Cárcel por huir tras un siniestro y tratar luego de estafar al seguro

Según informó la Policía Local a este diario, el acusado quiso «endosar» a su compañía de seguros el coste de la reparación de los daños que había sufrido, el 5 de diciembre de ese año, tras protagonizar un accidente de tráfico con vehículos aparcados en la calle Alejandro Otero y huir.

La sentencia, dictada el 6 de febrero por el Juzgado de loPenal 6, refleja que el procesado iba conduciendo aquel día por la mencionada vía cuando «tuvo un accidente con un vehículo de su propiedad» e intentó que la aseguradora le reparase el coche redactando «mendazmente» un parte amistoso de accidente. Actuó, según considera probado el juez, «con el fin de obtener un beneficio patrimonial ilegítimo». Pero no lo logró.

Cuando tuvo el siniestro, M.S.N. causó «daños» en cuatro vehículos que estaban correctamente estacionados en la calle y, lejos de responder de su acción, se dio a la fuga y trató encima luego de que su compañía le pagase los desperfectos en su vehículo, que fueron más que considerables, tal y como puede observarse en las fotografías que acompañan a esta información. «La cuantía que pretendía estafar ascendía a la cantidad de 8.399 euros», precisaron las fuentes.

Las arduas gestiones realizadas por la citada unidad especializada de la Policía Local de Granada dieron su fruto: los investigadores acabaron localizando al vehículo fugado y a su conductor. Y ello pese a la dificultad que entrañaba el caso, pues «no se contaba ni con las placas de matrícula del vehículo fugado ni, por supuesto, con la identificación de su conductor», ensalza la Policía Local.

¿Y cómo lograron entonces averiguar la identidad de la persona que iba al volante? Con una técnica de investigación «novedosa» basada en los daños provocados, en la «deformaciones en los vehículos». Así, partiendo de esa premisa, localizaron marca y modelo y, después, 'peinaron' los talleres de la ciudad y dieron con el vehículo fugado y su conductor.

La pena impuesta a M.S.N. era la que pedía el fiscal. Además habrá de pagar las costas del juicio. Se da la circunstancia de que también se vio salpicada por el engaño otra persona debido al accidente «fingido» en el parte amistoso. Se trataba de un conocido del acusado que, según concluye el juez, «ninguna intervención» tuvo en los hechos. La fiscalía, de hecho, retiró los cargos para él el día de la vista. La sentencia revela que M.S.N. confesó lo ocurrido en su declaración. Dijo que «fue la persona que lo hizo todo: que tuvo el accidente, que redactó el parte amistoso y que lo presentó a la entidad aseguradora, sin que en los hechos tuviese participación alguna el otro acusado».