«Los primeros educadores de los hijos deben ser los padres»

«No pretendo descubrir nada nuevo respecto a la educación, cualquier persona sabe que hay mucho publicado. Creo que son 37 consejos que pueden ayudar a los padres y a los maestros en el aula de cara a la educación. Son consejos que damos en las tutorías, en los consejos de evaluación», explica. También que los consejos surgieron de una lluvia de ideas de la que salieron alrededor de 80 que irían filtrando, fusionando o eliminando, en cuya labor ha sido muy importante la colaboración de Rocío, su mujer.

Al interrogarle sobre la forma de usarlo considera que tiene claro que no todo sirve para todos, ni de la misma manera, por ello aclara que «los 37 consejos sirven como soporte, como guía, como horizonte de lo que puede suponer una buena educación en los niños, pero el cómo es más completo y se no sé cuantos volúmenes harían falta. Estos consejos no son una medicina que pueda curar problemas sino que buscan una preventividad, actuar desde la prevención, y más que, como medicina, buscan actuar como vacuna».

Cuestión de valores

Los consejos que siguen un orden lógico, desde la llegada de un nuevo ser a la familia bien por nacimiento o adopción abordan una serie de valores desde el respeto a los abuelos, a las personas con discapacidad, la importancia de pedir las cosas por favor y dar las gracias, de gestionar los éxitos y fracasos, del respeto a los maestros, etc.

Consejos que han surgido de la amplia experiencia de autor en escuelas de padres y de su participación en charlas de formación y conferencias. «Los padres debemos tener una estrategia, un plan. Sabemos que la influencia de la sociedad y de los medios de comunicación está ahí por lo que no podemos cruzarnos de brazos. Los primeros educadores de los hijos deben de ser los padres, y tiene que haber una conexión y confianza en la labor docente de los maestros. Si los padres tienen las ideas claras el riesgo disminuye. No quiere decir que tengamos asegurado el éxito, pero las probabilidades de que tengamos una hija o un hijo del que nos sintamos orgullosos evidentemente aumentan», indica este joven que empezó como animador con grupos de riesgo social y después ha continuado como profesor durante 18 años.

Tiene también muy claro que el hecho de que un millón de jóvenes se emborrache cada fin de semana en España no quiere decir que sea bueno, «tenemos que aprender a ponerles límites para que sepan hasta donde puedan llegar».

Por último, manifiesta estar muy agradecido a los dos colegios donde ha trabajado, el Colegio Divino Maestro de Jaén y del colegio Salesianos de Granada y sus respectivas comunidades educativas. También a su mujer Rocío por su implicación desde el primer momento pues lo escribió hace dos veranos, del 1 de julio al 31 de agosto, de 6 se la mañana a las 10 horas. También a sus padres y hermanos, a Marta Conde, periodista madrileña de la que sigue aprendiendo y a la Editorial San Pablo por poder colaborar en esta colección. El libro se puede conseguir a 3,50 euros, por internet y en Granada en las librerías de las Paulinas, Sagrado Corazón, Peinado, Agapea e Imagina, entre otras.