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Un perro juega con su dueño en un pipican.
360 pipicanes en Granada... ¿bastan?

360 pipicanes en Granada... ¿bastan?

Los espacios habilitados para perros en Granada han favorecido una tarea aún pendiente aunque levantan críticas por sus limitaciones

Ángel Orte

Domingo, 23 de agosto 2015, 12:09

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Granada evoluciona en una tarea que dicho sea de paso, aún sigue pendiente y que requiere el esfuerzo de todos. Calles y parques de la ciudad no quedan exentos de los diferentes excrementos de perros, tanto que incluso algunos comparten emplazamiento con las atracciones dispuestas para los niños. Sin embargo, el esfuerzo común parece evolucionar favorablemente gracias a la existencia de los espacios habilitados para las mascotas dentro de los parques públicos. Pero no todo allí transcurre con normalidad.

Según datos correspondientes al mes de febrero, Granada contaba con 34.604 perros censados. La Policía Local llevó a cabo durante 2014 cerca de dos millares de seguimientos que desembocaron en unas 580 sanciones de diferente índole. De ellas, por no recoger excrementos se contabilizaron más de una treintena.

Los 'pipicanes' han fomentado el incremento considerable de higiene. La ciudad cuenta hoy con más de 360 zonas habilitadas para las mascotas donde estas pueden disfrutar de atracciones particulares y también hacer sus necesidades. Además, dispone de sus respectivos contenedores para que los dueños se encarguen de limpiar la zona. El parque Tico Medina, Fontiveros, la Chana, Joaquina Eguaras o Alminares son puntos, entre otros, donde podemos encontrarlos. Hasta aquí, un plan perfecto.

Sin embargo, entre los usuarios se abre el debate por sus prestaciones. María López es voluntaria en un refugio de animales de Granada y también usuaria de esos espacios para perros. Bajo su punto de vista, quien pasea con su perro por estos parques, como el localizado en la Fuente de la Bicha, se ha concienciado y responsabilizado de su mascota y de la limpieza del recinto. «Son zonas que la gente se ha encargado de que estén limpias, algo que en otras ciudades no sucede, como en Barcelona, donde encuentras verdaderos focos de infección. Hay personas que se ofrecen voluntarias para barrer los excrementos. Otros no tienen problema en llamar la atención a quien no atiende a su responsabilidad», resalta.

Pero las críticas se levantan por su organización. Los usuarios se quejan de encontrar espacios preparados solo y exclusivamente para perros de raza pequeña. También por su terreno arenoso, por la escasez de sombras, la falta de fuentes y los intentos de envenenamiento.

«Son zonas pequeñas, aisladas por unas vallas que cualquier perro de raza grande las salta. Además, los columpios al encontrarse fijados algunos animales se han acabado dañando. La perra Jessi sufrió un desgarro en el lomo por uno de esos hierros», afirma la joven.

El terreno que allí se encuentra es normalmente arenoso, algunos con pequeñas piedras para favorecer las tareas de limpieza en lugar del propio asfalto. Pero el contraste está en lo que puede sufrir el animal, máxime en verano. «El calor y el terreno hace que los animales sufran quemaduras en las patas. Tampoco hay sombra porque no han crecido los árboles y no se ven demasiadas fuentes, solo hay una en el Tico Medina. Eso obliga a bañar al perro en el río, exponiéndote a una sanción», reconoce la misma persona.

Esa es la otra realidad de estos emplazamientos. Según datos extraoficiales, se pueden contar en Granada hasta cinco casos de golpes de calor en perros que paseaban con sus dueños por la Fuente de la Bicha. En el mismo emplazamiento fallecieron tres por envenenamiento. Hablamos de zonas que han fomentado la limpieza por las calles de Granada, aspecto en el que aún queda por hacer. Pero podrían mejorar en cuanto a las prestaciones ofrecidas al dueño y a su mascota.

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