La UDAlmería 'empieza el playoff' con un práctico triunfo en Tenerife
A los rojiblancos les quedan cuatro compromisos de la fase regular que tendrán que disputarlos en quince días
Rubi, que desde su llegada siempre dijo que lo importante era ganar sin mirar a los rivales y, después, ver qué pasaba, consiguió en Tenerife ... la primera victoria de su época, la cual llega con el añadido de mantener la puerta a cero, algo que no había sucedido en los anteriores cinco últimos partidos, saldados con dos derrotas y tres empates. El disputado en el Heliodoro Rodríguez López no fue un partido brillante, pero sí práctico, que era de lo que se trataba. Como cuando se empieza a aprender a leer. Primero la A. En Tenerife, el actual Almería de Rubi aprendió a sufrir y a ganar, ambas cosas importantes cuando si se hacen ambas cosas se conseguirá el objetivo de estar la próxima temporada en Primera División.
Hasta llegar ahí hay una pretemporada que comenzó el pasado lunes y acabará el próximo 30 de mayo. 27 días de ir tocando teclas para que el 'piano' suene perfecto entre el 3 y el 20 de junio, dos días más de tiempo que lo que tiene Rubi para ir metiendo en la cabeza de la plantilla que dirige su 'catecismo'. En quince días, el Almería sabrá si juega el playoff –no está cerrado– y en qué posición lo hace. La ventaja en esa fase apenas si existe. No habrá penaltis, eso sí, pero curiosamente las prórrogas, si las hay, son un 'regalo' para el peor clasificado, que las jugará en campo contrario consciente de que un gol obliga al rival a marcar siempre uno más que su rival. Ese camino comienza el próximo sábado frente a un Albacete que está peleando en inferioridad para salvarse del duro golpe que supone el descenso a Primera RFEF, la equivalente a la actual Segunda División B.
Primer paso
Lo del fútbol es algo efímero que tiene la vigencia de los días entre partido y partido. Las sensaciones tienen fecha de caducidad. De todas formas, de lo sucedido el viernes en el Heliodoro Rodríguez López se pueden extraer cosas positivas y otras no tanto. Entrando en detalle sobre lo que sucedió ante los de Ramis, los rojiblancos 'pecaron' otra vez del mismo problema que en anteriores partidos, el de los centros laterales que siguen haciendo sufrir al equipo. Por fortuna, no tuvo incidencia en el resultado final.
Sin embargo, se vieron 'brotes verdes'. El equipo rojiblanco jugó sin tantos nerviosismo como venía haciéndolo, tanto en los últimos partidos con José Gomes en el banquillo como en el primero de Rubi como responsable técnico y sabiendo a lo que jugar. Es cierto que lo hizo en superioridad y puede que eso conduzca a tomar una imagen sesgada de la realidad, pero también es cierto que el Tenerife se dedicó entonces a no dejar 'cabos sueltos' –entiéndanse espacios–, a no permitir al Almería estar cómodo con el balón. Eso dio paso a otra toma de decisiones en los indálicos.
Apareció entonces la lectura de Rubi, que modificó su esquema y su equipo con las entradas de Ager Aketxe y Largie Ramazani, primero, y de Juan Villar después. El onubense fue importante en esa propuesta que sirvió para dar paso al 1-4-4-2, tras un inicio con Petrovic descolgado del centro del campo con Carvalho en el centro del campo. Villar toca a la puerta. Su pase a Sadiq, en el gol del Almería, le permite ganar opciones en una temporada que no ha sido demasiado buena, no por él, sino por los condicionantes de la covid-19 que le apartó dos veces del camino. Lo de Ramazani fue otra historia. Fue el que agitó el partido. Libre para expresar su fútbol –entró por dentro y por la banda–, le ganó la partida a Pomares, que intentó provocarlo con una dura entrada en la frontal del área indálica cuando el belga se disponía a sacar en balón con velocidad. El gol es de una ejecución plástica envidiable. Un recuerdo para no borrarlo cuando se hable de la incapacidad para ganar.
Pasado
Desafortunadamente, la victoria en Tenerife ya es pasado. De nada servirá hablar de esa capacidad para sufrir y salir indemne si el sábado no se gana al Albacete. ¿Injusto? El trabajo en fútbol, en este caso, se mide por los resultados y si el ascenso directo es casi imposible, el playoff se define como el camino perfecto, pero para ello hay que llegar con la cabeza limpia, sin dudas, sin malos recuerdos. Estos, volviendo la vista al pasado año, hablan de sólo cuatro puntos de los últimos quince. Derrotas ante, precisamente, Tenerife, Girona y Ponferradina, con triunfo frente al Rayo entre Montilivi y El Toralín, y empate en casa ante el Málaga para llegar al playoff con muchas dudas, también en quince días, como ahora.
Al actual le queda sumar un punto para igualar aquello, pero está claro que si eso pasa llegar así al playoff será para despedirse de las opciones. Quedan cuatro partidos que se desarrollarán entre el próximo sábado, 15 de mayo, recibiendo al Albacete y el último domingo del mes, el 30, en Gijón, donde lo mismo hay que ver si se vuelve, tres días después, a El Molinón-Enrique Castro 'Quini' o no. Los otros dos partidos son ante equipos en peligro como Cartagena y Logroñés, de los que habrá que sacar tajada para alimentar el instinto que se precisa para llegar 'oliendo a triunfo' al tramo decisivo de la competición... si es el playoff el camino.
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