Las 'cuerdas' de Granada resuenan en Europa

La llamada de los dos músicos no es una sorpresa. Ambos, considerados como dos de los más prometedores intérpretes de la provincia, regresan a una formación en la que ya estuvieron en campañas anteriores y que en el último año estuvo a punto de desaparecer por falta de financiación.

«Fue intenso», admite al recordarlo Samuel García (Alhendín, 1991). El violinista granadino vivió con incertidumbre aquellas semanas, un tiempo en el que fueron muchos los músicos y las instituciones que apoyaron la continuidad de la formación. «Hubo muchas reacciones tanto de los propios miembros como de los medios, los compañeros de profesión y las orquestas; hicimos vídeos en apoyo a la EUYO, salimos a tocar varios conciertos enfrente de los edificios de la Comisión Europea en cada país de la Unión Europea», explica García.

Aquel apoyo movilizó al Parlamento Europeo, que logró una nueva vía de financiación para la EUYO y dio continuidad a un proyecto único en Europa. «Es una oportunidad única para el desarrollo musical y personal en nuestro mundo de la música. Para muchísimos compañeros es un puente importante entre los estudios y el salto a las orquestas profesionales», afirma Samuel García.

El violinista, que el año pasado fue galardonado con el premio Aleksandar Pavlovic que reconoce al intérprete de cuerda más prometedor de la formación, está deseando regresar junto a sus compañeros, intérpretes a los que reconoce como el futuro de la música europea. «Es una gran suerte poder aprender de cada uno de ellos e intercambiar muchas opiniones sobre diferentes temas, tanto musicales como globales, poner algo maravilloso como la música en común», confiesa.

En la misma línea se manifiesta Lucía Mateo Calvo (Granada, 1994). Como el violinista, la contrabajista granadina también se puso en marcha para salvar la orquesta y considera que lo sucedido «ha servido para redoblar las ganas con las que los músicos vamos a la EUYO, una orquesta por la que luchamos y que creemos que merece la pena».

Para Mateo Calvo, la EUYO «es necesaria porque transforma la visión que los jóvenes tenemos de la música y porque nos permite conocer gente y escenarios de otros países, que es muy importante para la vida profesional».

Gira por el norte de Europa

Tanto Lucía Mateo Calvo como Samuel García se muestran ilusionados con la gira que realizarán por Europa y con el programa que prepararán, un repertorio con ADN septentrional.

«Tenemos conciertos en Estonia, Lituania y Letonia, aunque también tendremos algún concierto en Italia; el repertorio de este año se titula 'Espíritu del norte' y, entre otras obras, en el programa destacan la Sinfonía nº1 de Sibelius y la Sinfonía nº4 de Tchaikovsky», explica el violinista granadina.

«Tocamos a Sibelius en su tierra, lo honramos allí y creo que es una música que se ajusta perfectamente a la geografía», asegura, por su parte, la contrabajista. «Estoy deseando tocar el programa».