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El Aljibe del Zenete es uno de los lugares para los que se han solicitado cámaras de videovigilancia.
La fiscalía ha recibido sólo 16 denuncias en año y medio por pintadas en lugares protegidos

La fiscalía ha recibido sólo 16 denuncias en año y medio por pintadas en lugares protegidos

El Ayuntamiento ha informado de daños en tres BIC, ninguno de ellos en los que ha solicitado cámaras de vigilancia

M. V. Cobo

Viernes, 2 de octubre 2015, 01:48

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La memoria de la Fiscalía Superior de Andalucía de 2008 no reflejaba ni una sola denuncia por pintadas en los monumentos protegidos. Sin embargo, la realidad era bien distinta y los grafitis se extendían por la ciudad como una mancha de aceite. El Fiscal Superior de Andalucía, Jesús García Calderón, ordenó entonces a los cuerpos policiales que se abrieran diligencias de oficio por este tipo de hechos, aunque no hubiera denuncia del propietario. También trató de implicar a las distintas administraciones en esta cruzada en defensa del patrimonio, para que Ayuntamiento, Junta, Iglesia o Estado dieran el paso de denunciar cuando detectaran este tipo de daños en los monumentos de la ciudad. Transcurridos varios años, las cifras son 'raquíticas'. En todo 2014 y el primer semestre de 2015 sólo se han registrado 16 denuncias por daños en edificios protegidos, entre los que hay pintadas, pero también daños y robos. Y de todas ellas, sólo una se refiere a alguno de los lugares en los que se han pedido cámaras de videovigilancia. Concretamente, la Asociación de Vecinos del Bajo Albaicín informó en diciembre de 2014 sobre las pintadas aparecidas en el Arco de las Pesas. No hay denuncias relativas al monasterio de Santa Isabel la Real, al Aljibe del Zenete, a la Puerta Monaita, al Arco de Elvira o al Palacio de Dar Al-Horra.

79 edificios catalogados

Según los datos facilitados por la unidad de Policía Judicial adscrita a la fiscalía, en todo 2014 se registraron diez denuncias por daños en los Bienes de Interés Cultural y otras seis en el primer semestre del presente año.

De ese total, la Junta presentó tres relativas a edificios catalogados, dos de su propiedad -hay diez de la Junta- y uno del Estado. Una de ellas relataba daños en el Alcázar del Genil; en otra ocasión denunció el intento de robo de ladrillos en la Alhambra; y la tercera se refiere a daños en la biblioteca provincial de la calle Profesor Sáinz Cantero.

Grafitis que no aparecen en la estadística

  • Un simple paseo por la hemeroteca de este periódico permite encontrar numerosos ejemplos de grafitis que no llegan a denunciarse ante la justicia. Esto supone que, en caso de sorprender al autor en otra fechoría, no se le podrá acusar de pintadas sobre las que no se han abierto diligencias.

  • Así, durante los años 2014 y 2015, periodo en el que hemos podido acceder al listado de diligencias que constan en la Fiscalía Superior, hay un buen número de casos. En septiembre de 2014, por ejemplo, quedaron registradas en las páginas de este periódico pintadas en el Aljibe de San Luis y en el Huerto del Carlos, ambos entornos del Albaicín, que goza de protección especial. Sin embargo, no están en la estadística criminal. Tampoco aparecen pintadas con letras de inspiración árabe en las calles Panaderos, o Minas, del Albaicín, aunque la asociación del Bajo Albaicín sí denunció la del Arco de las Pesas.

El Ayuntamiento, que es propietario de ocho entornos BIC -incluido toda el área del Salón-, ha presentado cuatro denuncias, sumando las de la Policía Local. En dos ocasiones, un trabajador de la biblioteca municipal del Paseo del Salón denunció la aparición de borrones en el edificio -una vez en 2014 y otra en 2015- y la Policía Local también abrió diligencias en dos ocasiones al sorprender 'in fraganti' a los vándalos, una vez en la muralla medina -donde identificaron a tres personas- y otra en la Catedral -donde hubo un detenido-.

En este periodo hay también una denuncia de la Iglesia, que es propietaria de 22 edificios BIC en la capital. Los hechos de los que avisaron fueron unos daños en la Capilla Real. El Estado, que tiene la propiedad de catorce BIC en la ciudad, sólo informó de daños en la Casa del Chapiz, en la cuesta del mismo nombre.

En la capital hay 79 edificios catalogados como Bien de Interés Cultural, además de que el Albaicín, por ejemplo, es un entorno protegido. También lo son los jardines del Genil y el entorno de la Basílica de las Angustias, por lo que cualquier pintada en una de las farolas, un supuesto, es susceptible de convertirse en un delito. La petición para colocar cámaras en seis enclaves protegidos del Albaicín contrasta con la escasez de denuncias sobre daños en estos lugares concretos.

Concienciación

El Fiscal Superior de Andalucía, Jesús García Calderón, apuntó a la necesidad de aumentar la concienciación ciudadana e institucional sobre este asunto, «que es una lacra de dimensión nacional, no ocurre sólo en Granada». Se trata, según el fiscal, «de un delito que no aparece en la estadística criminal porque hasta hace unos años no se denunciaba; ahora han empezado a crecer las denuncias». García Calderón explica que la dimensión de este tipo de actos va más allá del daño al patrimonio histórico, ya que además suele tener un alto coste retirar esas pintadas en estos edificios, lo que impide en muchos casos que se pueda rehabilitar. La relevancia que está adquiriendo este asunto se aprecia, según apunta el fiscal, en que se han endurecido las penas, que pueden oscilar incluso entre los tres y los cuatro años y medio de prisión.

La Policía Judicial elaboró un completo catálogo de pintadas en el que comprobaron que el 67,5% de los BIC estaban afectados por estos grafitis.

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