«Me gustan los héroes que luchan aunque no consigan su objetivo»

Del Toro da vida en esta cinta a un «héroe con fracturas» y que no logra lo que busca, algo que el intérprete admira y que percibió en los cooperantes a los que conoció para preparar su papel. «Todos tienen esa perseverancia aunque no consigan el bizcocho», señaló.

El actor realiza un paralelismo respecto a su trabajo y señala que dos de sus constantes son la «disciplina» y «eliminar la vagancia», porque aunque recurre a la «intuición» y al «momento del personaje», «las cosas no vienen fácil». «Parte del proceso es lo que uno hace, tratar de llegar aunque no lo hagas, tener entusiasmo para volver», dijo.

Sobre su participación en la película, el intérprete puertorriqueño explicó que lo que le llevó a trabajar con Fernando León de Aranoa fue su trabajo anterior y su habilidad como escritor. Además, añadió que su personaje es distinto a lo que había hecho antes porque en esta ocasión «no lleva pistolas, no entra en depresión y juega con el sentido del humor».

En su opinión, el sentido del humor y el absurdo no solo son herramientas importantes para narrar esta historia, sino un «escudo» necesario para aquellas personas «rodeadas de horrores». Además, es uno de los principales retos para el actor, puesto que, a su juicio, «lo difícil como actor es mantener el equilibrio entre la tragedia y la comedia».

Algunas de las situaciones más incomprensibles en la película son fruto de los problemas de la burocracia de los organismos internacionales. Eso sí, Benicio Del Toro precisa que la ONU son «los buenos», aunque añade que dentro de los buenos existen también los problemas de comunicación y de burocracia, algo de lo que habló con León de Aranoa.

«No queremos decir que son los malos y mi personaje lo reconoce. Hay gente que sigue las reglas y no tienen ninguna flexibilidad y las siguen como están escritas», aseguró el actor.

La segunda vez de Robbins

Junto a Del Toro estuvo Tim Robbins, compañero de reparto en la cinta que se estrena el viernes. Según el actor, vio en el guion de A perfect day «una buena oportunidad para mostrar que hay gente en el mundo que no tiene superpoderes y que puede ayudar a la gente más débil». «Estamos acostumbrados a ver a héroes con capa y efectos especiales, pero hay gente normal y corriente que da todo para ayudar sin nada más que amor y coraje», aseguró durante la presentación.

Su papel en esta trama coral es el de un personaje obsesionado con su trabajo, que refleja el carácter de aquellas personas que «no están contentas en situaciones domésticas, ya sean actores o voluntarios». «No está en su ADN encontrar la felicidad en su hogar, viendo la televisión con su familia. Hay quienes necesitan vivir rápido y con mucha intensidad», explicó.

Para elaborar su papel en A perfect day, el intérprete se reunió personalmente con cooperantes, gente a su juicio «muy interesante, con un sentido del humor negro» de quien no se esperaba un carácter «tan humilde y reservado» como el que descubrió durante las conversaciones.

Se trata de la segunda vez que trabaja con un cineasta español, puesto que ya participó con Isabel Coixet en La vida secreta de las palabras. En su opinión, ambos guiones comparten varios elementos: «Están muy bien escritos, son interesantes, únicos e imposibles de hacer en Estados Unidos».