Elimina manchas, evita que la ropa se te pegue... hasta enhebra agujas. Estos son los superpoderes de la laca que no te esperas
Además de para fijar el peinado, este cosmético tiene múltiples usos en el ámbito doméstico
La laca es un producto claramente infravalorado. Sirve para muchísimas más cosas que para mantener en perfecto estado de revista el cardado de las abuelas ... o dar el toque definitivo a un buen 'clean look', el peinado de moda entre las adolescentes. Este imprescindible de la década de los 80 –no faltaba un bote de laca en ningún cuarto de baño del mundo– también es un potente desincrustante, «posiblemente uno de los mejores que hay», puntualiza la experta en orden y limpieza Begoña Pérez, conocida en redes sociales como 'La Ordenatriz'.
Pero no solo eso. Unas cuantas pulverizaciones de este cosmético capilar y... ¡chas! Lo mismo sirve para eliminar la electricidad estática de una falda de satén y evitar que se te pegue al cuerpo que para enhebrar una aguja a la primera, alargar la vida de las flores, despegar los restos de chicle de un sofá o eliminar las manchas de tinta.
«La idea de ponerme a echar laca en todo tipo de manchas se me ocurrió a raíz de ver el uso que se le da en las peluquerías. Cuando te manchan la camisa sin querer con un poco de tinte, rocían la mancha con laca y te dicen que la laves nada más llegar a casa. El caso es que la idea de que este producto pudiese eliminar el tinte me llevó a probar su eficacia con otros tipos de pintura y después con manchas como las de pegamento e incluso como solución para despegar chicles», explica la experta en su libro 'Limpieza, orden y felicidad' (Ed. Planeta).
Eso sí, también advierte que esa misma potencia que tiene la laca para desincrustar una mancha «sigue actuando si no aclaras el producto. Por eso, una vez eliminado el lamparón, siempre, siempre, siempre se debe pasar una bayeta con agua y frotar bien para llevarte cualquier resto de producto. Otra opción es meter la prenda directamente en la lavadora lo antes posible», precisa 'La Ordenatriz'. Estos son algunos de los 'superpoderes' de la laca más allá del pelo.
Maquillaje, rotulador y carmín
Qué rabia da cuando te pones una camisa blanca y el cuello termina manchándose de maquillaje, ¿verdad? Y encima es una mancha muy difícil de eliminar. Pues bien, un truquito para evitar estos lamparones tan antiestéticos es rociar el cuello de la camisa con un poco laca antes de ponértela. El cosmético crea una película protectora que evita que el maquillaje de la cara se transfiera tan fácilmente a la prenda, además de facilitar su eliminación en caso de que se manche un poquito.
Otras manchas habituales y también muy complicadas son las de carmín, tinta o rotulador. Ver el sofá nuevo con varias obras de arte de tu hijo puede pararte el corazón, pero tranquilidad porque tiene solución. Vete al baño, coge el bote de laca y pulveriza sobre los 'dibujos'. Espera un ratito a que el producto haga efecto y después pasa una bayeta con agua. Verás como la cosa no es tan grave. Si la mancha es en una prenda de ropa, un mantel, una funda nórdica o cualquier otro textil solo tienes que repetir el proceso... y a la lavadora de inmediato. Con los muebles también funciona, aunque primero prueba en una zona que no se vea mucho por si acaso.
Electricidad estática
El siguiente superpoder de la laca es que elimina la electricidad estática. Ya puedes ponerte esa falda de satén que tanto te gusta sin que se te pegue a las pantorrillas como una segunda piel o conseguir que la camisa no se funda con el forro del abrigo. Basta un 'flis-flis' de laca sobre la prenda en cuestión y listo. En el caso de las faldas o los clásicos pantalones sueltos de deporte otra opción para que no se peguen al cuerpo es rociar directamente las piernas.
Si eres de los que tarda la vida en enhebrar una aguja porque no aciertas a meter el hilo por ese hueco tan diminuto, la laca vuelve a ser tu solución. Esto lo saben muy bien en las mercerías de toda la vida. Corta el hilo y pulveriza un poco de producto en el extremo que necesites enhebrar. Espera a que el producto se seque y listo. El hilo se queda tieso y resulta mucho más fácil de meter en el agujero de la aguja.
Carreras en las medias y chicle
Pero no solo eso, la laca evita que las medias se rompan con tanta facilidad y también ayuda a retirar un chicle pegado. «Aplica un poco de producto y después retira el chicle con la ayuda de un cuchillo romo o el canto de una cuchara. Según acabes, lava la prenda de inmediato o aclara la zona con una bayeta de microfibra empapada en agua», aconseja Begoña Pérez.
Flores y libros de cocina
Un 'flis-flis' de laca también ayuda a que las flores frescas duren más tiempo y a que las secas no pierdan el color con el paso del tiempo. Rociar las páginas de un libro de cocina con este cosmético evita que se vuelvan amarillas y las protege un poco más de posibles salpicaduras.
Cierres atascados y plagas
Entre los usos más curiosos de la laca, destaca su poder para desatascar cierres y cremalleras, evitar resbalones –basta pulverizar en la suela de los zapatos– y como insecticida en marcos de ventanas, zócalos... Se usa para controlar plagas de hormigas, cucarachas e insectos voladores como las moscas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión