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Los terrenos de la Vega son más vulnerables que la zona del Albaicín

La Alhambra, Realejo y Bola de Oro tienen suelo más resistente que Zaidín y Área Metropolitana, pero los efectos también dependen del estado de los edificios

Á. P.

Domingo, 31 de enero 2016, 18:07

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Francisco Puentedura, concejal de IU, recuerda que la normativa de Protección Civil obliga a las distintas administraciones, entre ellas al Ayuntamiento de Granada, a la elaboración de planes de emergencia sísmica, aunque estos no están elaborados en ningún punto de la provincia. «Ese plan tendría que haberse resuelto hace años y es fundamental para desarrollar protocolos ordenados. Implica un análisis de riesgos, vulnerabilidad de edificios, precauciones y medidas, zonas de evacuación así como un catálogo de dispositivos públicos y privados», apostilla el edil.

Según Puentedura, hace seis años el pleno municipal aprobó una moción para la elaboración de ese plan sísmico. «Por ejemplo, si colapsa un hospital se ha de saber dónde montar un hospital de campaña, medidas de evacuación y emergencia en grandes centros públicos, un censo de grúas (privadas y públicas) en la ciudad, recursos sanitarios, médicos y profesionales, etc...».

«Entre los años 95 a 99 ya se realizó un diagnóstico donde se señalaban las zonas de la ciudad con mayor riesgo. Eran especialmente en los barrios cercanos a la Vega (por sus suelos más porosos y acuíferos). Las menos vulnerables están sobre suelo rocoso (Albaicín, Realejo, Bola de Oro y la Alhambra), aunque en el casco histórico muchas edificaciones tienen problemas estructurales y de cimentación lo que afecta a sus condiciones de seguridad ante un riesgo sísmico, ya que muchas de ellas están construidas antes de la primera normativa antisísmica, la de los años 70. Obviamente el crecimiento y desarrollo urbanístico en la ciudad también requiere de una actualización que no se ha hecho», denuncia Puentedura.

Aquellas conclusiones sobre el mapa de la peligrosidad de la capital coinciden en parte con el avance del plan sísmico dado por Jesús Cabrera, el jefe de bomberos, quien prevé presentarlo formalmente antes del próximo verano.

«Ese plan también contemplaría la ubicación en cada uno de los ocho distritos de la ciudad de un puesto de mando, centralizado todo en uno que estaría ubicado en el parque de bomberos de la zona Norte de Granada. También se habilitarían todos aquellos polideportivos municipales disponibles en la ciudad para acoger a la población que se quedara sin vivienda». Cada uno de los puestos de mando tendría que analizar aquellos edificios dañados, para saber si es necesario evacuarlos o no. «Uno de los problemas en el terremoto de Lorca fue que había edificios revisados por cuatro técnicos distintos y otros se quedaron sin mirar», sentencia Cabrera.

Patrimonio cultural

Otra de las grandes incógnitas en esta ciudad es si su patrimonio histórico cultura sería capaz de aguantar un temblor de tierra de magnitud superior a cinco grados. «La Alhambra dispone de un estudio de hace más de una década que analizó el aguante sísmico y salió muy bien parada. Además, en estos momentos, cuenta con un tipo de aplicaciones para contrarrestar los efectos de un terremoto», comentó Jesús Bermúdez, conservador del Patronato de la Alhambra.

Respecto al resto de monumentos, el profesor de la Universidad de Granada Amadeo Benavent Climent afirmó en el marco del IV congreso Nacional de Ingeniería Sísmica celebrado en 2015: «Son monumentos muy rígidos y poco dúctiles, lo que les permite someterse a grandes deformaciones sin llegar a romperse, si bien es necesario estudiar su vulnerabilidad caso por caso», informa José Ramón Villalba.

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