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Curro Albaicín posa en la Alhambra, con la ciudad a sus espaldas.
«Me gusta Cuba porque me recuerda al Sacromonte de cuando yo era chico: todo el día cantando, bailando y haciendo el amor»

«Me gusta Cuba porque me recuerda al Sacromonte de cuando yo era chico: todo el día cantando, bailando y haciendo el amor»

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Carlos Morán

Lunes, 3 de agosto 2015, 00:27

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El maestro Curro Albaicín (El Sacromonte, 1948) está escribiendo un nuevo libro en el que promete contarlo todo... o casi todo. ¡Cuidadín!, que diría el gran Chiquito de la Calzada. Con una letra esforzada -«soy medio analfabeto», confiesa- y diminuta, trabaja en una recopilación de anécdotas acaecidas en el Sacromonte y el Albaicín, los dos bastones sobre los que apoya su larga vida y una figura poderosa que recuerda a la de un indio apache (pero en rubio y con ojos azules). Asegura Curro que en su nueva obra saldrá «lo bueno», «lo malo» y «lo regular» que no se callará nada -salvo algún nombre, para no comprometer la honra de algunos personajes ante su descendencia-. «Por ejemplo, voy a decir lo que pasaba en los velatorios», avanza.

¿Y qué ocurría?

Que nos reíamos mucho.

No me diga.

Bueno, al principio nos echábamos tierra en la cara y nos rompíamos la ropa. Pero luego, como los velatorios eran tan largos, se empezaba a largar del muerto y no veas... He visto cosas surrealistas.

Quizás incluya también en el libro el relato de los tres días -con sus tres noches- que los Duques de Windsor estuvieron alojados en la cueva de Lola Medina sin salir ni para airearse. «Les daban de comer con una de esa palas que usan los panaderos», detalla. También puede que narre el episodio del apretón que le dio a la aristócrata y millonaria Bárbara Hutton -fue esposa del actor Cary Grant- después de meterse entre pecho y espalda un plato de coles «con su morcilla» que le había preparado la madre de Curro. Se conoce que la mujer estaba poco acostumbrada al menú sacromontano y acabó aliviándose en un caldero mientras «arrastraba el visón por el suelo». ¿Hay arte o no hay arte? Lo que sigue es Curro Albaicín en estado puro.

Usted se ha ganado por méritos propios el cargo de médico del Sacromonte...

¡¿Médico!?, ja, ja, ja... Soy el gurú de la tribu, ja, ja, ja.

¿Y cómo anda de pulso el barrio?

Muy mal. El barrio está fatal.

Pero parece que se ven más turistas paseando por las 'vereas', ¿o es un espejismo?

El problema no es la gente. El problema es que el barrio no tiene ninguna infraestructura ni los servicios mínimos. No hay ni un sitio ni para mear. Aquí llegan los turistas y les tengo que dejar que lo hagan en mi cueva... ¿Cómo le voy a prohibir eso a un ser humano? Luego están las presas de los tres barrancos: dos están llenas de tierra y en la tercera es que no hay ni presa... En el momento que haya una avenida, vamos a tener una desgracia. Hace años ya se ahogó una en la cueva del al lado. Un barrio turístico como este tiene que tener unos servicios mínimos. Es verdad que los espectáculos flamencos funcionan muy bien por la noche. Los autocares vienen y dejan a la gente, pero luego la recogen y se van. Los turistas no pernoctan en el barrio, no viven en el barrio... Esto es un barrio fantasma. Y los políticos son todos iguales. Durante el mandato del PP no se ha pegado ni un solo ladrillo en el Sacromonte. Y si estoy diciendo mentira, que me lleven al juzgado. ¡Ni un solo ladrillo! Y aquí no hacen falta grandes inversiones. Además, ¿qué inversión vas a pedir si ya se lo han llevado 'to'?

¿Y qué tal está el Albaicín?

Igual. El Albaicín está sucio, sucio, sucio... Todo eso de las pintadas se tiene que evitar. Yo voy mucho a Córdoba y no hay ni una sola pintada. ¿Por qué aquí sí, si tenemos la misma ley?

¿Por qué?

No, si yo no lo entiendo. Me lo pregunto... Y por eso es la lucha de tantos años que hemos llevado 'el Juanillo', 'pobretico', o yo. No nos han hecho caso y encima la han tomado con nosotros. A mí me han hecho un boicot. A los artistas que no militamos en algún partido no nos dan trabajo. 'Asín' está todo.

¿Y eso pasa también con los partidos nuevos?

Los partidos nuevos ya sabemos lo que son: uno es de izquierdas y el otro es una rama de la derecha. Estos lo harán igual. No hay verdad en los políticos. La mayor alegría de mi vida es que me iré sin deberle nada a ningún político. Todo lo que he investigado y escrito sobre el Sacromonte me ha costado media vida en horas sin que nadie del Ayuntamiento ni de nada me haya ayudado. Hay momento en que me desilusiono y me digo: '¿Por qué en lugar de estar aquí no me voy de vacaciones a Cuba?'

