Asadura matancera al calor humano
Más de 3.000 personas se reúnen en la Plaza Mayor de Güéjar Sierra para la fiesta de la asadura
ROMÁN URRUTIA
Domingo, 3 de febrero 2013, 03:47
Hace dieciocho años, un día gris, frío y serrano se instauraba en la Plaza Mayor de Güéjar Sierra la fiesta de la asadura matancera. Lo ... regidores en entonces quisieron invitar a los granadinos a las viandas de la matanza para crear una fiesta de futuro. Y lo consiguieron. Ayer 500 kilos de asadura, 150 de cebolla, 50 de tomate, 10 de orejones, 20 de pimientos asados, 10 de ajos, 8 de azúcar, 45 litros de vino, 10 de vinagre y unas buenas dosis de comino, orégano y almendras es lo que necesitaron Antonio Raya y una veintena de amigos , incluidos concejales, para elaborar más de 3.000 raciones de asadura matancera.
Un manjar que da nombre a la fiesta que ayer se celebró en la serrana localidad de Güéjar Sierra y que, como cada año, superó las previsiones y llevó hasta la Plaza Mayor y sus alrededores a casi 4.000 comensales. Resaltan desde el Ayuntamiento que los comerciantes, los empresarios de la localidad, son quienes hacen posible que la fiesta se celebre. Si ellos lo dicen así será.
Todo, absolutamente todo, era autóctono: pan, vino, alimentos y, sobre todo, calor humano, que fue el principal ingrediente de la fiesta y en eso los güejareños son expertos.
Vino de la tierra gratis para quien comprara una jarra conmemorativa cuya recaudación iba para el banco de alimentos, un sol que el día regaló durante la hora de la comida y un público heterogéneo han conseguido que en sus 18 años la asadura esté cada vez más buena y el ambiente sea cada vez más cálido.
El pueblo, se vuelca
El pueblo entero preparó el escenario porque la tienda de Tere creó el escaparate del siglo con mermelada de higo y pimientos secos, las tabernas se volcaron en hacer el rodaje con tapas que prepararon los paladares para el plato fuerte y los viejos de siempre fueron espectadores de primera fila de algo que se repite cada año para ellos y que les gusta.
Había gente que hace gente y jóvenes artesanos de pulsera de cuero tomando la asadura junto a la creme de la creme con sombreros de moda que ayer eran tan de pueblo como el policía municipal o el propio alcalde, José Antonio Robles, que casi llega tarde por ver a su hijo emular a Ronaldo y a Messi en el pabellón.
Y Estela González, que se ha currado ser titular de la nueva concejalía no solo de Turismo sino de humeantes peroles varios, huele a carne de asadura porque allí andaba entre fogones removiendo los fuegos y frotándose los ojos del humo que la cegaba.
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