Trucos para aplicarte el autobronceador y no parecer Donald Trump

«El sol tiene muchos beneficios para nuestro organismo, pero debemos tomarlo de la forma adecuada para no dañar la piel y esa forma no es ni tostándonos en la playa ni en una cabina de rayos. De hecho, el único moreno saludable hoy en día es el de los autobronceadores. Hay una frase en inglés que lo define muy bien: 'Better fake than bake' (mejor falso que quemado)», coinciden las dermatólogas Ana Molina y Paloma Borregón.

Con esto claro, el 'problema' de este tipo de productos es que hay que saber aplicarlos correctamente para que queden naturales y bonitos. Que levante la mano el que no haya tenido un pequeño traspiés con el autobronceador: manchurrones por todo el cuerpo como si fueses un dálmata, un tono de piel que ni de lejos era lo que buscabas o las palmas de las manos naranjas. Pues bien, para evitar este tipo de incidentes y lucir un bronceado uniforme y saludable basta seguir una serie de pautas que te contamos a continuación.

En primer lugar, el más obvio de todos los consejos, pero que no siempre se cumple: hay que seguir las indicaciones del fabricante. No es lo mismo aplicarse una espuma de color blanco de esas que te 'suben' un poco el tono que untarse un autobronceador de los que tiñen todo lo que tocan. Un truco de experta para aplicar este tipo de productos con éxito es «mezclarlos con un poco de crema hidratante y realizar una exfoliación de la piel el día anterior para que el resultado final sea lo más uniforme posible. Y siempre aplicarlo con manopla o guante para no terminar con las manos llenas de manchas».

Los autobronceadores, que se comercializan en diferentes formatos y texturas en farmacias, droguerías, centros especializados o tiendas 'online', consiguen ese efecto dorado tan deseado «mediante la dihidroxiacetona (DHA), una molécula que oxida las proteínas de la superficie de la piel produciendo melanoidinas, unas sustancias marrones diferentes a la melanina, que también nos dan un aspecto bronceado sin tener que tumbarnos al sol. Es como un maquillaje, pero duradero y sin dejarlo todo pringado», resume la doctora Ana Molina.

Además de las cremas, brumas o geles que cada uno puede aplicarse en su casa (con fórmulas cada vez más logradas y naturales), otra opción cada vez más demandada son las cabinas de autobronceado, que están sustituyendo poco a poco a las de rayos ultravioleta, tan de moda hace unos años y que ahora son denostadas por la comunidad científica por multiplicar las posibilidades de padecer cáncer de piel.

El concepto de las cabinas de autobronceado es el mismo que el de los productos que podemos usar en casa porque los ingredientes que se utilizan en estos centros para broncear cara y cuerpo tampoco dañan la piel –se quedan en la capa superficial– e incluso se puede personalizar el tono según las necesidades y gustos del cliente. Lo que sí cambia es la manera de aplicarlo.

«El proceso es rápido y sencillo, no más de un cuarto de hora. El producto se aplica sobre la piel del cliente con un aerógrafo y el bronceado dura aproximadamente una semana, puesto que se va con la propia regeneración celular de la piel», explica en los centros Tannity, que también comercializan sus fórmulas para autobroncearse en casa.

Para alargar la vida del moreno, es aconsejable hidratarse a diario después de la ducha y utilizar cremas específicas que ayuden a mantener el tono dorado de la piel el máximo tiempo posible.

¿Se puede aplicar en todo tipo de pieles? «Salvo que se esté en un momento complicado de una patología, este tipo de bronceado en cabina se adapta a todo tipo de pieles, desde personas con psoriasis, dermatitis, pieles atópicas, con quemaduras, cicatrices... En cualquier caso, es importante valorar cada caso antes de broncearse», señalan los expertos.

Otra opción para parecer que hemos pasado varios días en la playa con la ventaja de que no hemos dañado nuestra piel es usar un maquillaje corporal, que es lo que utiliza Taylor Swift para lucir unas piernas con efecto medias invisibles en cada uno de sus conciertos. Este maquillaje –el más famoso es el comercializado por el empresario español Jose Balaguer– no solo broncea las piernas sino que también disimula las imperfecciones de la piel, consiguinedo una especie de efecto Photoshop.

«Lo que no hacen estos autobronceadores ni maquillajes corporales es protegernos del sol, por lo que tendremos que seguir usando una fotoprotección elevada (SPF 50) aunque nos veamos la piel bronceada», recuerda dermatóloga Paloma Borregón, que también recurre a este tipo de productos cuando quiere verse con un poco más de color.