¿Le gusta Cuba?

Sí. Voy mucho. Me gusta la música de allí. También el teatro. Cuba me recuerda al Sacromonte de cuando yo era chico: todo el día cantando, bailando y haciendo el amor. Aquí éramos igual, ja, ja, ja. Nos daban un vasillo de vino y ya estábamos bailando y cantando y, si podíamos, echando fuego como los dragones, ja, ja, ja.

Volvamos al Sacromonte y al Albaicín, ¿cómo se está viviendo aquí la crisis?

Como todo el mundo. Las madres están manteniendo a los hijos porque están en el paro.

¿Qué le parece la idea de que la Alhambra ceda una parte de su recaudación para rehabilitar el Albaicín?

-La Alhambra tendría que dar todos los años millones para arreglar el Albaicín y el Sacromonte. Cuando uno se asoma a la Alhambra, lo primero que se ve es San Miguel Alto y el Sacromonte, pero parece un paisaje lunar, no hay más que 'bujeros'. En el Sacromonte no hay dinero para las fiestas patronales, no hay una farmacia... No hay nada. Es un barrio escaparate. Es el más bonito del mundo, pero tiene que tener sus comodidades.

¿Conoce a Reynaldo Fernández Manzano, el nuevo director de la Alhambra?

Sí, lo conozco desde chico, desde que nació.

¿Y qué opina de él?

Me parece una excelente persona. Aquí en el Sacromonte lo queremos mucho. Creo que va a hacer una buena gestión porque, como buen músico, es sensible. Está en el puesto más bonito que se puede estar en Granada: ser el califa de la Alhambra, ja, ja, ja.

¿Se atrevería usted a dirigir la Alhambra?

No... No me veo... Aunque conozco muy bien la Alhambra. Cuando éramos chicos nos metíamos con los perros por una acequia de la Cuesta de los Chinos y salíamos a Los Albercones. Y los dos guardas que había, porque no había más, salían detrás de nosotros... No veas.

El AVE no llega, el metro tampoco, el Centro Lorca está pero de aquella manera... ¿Le ha echado alguien el mal de ojo a Granada?

Eso son los políticos... Todos los políticos, que no se crea la gente que estoy en contra de un partido. En Málaga, el PP y el PSOE se unen para hacer cosas. En cambio aquí uno hace un proyecto y el otro le dice que no. Uno por el otro, la casa sin barrer. Granada es la bella durmiente. Desde que entró Isabel 'la caótica', cayó como una maldición sobre Granada. Los 'granaínos' somos unos andaluces muy raros y muy pasotas.

¿Nunca le han tentado para que se meta en política?

Los partidos nuevos, no. Los viejos, sí... Uno me quiso comprar, pero yo paso de la política. Otra cosa que no entiendo es que los políticos tengan esas pedazo de pagas cuando el pueblo está pasando hambre. ¡No lo entiendo! Tampoco entiendo que tengamos que pagar a los curas. Las religiones y las creencias las deben mantener los que las tienen... Pero, bueno, me callo porque ya no podemos decir nada con la 'ley de la mordaza', ja, ja, ja.

Bueno, ya ha dicho bastante...

Yo siempre he estado luchando. No he ganado la batalla, pero sigo luchando. No me he rendido y ahí voy a estar. Dicen que soy un artista molesto. Lo vuelvo a repetir: que me lleven al juzgado cuando diga una mentira. ¿Qué han puesto en el Sacromonte en los últimos doce años? Un 'fuentecica' puso Sebastián y ya está. Estamos muy abandonados y creo que es porque aquí no hay votos. Somos muy pocos...

¿Pero usted vota?

Yo sí. A pesar de todo.

¿Le interesa la búsqueda de los restos de Federico?

No, que va. Se sabe, o se cree, que lo mataron en Víznar. Ya está. Él no tiene hijos... Sus hijos somos los amantes de su poesía. Y su familia no está por eso. Si yo fuera él, me gustaría quedarme en aquel sitio para siempre. Entiendo a la gente que tiene desaparecidos y que quiere saber dónde están... Pero con Lorca, lo que se tenía que hacer es ponerle un monumento en la Alhambra, que es lo que decía Machado.

No es que le quiera enterrar, ¿pero ya hay 'curristas' dispuestos a coger el relevo?

Ya hay muchas mujeres y hombres haciendo mis cosas. Y a mí me da alegría. Luego, mi hermana y yo queremos dejar la cueva a Granada para que se haga una fundación.... Pero me tendrán que ayudar. ¡Qué sé yo cómo se hace una fundación!

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