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Opinión | el eje

Imagine que un refugiado llama a su puerta, ¿le acogería?

Les propongo dos sencillos ejercicios de imaginación. Es sólo imaginación. Luego me cuentan cómo se sienten

josé e. Cabrero

Jueves, 22 de septiembre 2016, 12:53

Imagine. Esa es la invitación: imaginar.

Imagine que está cómodamente sentado en el sillón de su casa y, de repente, llaman a su puerta. ... Usted se levanta con toda parsimonia, preguntándose quién será a estas horas: ¿Algún familiar? No tiene pinta, por la hora que es. ¿Amigos, vecinos? Puede, pero suelen llamar antes. ¿Publicidad? Sí, definitivamente será publicidad. Gira el pomo de la puerta, abre el pestillo y procede al protocolo habitual: "Buenas tardes, ¿qué desea?" Al otro lado del umbral, una familia -hombre, mujer y niño- sostiene los bártulos de una vida mientras, con toda franqueza, le mira directamente a los ojos.

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