Susana Díaz se queda en Andalucía

Tras dos semanas de silencio, Díaz ha querido comunicar su decisión en declaraciones a la 'Ser' esta misma mañana. En una entrevista ha asegurado que quiere "dar prestigio a la política y para ello hay que rendir cuentas y cumplir con la palabra dada". "Andalucía es muy importante para España y mi deber es demostrar a los ciudadanos que se puede gobernar de otra manera", ha añadido.

Ha subrayado tres elementos en su decisión. Dice que Andalucía "es muy importante para España" y que ella tiene que darle "estabilidad política a la comunidad autónoma más poblada de este país en un momento difícil como este". También ha tenido en cuenta el resultado del PSOE en las europeas, "el peor resultado del PSOE en democracia", ha enfatizado, para recordar que en Andalucía sí ha ganado. "El PSOE andaluz ha vuelto a ser la columna vertebral, aportando un millón de los tres millones y medio; yo no puedo defraudar a los que han apoyado al PSOE en Andalucía porque están aportando mucho al PSOE de España".

Por último dice haber tenido en cuenta a la "gente sencilla". "Yo dije la noche electoral de las europeas que no iba a defraudar, y no defraudar es cumplir con mi compromiso con Andalucía y mantener aquí que otra política es posible y eso es lo que voy a hacer".

Díaz ha dicho que su intención es agotar la legislatura, "es lo que pretendo desde que accedí a la presidencia de la Junta". "Mi lugar es éste, reforzando mi vínculo con los andaluces", ha reiterado. Al ser preguntada sobre si se considera de una casta política, como sugieren desde Podemos, Díaz ha contestado: "Yo soy de la casta de fontaneros, soy nieta, hija y sobrina de fontaneros".

La presidenta ha valorado los ruegos y peticiones de quienes le han pedido que se quede, entre ellos los de la propia dirección de su partido en Andalucía. Nosotros queremos que siga siendo presidenta de la Junta y siga dedicándose a Andalucía porque es lo que quieren los andaluces", dijo su secretario de Organización y número dos, Juan Cornejo, lo que se confirma como una previa de la decisión que iba a anunciar la presidenta.

Díaz ha dejado pasar el tren y no concurrirá a sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba pese a las presiones para que lo hiciera por parte de la mayoría de barones del PSOE. Durante dos semanas ha oído pros y contras de esta opción, que ella no estaba dispuesta a dar si tenía que renunciar a la Junta de Andalucía. "Mi prioridad es Andalucía", ha sido su única manifestación estos días. Aunque en su partido han sido muchos los que la han animado con que puede hacer compatible la presidencia y el liderazgo del PSOE, al final ha concluido que ambas funciones son difíciles de llevar, máximo en las actuales circunstancias de crisis.