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Francisca Molina y Pilar Carretero, doctoras del área de Cirugía Fetal de Granada.
Bebés operados antes de nacer

Bebés operados antes de nacer

Granada es referencia en cirugía fetal en el Sur de España e interviene a 33 embarazadas cada año

Ángeles Peñalver

Miércoles, 13 de enero 2016, 01:50

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La unidad de cirugía fetal del Clínico es referencia en todo el Sur de España y hasta ella llegan embarazadas de Murcia, Canarias, de Castilla la Mancha y del área oriental de Andalucía para operarse en plena gestación y resolver problemas que de otra manera harían inviable la vida del feto.

El día anterior de realizar esta información, los doctores de esa área intervinieron a una mujer derivada de Córdoba con una gestación múltiple en la que uno de los dos bebés carecía de cerebro. En ese caso se detuvo la vida del feto enfermo y se desliaron los cordones umbilicales para garantizar el buen desarrollo del sano. La cosa se resolvió de una manera tan novedosa que esa cirugía -a una andaluza de 18 semanas de gestación- se ha publicado en revistas especializadas del mundo.

Según cuenta la ginecóloga Francisca Molina, sus pacientes son mujeres que han descubierto en el embarazo que sus hijos traen alguna malformación a través de los controles rutinarios y llegan así a este departamento especializado en el abordaje de esas patologías. En las dependencias realizan unas 200 ecografías al mes y los seguimientos de los casos. Y si la patología es intervenible intraútero se procede a ello. Esto último ocurre alrededor de dos o tres veces al mes. Unas 33 embarazadas pasan cada año por quirófano para que se opere a los no nacidos.

La última esperanza

«Del total, hacemos unas 24 cirugías fetales al año en las situaciones de gemelos idénticos que comparten placenta. En esos casos se descompensa su desarrollo porque puede estar pasando sangre de uno a otro y uno moriría por demasiada sangre y otro se quedaría sin flujo. Se evita el fracaso porque se separa la placenta para que cada uno tenga la suya y vivan los dos. De no operar, los bebés se morirían, pero si intervienes tienes un 75% de probabilidad de que se salven los dos y un 80% de que lo haga uno», explica Francisca Molina, responsable del área. «Suelen ser mujeres que llegan tras dar muchas vueltas y tras habérsele invitado a abortar, por lo que en el fondo se sienten aliviadas y si todo va bien te mandan fotos de los críos todos los años y se hacen devotas de la unidad», comenta la doctora, quien generalmente opera junto a su equipo desde las 18 a las 26 semanas de gestación.

La experta narra que ahora a los futuros bebés se les puede hacer analítica de sangre, una resonancia -esto último lo realiza en el Maternal la doctora Elena Pastor, que es pionera en ello- y otras pruebas que hasta hace poco eran impensables. Por ejemplo, transfusiones de sangre a los fetos se hacen alrededor de 20 al año en el Clínico para curar anemias graves, más unas seis en el Maternal. Gracias a esas técnicas, bebés cuya vida antes corría peligro, hoy llegan a buen término. No es de extrañar que en los despachos de la doctora Molina y su compañera, Pilar Carretero, cuelguen decenas de fotos de recién nacidos y padres agradecidos por ello.

3% de partos gemelares

«La gestación gemelar -cada vez más frecuente por la reproducción asistida- y el diagnóstico precoz de sus complicaciones se abordan casi a diario, ten en cuenta que en el Clínico ya tenemos un 3% de partos gemelares», añade la doctora, que se formó durante varios años en Londres con profesionales de referencia mundial. La especialización es uno de los grandes problemas de esta disciplina en España, ya que no existe formación reglada, por lo que los profesionales inquietos se ven obligados a irse al extranjero para obtener méritos acreditados.

Otras de las intervenciones que llevan a cabo en Granada es la introducción de catéteres de drenaje en fetos con los pulmones o la vejiga encharcados, para que la acumulación de líquidos no les dañe los órganos. Esto último sólo se hace en dos o tres ocasiones al año en el Clínico y apenas una en el Materno, donde los responsables del área son los doctores María Paz Carrillo Badillo y Javier Malde. «Yo espero que con la fusión hospitalaria mejoren cosas que nos ayuden a tirar para adelante, como poder intervenir intraútero hernias diafragmáticas o espinas bífidas para minimizar las secuelas posteriores en el niño en el caso de los padres que no contemplan el aborto bajo ninguna situación», apostilla la doctora Molina, quien trajo a Granada hace ya diez años la posibilidad de hacer biopsias de placenta para saber lo antes posible si el bebé era síndrome de down o no.

«De todas formas eso ya incluso está desfasado, porque con un análisis de sangre de la madre ya se puede conocer el ADN del bebé con un 99% de fiabilidad, lo que ocurre es que el SAS no lo hace aún», reconoce.

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