La pasta 'granaína' de la que está hecha la 'pasta'

Corría el año 1953 cuando Celsur, renombrada hoy bajo la razón social de Cotton South, se inició en la fabricación de celulosa a partir de esparto, aunque dos décadas más tarde experimentó una trascendental transformación que la convertiría en una de las pocas factorías del mundo en el uso de los "linters" de algodón.

Esa materia prima es la parte de fibra unida a la semilla de algodón que no puede ser empleada para uso textil y que se obtiene a partir de la limpieza de la semilla previa al proceso de extracción de un tipo de aceite que actualmente no se produce en España.

En esta fábrica única, esos "linters" son sometidos a un proceso de limpieza, cocción, blanqueo, lavado, depuración y tratamiento hasta su transformación como celulosa de algodón, ha explicado a Efe Luis María García, director comercial de Celsur.

Por su resistencia, durabilidad, suavidad o porosidad esta celulosa de algodón puede destinarse a papeles especiales de alta calidad, a la industria química para la fabricación de nitrocelulosas (industriales y explosivos) y en otros derivados.

Pero la producción de pasta de celulosa de algodón acaba en su mayoría en otro tipo de "pasta", ya que la industria papelera la utiliza como materia prima para la elaboración de papel moneda, con el que diferentes fabricantes europeos hacen muchos de los billetes oficiales que se "pasean" por medio mundo.

Aunque, como explica García, la factoría granadina desconoce si esa "pasta" que elabora acaba concretamente en euros, rupias, bolívares o cualquier otra divisa de curso legal, lo cierto es que prácticamente el total de su producción se destina a papel, del cual sobre un 70 por ciento es para papel moneda y de seguridad.

De hecho, la expansión de la firma ha tenido precisamente en ese sector un ritmo creciente y se mantiene en el grupo de líderes mundiales dentro de su actividad, compitiendo con las empresas extrajeras más importantes de Estados Unidos y China.

Sólo en 2013, Celsur tuvo una producción cercana a las 10.000 toneladas y facturó cerca de 16,5 millones de euros, ha precisado su director comercial, que ha destacado que desde los últimos 15 años su progresión ha sido "ascendente" y que el presente año y el próximo prevén vender incluso más que los anteriores.

Dada la exclusividad de su actividad en Europa y el escaso número de firmas dedicadas a la misma en todo el mundo, la empresa está además continuamente obligada a llevar a cabo investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) propios.

Esta inquietud también se traslada al desarrollo de productos y aplicaciones, de ahí que analicen nuevos usos en campos como la industria química, la farmacéutica o la alimentaría.

Más allá de las grandes cifras que es capaz de mover, la firma puede presumir asimismo de que pertenece en su mayoría, un 70 por ciento, a socios y trabajadores locales, mientras que el resto es propiedad de una sociedad de capital-riesgo perteneciente en la actualidad a CajaGranada, integrada en el grupo bancario BMN.