de su equipo, pero fue saltar de nuevo al césped, escuchar Cristiano los primeros silbidos, y el Madrid pasó a jugar una de sus mejores partes de toda la temporada, convirtiendo al Celta en un juguete que no existió en los segundos 45 minutos.

Los blancos se transformaron con el primer gol de Cristiano y a partir de ese momento el equipo de Berizzo se vio sobrepasado por un adversario muy agresivo, sacrificado y con continuidad, relanzado por un juego ofensivo en el que el mayor protagonismo fue para la gran estrella, pero también hubo otra reivindicación más de los canteraros Borja Mayoral y Lucas Vázquez, aunque ellos no tuvieron el premio del gol que se sí encontraron Jesé y Bale tras salir del banquillo. Faltaban Benzema, Modric y Kroos y el Madrid, con un medio campo inédito con Kovacic, Casemiro e Isco fracasó por completo en la primera mitad, pero se agigantó en la segunda con el equilibrio del brasileño y un fútbol basado en la presión, la intensidad y la eficacia. El Celta sufrió la pegada de un equipo que se exhibió en el segundo tiempo y, después de tantas dudas y tan pésimo juego, fue despedido con una ovación por su afición.

Segundo máximo goleador de la Liga

  • BOTA DE ORO

  • Cristiano Ronaldo se convirtió, tras marcar cuatro tantos al Celta, en el segundo máximo goleador de la historia de la Liga con 252 dianas, superando las 251 de Telmo Zarra, y se situó por detrás de Leo Messi, que suma 304.

  • Cristiano recibió una camiseta conmemorativa del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, tras superar los 350 goles marcados como madridista en las siete temporadas que lleva en el club. De ellos, 252 fueron en Liga en 228 partidos, con una espectacular media de 1,11 tantos por encuentro.

  • Ante el Celta ha marcado 17 goles en diez encuentros. Este sábado fue la sexta ocasión en la que firma cuatro tantos en un partido, que le sirvieron para adelantar al uruguayo Luis Suárez en la carrera por el título de máximo goleador de la Liga, con 27, y situarse también como líder en la pelea por la Bota de Oro.

Hubo festival de goles en el Bernabéu porque las individualidades que tan apagadas habían estado en la primera parte dieron un paso al frente y decidieron cambiar su actitud negativa para pasar a arrollar a un Celta que se vio desbordado por la velocidad, la precisión en el pase y la efectividad de los blancos. Con varios goles a balón parado, pero también labrados con robos de balón y al contragolpe, liderado casi siempre por un Cristiano que si durante la primera parte debió bajar al centro del campo a recibir porque no le llegaba una pelota, en la segunda sí se encontró feliz, y no sólo gracias a sus cuatro tantos.

Antes de que reapareciese Bale después de mes y medio de baja y saltase al terreno de juego uno de los futbolistas con quien más disfruta Cristiano jugando, el portugués hizo un hat-trick que sólo se vio empañado por un gol de Iago Aspas que se comieron los centrales blancos en un balón en largo, en el que fue el segundo y último error defensivo del Madrid en todo el encuentro. El primero llegó al cuarto de hora, cuando el propio Aspas cabeceó a la cruceta y a bocajarro hizo lucirse a Keylor Navas. A tres días de recibir a la Roma en la vuelta de octavos de la Champions la visita del Celta era un buen examen para un Real Madrid que precisaba rehabilitarse ante los suyos, y aunque el equipo tardó demasiado a responder y se arriesgó a otra bronca que podía haber alcanzado de nuevo al palco, su rendimiento fue sobresaliente con el marcador a favor.

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