«Hacer una sustitución en un colegio te puede costar a ti el dinero»

Cuando se charla con ellos la primera sensación que se desprende es miedo. No quieren -así lo piden- que su nombre aparezca porque entienden que les puede perjudicar, pero tras ellos se esconden historias personales condicionadas por la administración. «Nuestra vida está en sus manos», afirman con cierta tristeza.

Dos de los jóvenes con los que charla IDEAL sacaron en el último examen al que se presentaron -el verano pasado- un 9,2. Una nota sobresaliente que no bastó para ocupar una plaza fija. «En cada tribunal de la oposición sólo una persona de 120 podía obtener plaza, por lo que hay quien con notas cercanas al 10 se ha quedado como interino», detallan.

Alguno de ellos acumulan hasta cuatro oposiciones aprobadas. Hay quien también lleva trabajando de forma consecutiva en la escuelas andaluzas más de cuatro años y medio y ahora volverá al paro a la espera de que se empiecen a quedar puestos libres en las aulas de Andalucía.

Esta situación se agrava en cada caso particular. Explican que tienen que estar permanentemente pendientes de una posible llamada de la Junta de Andalucía y que es complicado vivir con cierta normalidad. Uno de los interinos relata un caso particular: «Me marché a Almería a hacer una sustitución de cuatro días. Tuve que dormir en un hostal porque nadie me alquilaba un piso para cuatro días y, al final, si se le suma lo que me gasté en comida y gasolina, me costó el dinero hacer esa sustitución». La historia no acaba ahí: «Pero ese mismo día me llamaron para decirme que a la mañana siguiente debía personarme en la delegación de Educación de Cádiz. Viajé, dormí, firmé y volví a coger el coche hacia el Norte de la provincia, en donde me habían destinado». Sobre el sueldo mencionan que la Consejería de Educación paga habitualmente dos meses y medio después de empezar a trabajar, algo que les obliga a hipotecarse en algunos casos cuando quieren alquilar una vivienda en la que residir mientras que realizan una sustitución.

Para este curso escolar, los profesores interinos con los que charla IDEAL tenían previsto trabajar desde el 1 de septiembre y en base a ello hicieron planes. Hay quien tiene previsto casarse en unos meses y posiblemente no pueda irse de luna de miel, pero también quien no sabe dónde matricular a su hijo durante este curso, ya que no tener un destino fijo durante los diez meses que dura el año escolar implica tener que cambiar de colegio al niño en pleno curso o criarlo a distancia.

A ello se une que para ellos es un año previo a las oposiciones. Está previsto que para el comienzo del verano de 2017 se convoque una oferta de empleo público para docentes de Infantil y Primaria, algo que les obliga a plantearse este curso escolar de distinta manera. Reflexionan que es imposible dar las clases con la misma calidad en el curso escolar previo a unas oposiciones, porque el examen previsto a final de curso acaba condicionando durante las tardes la preparación de clases y su capacidad de entrar en la situación personal de cada alumno. Como alternativa plantean que no haya que renovar cada dos años un aprobado que ya se ha logrado. «Imagina que alguien cada vez que se compra un coche tuviera que renovar su carnet de conducir. Con un solo aprobado se demuestra la capacitación y debería bastar hasta obtener el puesto fijo», argumentan.

Concentración

Estos interinos abordaban la concentración de este jueves en Sevilla como una de las últimas posibilidades que tienen de salvar su puesto de trabajo y volver a enseñar en septiembre. Será en unos días cuando se conozca la adjudicación definitiva de destinos provisionales del cuerpo de maestros para el curso escolar 2016/2017 y sepan si la consejería da marcha atrás o mantiene la reducción de vacantes.