El Gobierno aplaza hasta 2017 la reapertura del Museo Arqueológico

«Al no haber podido llegar a la adjudicación es una obra que tendremos que aplazar hasta el próximo ejercicio», reconoció ayer el Gobierno, cuya intención es «reincidir este expediente, dándole forma jurídica de tramitación anticipada». De tal manera, según las mismas fuentes, «esto permitiría avanzar la gestión de las obras hasta la fase previa a la formalización del contrato», que podría estar firmado en enero de 2017. Inmediatamente después se iniciarían las actuaciones.

Esta información llega después de varias declaraciones de Santiago Pérez, anterior subdelegado del Gobierno en Granada y actual diputado nacional del PP, en las que aseguraba el inminente inicio de las obras. En octubre de 2015 dijo que el Gobierno ya había sacado a concurso las obras -nunca han aparecido en la Plataforma de Contratación del Estado- y que éstas empezarían a comienzos de 2016. Preveía entonces que la reapertura del Arqueológico se hiciera efectiva en la primavera de este año. Pasaron los meses y la primavera le pilló con la obra sin empezar, lo cual no impidió que entonces, en marzo de 2016, volviera a afirmar el comienzo inminente de las actuaciones. Hasta hoy.

Antecedentes

El cierre del Museo Arqueológico -ubicado en dos edificios declarados Bien de Interés Cultural- se produjo a mediados de 2010 por unos problemas de xilófagos en la Casa de Castril. Entonces en la Casa de la Torre se detectó un problema estructural que se podía apreciar a simple vista con la aparición de grietas. Sobre esa parte del museo no se ha actuado ni se ha planteado ningún proyecto.

Este espacio lo gestiona la administración autonómica, pero es de titularidad del Gobierno central, que está a cargo de su conservación. Junta y Gobierno llegaron a un acuerdo para empezar a reformar el edificio con un presupuesto sufragado casi a medias: 180.000 y 200.000 euros respectivamente. Una pequeña inversión para dar un pequeño primer paso.

Las obras en cuestión son dos. Por un lado, la de la Junta, que debía acometer las reformas necesarias en la recepción de visitantes y la eliminación de barreras arquitectónicas. Esa parte ya está terminada. Falta ahora que el Ministerio de Cultura, aborde la segunda y última parte del arreglo, consistente en la adecuación y el montaje de las salas del museo.

El orden de sendas actuaciones ha sido un motivo de desencuentros. Desde Madrid han mantenido en todo este tiempo que era imposible empezar su parte de las obras hasta que la Junta no culminara la suya, algo que la Delegación de Cultura autonómica ha negado en todo momento. En ese sentido se pronunció hace dos años Ana Gámez, entonces delegada del ramo en Granada, durante la visita que ella y el subdelegado del Gobierno realizaron al Museo Arqueológico cuando aún no se habían iniciado las reformas: «El Ministerio puede empezar cuando quiera». Algo similar dice el actual delegado de la Consejería de Cultura, Guillermo Quero: «Nosotros terminamos las obras en enero, podrían haber empezado su parte el día después».

Una misteriosa licitación

El Gobierno no ha empezado, aunque lleva varios años presupuestando la partida que le corresponde para la obra. Estaba esperando a que la Junta terminara lo que le tocaba.

Apenas faltaban dos meses para las elecciones del 20D. Santiago Pérez se postulaba como diputado nacional del PP por Granada. Cuando el entonces todavía subdelegado se enteró de que la Junta había iniciado su parte, él se fue a la puerta del Museo Arqueológico para denunciar la «deslealtad» institucional que había demostrado la administración autonómica por no comunicar a la Subdelegación el inicio de las obras. De paso, anunció esa licitación que nunca se ha producido y además aseguró que a los 200.000 euros que iba a aportar el Gobierno había que sumar otros 200.000 de los cuales nada se sabe.

José Antonio Sánchez es coordinador de la plataforma Arqueológico Ya, que lucha desde hace años para lograr la reapertura. Considera que Santiago Pérez les ha mentido y denuncia: «En Madrid, Segovia o Cáceres se han licitado proyectos muy similares con presupuestos más grandes».

Europa manda

El BOE del pasado 16 de julio es claro: «Para el ejercicio de 2016, se adelantan los plazos de tramitación de las operaciones anteriores ante la necesidad de hacer efectivos los compromisos adquiridos con la Comisión Europea para asegurar el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria». En plenas negociaciones con Bruselas, cuando aún estaba en el aire la multa por la desviación del déficit y con un Gobierno en funciones, Hacienda optó por adelantar el cierre presupuestario. Normalmente ese cierre se produce en diciembre, al término del ejercicio. Esta vez será el 8 de agosto. Es la fecha límite marcada para dar entrada a los compromisos adquiridos previamente, hasta ayer.

Toda obra que no estuviese licitada y autorizada a fecha de 28 de julio, pasará automáticamente a ejecutarse el próximo año para, como reconoce el Ministerio de Hacienda en el BOE, «satisfacer las recomendaciones europeas». Europa manda mientras el Arqueológico espera a pesar de contar con una partida presupuestaria.