Polvareda en el empedrado albaicinero

Concretamente, la Asociación Bajo Albaicín denuncia la intervención que se está realizando en la calle Horno de San Agustín y en otras vías y zonas adyacentes como la Placeta Aliatar. Según los vecinos, la calle -de tradicional empedrado granadino- ha sido sepultada en cemento. «No entendemos cómo pueden actuar así y que no se informe a nadie». Efectivamente, los residentes y comerciantes de la calle desconocían la intervención que el Ayuntamiento iba a hacer en su calle. Las opiniones al respecto eran encontradas. Una trabajadora de un comercio de la calle critica la falta de información y la actuación que han realizado. «Yo no sabía nada y ha sido un lío que no entendemos. Todo lleno de cemento, sin informar y con dudoso resultado», explicaba a las puertas de su negocio. Antonio, sin embargo, observaba los trabajos que los técnicos realizaban a pie de obra. «Si arreglan la calle mejor, porque las piedras estaban muy salidas y dolían hasta al andar».

Justo eso es lo que se está realizando. La concejal de Mantenimiento, Obras Públicas y Urbanismo, Isabel Nieto, explica que las actuaciones forman parte de la partida destinada a mantenimiento y que no suponen un gasto extra. «Se trata de obras de mejora que hacemos en el barrio ya sea en el pavimento, en las luminarias o en otro tipo de cuestiones». Nieto apunta que en ningún momento se trata de «alisar la calle o eliminar el empedrado», sino más bien de arreglarla y mejorarla. «Lo que se hace es fraguar la calle. Ponerle un lechazo de cemento que luego se rebaja con agua y con un cepillo. La idea es que todo esté más igualado pero manteniendo el empedrado».

Las formas

Los miembros de la asociación consideran que la forma de proceder no es la más adecuada y apuntan que si quieren arreglar el empedrado lo mejor es levantarlo y poner las piedras por la parte más plana para que no dañen al caminar. «Algo de una manera más lógica, que no cause tanto caos y con poca seguridad de que se esté haciendo de manera correcta».

En este sentido, la asociación ha contactado con la Agencia Albaicín -que hoy tienen su reunión anual- y ha puesto sobre aviso a Cultura, que no tenía conocimiento de lo que se estaba realizando en el barrio. Su responsable, Guillermo Quero, informó que en el mismo momento de la queja se solicitó información al Ayuntamiento y que se envió un técnico a la zona para comprobar qué se estaba realizando.

Lo cierto es que en cuestiones de empedrado no es la primera vez que el Albaicín se ve envuelto en una polémica. Ya cuando el titular de Cultura era Pedro Benzal, Junta y Ayuntamiento se enzarzaron en una «guerra» por la misma cuestión, que no estuvo exenta de paralizaciones de trabajos e, incluso, de investigaciones por parte de la Fiscalía para saber si el cambio de pavimento había vulnerado el Plan Especial de Protección de Reforma Interior (Pepri).