Granada y Málaga, a dos velocidades

El debate guste o no está en la calle. En 'IDEAL a Fondo' repasaremos, en los próximos días, la evolución de las dos capitales y provincias en los últimos 15 años.

Al filo del siglo XXI, Málaga miraba todavía casi en exclusiva a su Costa del Sol, fuente de riqueza y empleo turístico desde los sesenta. Pero en la capital ya comenzaba a despuntar el Parque Tecnológico, que dotó a Málaga de un barniz de innovación, sobre todo en el ámbito de las telecomunicaciones. Las infraestructuras se quedaron pequeñas, con un aeropuerto que en verano colgaba el cartel de completo y atascos insoportables en la autovías de acceso a la capital. La luminosa capital malagueña, sin embargo, pasaba desapercibida para el turismo, que la consideraba una ciudad de tamaño medio sin grandes polos de atracción.

En cambio, hace 15 años, Granada podía presumir de su historia, con una capital rica en patrimonio, coronada por la Alhambra. La capital tenía el marchamo de hervidero de cultura, con el imponente festival de Música y Danza; contaba con la estación de esquí más al Sur de Europa y la Costa Tropical soñaba con mejorar sus conexiones para ir creciendo en turistas.

Ambas provincias miraban al futuro con optimismo a finales del siglo pasado; hace tan solo 15 años. Tanto Málaga como Granada emprendían al mismo tiempo los proyectos del metro, casi a la par comenzaba a perfilarse la llegada del tren de Alta Velocidad y, en ambas, se pensaba ya en mejorar y ampliar las carreteras de acceso.

Un mismo punto de partida. Pero transcurridos estos 15 años las dos capitales tienen una foto diferente. Málaga no solo ha logrado inaugurar una línea de AVE con Madrid antes de que la crisis obligara a recortar los proyectos, sino que ha estrenado varias carreteras que han mejorado los accesos a la capital y a su cinturón. El aeropuerto se sometió a una ampliación que le permitirá crecer durante décadas y la capital, esa que no tenía más de un párrafo en las guías turísticas, presume ahora de haberse reinventado como ciudad peatonal y con varios imprescindibles, como el Museo Picasso, el proyectado Centro Pompidou o la cita con el festival de Cine Español.

En Granada, las administraciones sacaron la tijera cuando muchos proyectos estaban a medias o ni habían comenzado y la confrontación entre partidos y gobiernos de distinto signo no ha contribuido, desde luego, a acelerarlas. Los retrasos han marcado la evolución de las infraestructuras, desde la sangrante situación de la A-7 a la llamada primera fase del AVE, que llegará en vía única, cruzando Loja y sin soterramiento en la capital. La segunda circunvalación de la que parte del presupuesto se ha desviado a Cádiz y Jaén no tiene ni fecha para retomar las obras de los dos tramos que están parados y el metro también se retrasa hasta 2015. Pero si las infraestructuras nunca han sido el punto fuerte de Granada, lo que sí le debe hacer perder la calma es que Málaga le dispute su corona de capital cultural.

Si valorar el peso cultural o político de ambas provincias puede ser una cuestión subjetiva, lo que no deja espacio para el debate son las cifras económicas que ratifican que, a día de hoy, Málaga no solo saca ventaja económica a Granada porque partiera de una posición más favorable, sino porque también ha corrido más rápido.

En los próximos días les mostraremos más entregas de este informe. Puede participar en el debate en redes sociales, a través de la conversación #IDEALafondo o en los comentarios en nuestra página de Facebook.