La pandemia musical: cuatro horas escuchando canciones sobre el coronavirus

En realidad, este fenómeno tiene un montón de manifestaciones singulares. Hay, por ejemplo, recopilatorios como el 'Coronavirus Quarantine Party', una verbena de versiones de éxitos aplicables a esta situación, desde The Police ('no te acerques tanto a mí') hasta MC Hammer ('no puedes tocar esto') pasando por Europe ('la cuenta atrás final'). También abunda la música ambiental con teóricos efectos relajantes: por ejemplo, el disco de Sonido Blanquito (y mejor no pregunten mucho sobre los misteriosos artistas que iremos mencionando) con temas titulados 'Aislamiento y cuidado' o 'Tapabocas y antibacterial'. Pero lo más interesante, sin duda, es el nuevo pop coronavírico, que puede ir desde la admirable pedagogía de 'Me lavo las manos y el coronavirus espanto' hasta la mala baba de 'Espero que el nuevo novio de mi ex pille el coronavirus'.

En Hispanoamérica parece haberse desencadenado una auténtica fiebre de cantar sobre la pandemia. El reggaetón, la cumbia y el trap latino acaparan una enorme porción de las referencias disponibles. Ahí están, por ejemplo, 'La cumbia del coronavirus' de Mister Cumbia («coronavirus, coronavirus, / lávense las manos, háganlo seguido. / Coronavirus, coronavirus, / pónganse las pilas en lugares concurridos», dice la letra), el 'Coronavirus' de DJ Dance Nicaragua (con su «ahí viene el coronavirus-virus-virus-virus», entre sirenas de las que animan a volverse loco en la discoteca) o el romántico 'Maldito coronavirus' de Lennis Rodríguez y Valeria («maldito coronavirus, / que me tiene aquí en mi casa / y yo queriendo rumbear»).

Hay artistas valientes sin miedo al virus («lo voy a poner a bailar», promete Dennis Fernando en 'Coronavirus: cuidado con el coco') y otros que, en fin, admiten cierta preocupación por lo que se nos viene encima (en ese sentido, destaca un título confesional como 'No quiero morir de coronavirus', de Daniel Quién). Los hay animosos y entregados al bellaqueo («si la disco se cierra, pues se perrea en casa») y tirando a derrotistas («el coronavirus ya llegó, eó, / aquí no se salva ya ni Dios, / este país ya se jodió / y hasta el Papa se escondió»). Pero, sin duda, lo más chocante de todo es la tozudez de quienes ven en estos tiempos una ocasión estupenda para seguir cantando sobre lo mismo de siempre, su monotema, esos ardores de entrepierna que animan tanta música urbana. ¿Que hay coronavirus? Pues toma más gasolina.

En su 'Cumbia del coronavirus', seguramente la canción más pegadiza de todo este lote, Kumbia Klan fantasean con un confinamiento compartido con la mujer deseada, esa que «pide cuarentena, mamita, y yo sí se la voy a dar», esa que «está bien buena, mamita, y como un chino yo le voy a dar», o eso creemos entender desde este lado del 'autotune'. Como aquí no falta de nada, también podemos elegir 'El reggaetón del coronavirus', de Bruno Random, otro que nota cómo el encierro, en vez de resguardarle de la enfermedad, le sube peligrosamente la temperatura: «Imagínate tú y yo en cuarentena, / mmm, no sé, piénsalo, nena. / Tráete tus guantes, también tu tapabocas / o yo te tapo la boca con otra cosa», plantea el tío, aunque luego se raja y dice que hablaba de «una mascarilla». En fin, solo una más del apartado calenturiento: «Ya esto se tiene que acabar, / hay que ponerse mascarilla pa'ir a chingar», lamenta Miguelito, harto de tanta profilaxis.

Menos mal que, para poner orden en este sindiós, tenemos a Saxoman y los Casanovas, el grupo de «hardcore transmetal cristiano boliviano» que ha conseguido la aspiración definitiva de cualquier canción sobre el coronavirus, que es volverse ella misma viral. El videoclip de su 'Coronavirus' ha causado sensación en redes y televisiones: «En el nombre de Jesucristo, yo te ordeno a ti, coronavirus: / sal, sal, sal de mi planeta y no vuelvas jamás. / Espíritu Santo, descarga tu poder, fuego, arde, quema. / Coronavirus, estás temblando, Dios te está quemando al fiiiiiiiin», relatan. Después de esto, el próximo 'Resistiré' va a parecer música celestial.