Cómo calentar antes de hacer deporte

La manera adecuada de calentar para cada deporte

Antes de lanzarnos a la piscina o al mar, debemos empezar con una «activación muscular que incluya rotaciones de hombros y cuello, además de balanceo de brazos y piernas. Una vez en el agua, empieza a nadar a baja intensidad para evitar los molestos calambres en los gemelos», insisten los fisioterapeutas madrileños. Si no nadas habitualmente, iníciate con sesiones de 20 minutos como máximo y vete aumentando el tiempo de entrenamiento en función de tu forma física. Con la natación se activa todo el cuerpo, se trabaja la fuerza y se reduce el riesgo de problemas cardiovasculares.

Hay deportes que se ponen de moda después de unos Juegos Olímpicos y el vóley playa es uno de ellos. De un día para otro, todos queremos hacer remates en la red y sacar la bola con efecto. Al igual que la natación, se trata de una disciplina deportiva muy completa. «Mejora la salud cardiovascular y activa la fuerza, fundamentalmente la de las piernas», coinciden los expertos. Antes de entrar al rectángulo de juego, se aconseja realizar ejercicios de movilidad dinámica de todo el cuerpo, sobre todo de tobillos, rodillas, cintura y muñecas.

Los deportes de raqueta son otro clásico de los días de verano. Se pueden practicar a cualquier edad, pero no podemos olvidar que son muy exigentes, especialmente el tenis. «En este caso, es fundamental realizar un trabajo de prevención, basado en un buen acondicionamiento físico, la mejora de la técnica y el entrenamiento progresivo». ¿Y para evitar el codo de tenista? «Se necesita trabajar trabajar la resistencia y la fuerza de todo el miembro superior no solo del antebrazo. Además, también conviene realizar ejercicios con pesas o gomas elásticas que involucren la espalda, el hombro y los brazos», precisan desde el CPFCM.

Otra de las actividades que solemos realizar en verano es dar largas caminatas por la playa. Sin embargo, hay que tener cuidado porque nos podemos lesionar. «Los arenales presentan cierta inclinación descendente hacia el agua siendo más acusada en la orilla y esto suele causar una marcha con los tobillos ligeramente forzados y con cierta asimetría, lo que puede dar lugar a sobrecargas. Es aconsejable no caminar de forma prolongada en una única dirección. Lo mejor es andar entre 15 y 20 minutos hacia un lado y luego al contrario», aconseja Sara Tabares, directora deportiva del centro de entrenamiento personal Performa de Valencia.