Mujer con galones

Carme Chacón fue, durante la pasada campaña electoral, la viva imagen de la 'Cataluña optimista'. Su rostro, en el que se conjugan sin estorbarse una amplia sonrisa dentífrica y unas gafitas de progre moderna e intelectual, aparecía estampado, en proporciones faraónicas, sobre un fondo rojo pasión en los carteles electorales del PSC. Había mucha, algunos decían que demasiada, fe depositada en ella. Pero la noche del 9 de marzo se supo que tanto optimismo no era infundado. Como cabeza de lista, Chacón logró 25 diputados. Igualó el histórico resultado de 1982 y superó las cifras de los anteriores comicios, lo cual supuso uno de los mayores triunfos políticos de su partido. Antes de semejante victoria ya había logrado otro hito. Se convirtió en la ministra más joven de la democracia española al asumir, en abril de 2006, la cartera de Vivienda con sólo 36 años. El cargo lo 'heredó' de María Antonia Trujillo, que pereció políticamente, víctima de la claustrofobia de aquellos famosos pisitos de treinta metros cuadrados. De Chacón se ha dicho que siguió vendiendo el mismo proyecto que su antecesora, sólo que con más poder de convicción y mayor capacidad de gestión, dos de las principales cualidades que se le atribuyen como animal político.

'Mestiza' de Esplugas

La nueva ministra de Defensa nació un 13 de marzo de 1971 en el cinturón industrial barcelonés del Baix Llobregat, y más concretamente en Esplugas, una localidad donde lo normal es ser, como ella dice, «mestiza». Hija de almeriense y catalana, Carme lleva lo autóctono en el nombre y lo andaluz en el primer apellido; aunque ayer, por culpa de un 'lapsus' quizá freudiano, Zapatero, en el momento de hacer público su nombramiento, se lo catalanizó convirtiéndolo en «Chacó». Tal vez el presidente ignore, o quizá lo intuya, que a Chacón le apodaban 'La Machacón' por su agresividad en las canchas de voleibol y baloncesto, deportes en los que destacaba cuando era una estudiante «deportista, tímida y rebelde» con las monjas capuchinas. De su infancia, le ha quedado la nostalgia de «aquellos veranos de tres meses» en San Juan de los Terrenos (Almería) y el aroma de las cenas familiares a base de «tortilla, jamón cocido y pan con tomate» que se celebraban cada viernes cuando su padre, que trabajaba fuera de Cataluña, regresaba a casa para pasar el fin de semana.

Empollona hasta la médula, Chacón se pagó los estudios de Derecho trabajando como dependienta en El Corte Inglés, y en cuanto pudo, a base de becas que le permitieron ampliar sus conocimientos en el Reino Unido, Suiza y Canadá. Se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona y obtuvo el doctorado con Matrícula de Honor Cum Laude por un trabajo de investigación sobre el federalismo. Habla inglés y francés, algo no demasiado habitual entre la clase política. Y aunque llegó a ser profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Girona, su verdadera 'carrera profesional' se ha forjado dentro del partido socialista, al que se afilió con sólo 16 años, impulsada por el ejemplo de un abuelo anarquista represaliado por el franquismo. En el PSC, creció a la sombra de Montilla, y pronto llegó a ser una destacada representante del 'sector de los capitanes'. En 1999 fue nombrada concejal del Ayuntamiento de Esplugas y cuentan sus vecinos que pronto se hizo más famosa que el propio alcalde. «Carme aquí cae muy bien. No se le ha subido a la cabeza», comenta un joven del pueblo.

Perteneciente al núcleo más íntimo de Zapatero, Chacón ha sabido compaginar su imparable carrera política -diputada, vocal, miembro de la Ejecutiva... - con una intensa vida privada. Se casó siendo ya ministra con Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación. Fue una ceremonia íntima y privada en el Ayuntamiento de Esplugas. Chacón se vistió de «novia, novia», según explica Rosa Clará, quien aún la recuerda repasando su discurso como cabeza de lista del PSC durante las pruebas del traje nupcial.

Zapatero, el primero

En verano, Carmen Chacón romperá aguas y de paso, otro molde: se convertirá en la primera ministra que dé a luz durante el ejercicio de su cargo. Cuando posó para la revista Elle con un escotado y vaporoso vestido y un sobrino en brazos, reveló que la primera persona en conocer su embarazo fue Zapatero y que desde entonces cada vez que él habla con ella lo primero que le pregunta es: «¿Cómo está nuestro niño?». Fue también el presidente quien le animó a no perderse «lo más lindo que existe en el mundo: tener hijos». Y Chacón está dispuesta a compatibilizar trabajo y maternidad. Una vez dejó entrever que tal vez sería su marido quien hiciera uso de la baja maternal de 16 semanas.

«Soy la niña de Felipe», proclamó Chacón en un mitin. «La niña de Zapatero», le llaman sus conocidos. Y ahora, como la primera mujer y la más joven ministra de Defensa de la Historia de España alguien podría considerarla también 'la niña del regimiento'. Carmen Chacón Piqueras, que ya ha entrado en un par de ocasiones en contacto con soldados españoles como observadora internacional de la OSCE en Bosnia y en Albania, será a sus 37 años, y a partir de mañana, la ministra de las Fuerzas Armadas Españolas; que son las que cuentan con el mayor número de mujeres de toda la Unión Europea, es cierto, pero esa proporción no pasa del 13,5%. Ahora bien, teniendo en cuenta que al comienzo de la democracia ser mujer y militar era anecdótico y que el cargo que ahora ostenta Chacón lo ocupaba Manuel Gutiérrez Mellado, se puede decir que en este país ha llovido, como dice la canción, a cántaros.