¿Aprovechas tu tiempo de verdad? Prueba el experimento de los vasos

Es sólo un juego pero los resultados pueden sorprendernos. Para aprovechar el tiempo primero tenemos que saber a qué lo dedicamos realmente. Lo explica la psicóloga Ana Pérez en 'Tiempo para vivir', una obra que acaba de ver la luz. Allí enumera un centenar de herramientas psicológicas para gestionar nuestras horas «de manera que podamos sacarles el máximo partido, que es algo vital para gozar de una buena salud mental». Vamos con algunos 'tips' que pueden ayudar a lograrlo.

Apunta todo lo que tengas pendiente para esta semana. En bruto.Desde el corte de pelo a llamar al taller, la compra semanal o sacar unas fotocopias. «Visualizar todo lo que tienes que hacer es imprescindible para empezar a gestionar tu tiempo mejor». Luego hay que tirar de la 'matriz Eisenhower', que suena complicado aunque es simple: clasificar las tareas por importancia y urgencia.

«Luego lo miro y te digo», respondes por whatsapp. Pasas por el buzón y ves cartas pero piensas que ya irás a por ellas. La regla de la experta aquí es simple: «Si una tarea te va a llevar menos de dos minutos, hazla inmediatamente». No postergar estos asuntos fáciles libera espacio en la cabeza.

¿Sabes ese tema que vas arrastrando en la agenda –ya sea en formato papel o en el 'Google calendar'– cada semana desde mayo? Eso sucede porque no ponemos fechas límite. «Hay que definir plazos realistas pero también retadores y dividir la tarea en plazos pequeños», explica la psicóloga. Hay incluso otro truco: «Imagina que es urgente». Un autoengaño de lo más útil. «Cuando sentimos que queda poco margen para hacer una tarea, somos más productivos», señala.

Aunque algunos siempre creemos que debemos hacerlo todo solos, resulta que hay deberes que no son nuestros. Detectar aquellos en los que conviene delegar o pedir ayuda aligera las cargas. Un apunte: conviene que este juego sea recíproco.Si pedimos ayuda para esa mudanza, seguramente nos la pedirán a nosotros.¿Lo comido por lo servido? No, juntos todo es más fácil y mejor.

Conviene tener claras, «por escrito y bien organizadas las tareas que vamos a hacer en el plazo de un día, una semana y un mes». En esto los calendarios online ayudan mucho a visualizar los retos de cada periodo y a adaptarlos. No es necesario dejar todo registrado, sólo aquello que condicione nuestra agenda.

Uno de los grandes males en este asunto es el perfeccionismo.Aquellos que necesitan que todo sea ideal, suelen procrastinar –ya tardaba en aparecer esta expresión tan baqueteada–. Para evitarlo, los expertos recomiendan empezar con un poco y ver si tenemos ganas de continuar. Las grandes metas requieren constancia y constatar que nos hemos acercado, aunque sea unos milímetros, nos alentará. Eso sí, «no debemos depender de los niveles fluctuantes de motivación». Es decir, hagamos poco pero siempre. Media hora de gimnasio tres días a la semana es más que una sesión de dos horas al mes.

Lo hacemos con los pequeños de la casa y quizá también sea útil para los adultos. Evaluar los avances y darnos alguna alegría. ¿Qué tal si nos hacemos con una pequeña caja de premios? Si alcanzamos un nivel de tareas y de orden, nos llevamos uno.

«Cualquier cosa que no esté en su sitio, a la caja del desorden», propone la psicóloga. Es un recurso muy bueno para no perder tiempo y para concienciarnos de que sólo lo que está en su sitio resulta útil. Cuando vayas a limpiar, abre esa caja o cesta y ponlo donde toque.

«Identificar y frenar los hábitos improductivos es muy importante para recuperar el control», explica Pérez. Ejemplos. Tratar de recordar lo que había que comprar, ir varias veces al súper porque se nos olvidan alimentos, buscar cosas por la casa que no encontramos porque no están en su sitio... Todos ellos son «ladrones de tiempo» y tenerlos a raya es vital. También es sano decretar tiempos sin móvil que nos permitan disponer de ratos de calidad con los nuestros.