Condenan por atentado a un chaval que mandó callar a su profesora en mitad de una clase
El menor, según él mismo admitió, abroncó y amenazó a la docente después de que esta le reprendiera porque no dejaba de molestar
Carlos Morán
Lunes, 6 de junio 2016, 15:58
Un juzgado de Menores de Granada ha condenado por un delito de atentando a un chaval de 17 años que mandó callar a su profesora ... en mitad de una clase. El adolescente, según él mismo admitió, abroncó y amenazó a la docente después de que ésta le reprendiera porque no dejaba de molestar. «Lejos» de obedecer, el chico se revolvió y gritó a la víctima «que quien se tenía que callar era ella», según detalla la sentencia, que fue de conformidad, es decir, que no fue necesario celebrar la vista oral del juicio porque el muchacho asumió su culpa.
Como quiera que la profesora decidió rellenar un parte para denunciar la conducta del menor ante la dirección del centro educativo, éste se encendió aún más y derribó su pupitre. Instantes después, se acercó con malas intenciones a la docente «y, poniendo su cara junto a la de ella», le espetó, «también gritando, que 'supiese que no la había agredido ya porque era la profesora, que si no...'», recuerda la resolución judicial el desarrollo de los acontecimientos.
Funcionarios públicos
El suceso que ahora ha quedado zanjado judicialmente ocurrió el año pasado en un instituto de la provincia de Granada y la afectada tuvo que recibir asistencia médica debido al estado de nerviosismo que presentaba. Además, también sufrió lesiones de escasa relevancia.
Tras llevar a cabo la correspondiente investigación, la Fiscalía de Menores -que es la que realiza la instrucción en los asuntos de carácter penal en los que están implicados jóvenes de entre 14 y 17 años- catalogó los hechos como un delito de atentando y otro leve de lesiones.
En este sentido, el Código Penal dispone que son culpables «de atentado los que acometan a la autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos o empleen fuerza contra ellos, los intimiden gravemente o les hagan resistencia activa también grave, cuando se hallen ejecutando las funciones de sus cargos o con ocasión de ellas».
Pues bien, la sentencia concluye que el comportamiento del chico encaja perfectamente en dicha descripción. «En el caso que nos ocupa, el menor desobedece a la profesora y posteriormente se resiste y arremete contra ella, causándole lesiones, cuando esta está realizando sus funciones».
El propio adolescente reconoció que eso fue lo que sucedió y, en consecuencia, el juez le ha impuesto una medida de ocho meses de «tarea socio-educativa» que conlleva su participación en sesiones para controlar sus impulsos «y de apoyo a su formación académica», que dejaba bastante que desear.
También tendrá que indemnizar a la víctima y al Servicio Andaluz de Salud con una cantidad total de 139 euros.
Otros casos
Recientemente, otro juzgado de Menores de Granada impuso a un chaval 12 meses de asistencia a un centro de día, con contenido de resolución de conflictos, control de impulsos y apoyo educativo para la obtención de la ESA -Educación Secundaria Adultos-, por agredir al maestro de un familiar a la salida de un colegio durante el curso pasado en una localidad de la provincia.
El joven en cuestión, de 17 años, tuvo que abonar al perjudicado 4.000 euros.
Un informe del sindicato Anpe presentado en 2014 ya alertaba del aumento de las faltas de respeto, insultos y falsas acusaciones de los padres y alumnos contra los profesores. Este incremento de la conflictividad en las aulas unido a la desmotivación por los recortes y el descenso de la valoración social de su trabajo provoca que cada vez más docentes, hasta un 8%, piensen en abandonar la enseñanza.
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