La mayoría de comunidades pueden reproducir el bloqueo andaluz tras el 24M
Solo en Castilla la Mancha y Asturias habría presidente sin necesidad de ir a unas nuevas elecciones
María Dolores Tortosa
Sábado, 16 de mayo 2015, 12:12
El PSOE achaca la posición de bloqueo para la investidura de Susana Díaz a intereses tácticos de los partidos cara a las elecciones municipales y ... autonómicas del 24 de mayo. De hecho la mayoría de parlamentos y ayuntamientos pueden verse en una situación similar a la de Andalucía según las encuestas. La del CIS de la pasada semana solo auguraba la mayoría absoluta del PP en Castilla León. En las doce comunidades restantes que también concurren este 24 de mayo a las urnas se necesitarán
pactos y los partidos emergentes jugarán un papel importante. Susana Díaz ya ha advertido que no consentirá que Andalucía sirva de cromo o moneda de cambio con otras comunidades para lograr que su investidura salga adelante.
Lo cierto es que esta posibilidad cobra relevancia una vez que el Parlamento andaluz ha rechazado por tercera vez la investidura de Díaz por la negativa de todos los partidos de la oposición a facilitarla con su abstención y por sumar estos mayoría. Este jueves los 62 diputados que forman PP (33), Podemos (15), Ciudadanos (9) e Izquierda Unida (5) volvieron a votar no.
Pese a que Díaz es la única candidata y el PSOE el único partido dispuesto a formar gobierno, las restantes fuerzas suman mayoría en la Cámara andaluza y pueden impedir la investidura, ya que para que salga adelante se necesita que el aspirante sea elegido por mayoría simple, es decir, que no haya más votos en contra que a favor. En el caso andaluz actual solo con 16 abstenciones la investidura sería factible.
Esto es así por la fórmula existente en Andalucía para la elección del presidente de la Junta de Andalucía según el Estatuto de Autonomía, que coincide con la de la mayoría de las 13 comunidades que concurren a las elecciones del 24 de mayo, todas salvo Castilla la Mancha y Principado de Asturias, como veremos más adelante. Para la investidura de los presidentes autonómicos prima la solución recogida por la Constitución para el presidente de la nación, es decir, mayoría absoluta en primera instancia y mayoría simple en segunda. En casi todas las autonomías, como en Andalucía, puede darse la circunstancia de que el número de votos en contra sea mayor que el del candidato o candidata y tengan que convocarse elecciones si transcurridos dos meses (tres meses en el caso de Navarra) no prospera la investidura. La fórmula difiere en algunos aspectos, ya que en algunas autonomías puede presentarse a votación más de un candidato a la vez (Asturias y País Vasco). Y hay dos casos singulares en los que el presidente saldría elegido sin necesidad de repetir elecciones, Asturias y Castilla la Mancha.
Castilla la Mancha, caso aparte
En el Principado de Asturias, según el reglamento de su cámara, no se contempla la votación en contra, solo la abstención, por lo que aún siendo un candidato y estando fragmentado el Parlamento, saldría elegido sin problemas.
El caso más singular es el de Castilla la Mancha. En la comunidad en la que gobierna Dolores de Cospedal, su estatuto señala que si ningún candidato obtiene mayoría simple en el plazo de dos meses, «quedará automáticamente designado el candidato del partido que tenga mayor número de escaños».
La fórmula de Castilla la Mancha era la que existía en Andalucía hasta la reforma del Estatuto de Autonomía en 2007. De hecho, el reglamento del Parlamento aún no ha actualizado este procedimiento. El Estatuto de Andalucía de 1981 establecía la designación automática del presidente de la Junta si, transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura, la Cámara no ha logrado otorgar la confianza a ningún candidato.
Dudosa constitucionalidad
Los juristas consideraron esta fórmula de dudosa constitucionalidad. Así lo expone Juan Cano Bueso, actual presidente del Consejo Consultivo andaluz, en un análisis de expertos sobre el nuevo Estatuto publicado en 2012. «Obsérvese que podía darse el supuesto aberrante de que, por virtud de la automaticidad, quedase designado presidente de la Junta un candidato expresamente rechazado por el Parlamento», expone Cano Bueso. Añade que para evitar dicha «incongruencia» se acertó en introducir en el Estatuto de 2007 la disolución del Parlamento y convocatoria de nuevas elecciones si en dos meses no había sido elegido nuevo presidente.
Tres años después de aquel análisis, se prevé que pueda ocurrir este extremo. Si ninguno de los grupos se abstiene para facilitar la investidura, el Parlamento se disolverá a partir del próximo 5 de julio y Susana Díaz deberá convocar nuevas elecciones. Estas no se celebrarán hasta septiembre, ya que la norma andaluza considera que no puede haber elecciones autonómicas los meses de julio y agosto.
Los ayuntamientos
El cambio de cromos también puede afectar a los ayuntamientos. El líder del PP, Juanma Moreno, ya propuso a Díaz un pacto para que gobernase la lista más votada en los ayuntamientos y respaldar así su investidura, lo que el PSOE rechazó. Las encuestas publicadas el pasado fin de semana por diferentes medios de comunicación, incluida la de este periódico, vaticinan la pérdida de la mayoría absoluta de casi todos los alcaldes del PP de las capitales andaluzas, salvo el de Almería. Si las urnas lo confirman, habrá necesidad de pactos y estos pueden resultar de todas las maneras posibles. Pero en los ayuntamientos no es posible el bloqueo. Si no hay acuerdo, siempre será elegido alcalde el candidato del partido con más votos sin más.
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