La Tribu de Radio Marca pide aclarar la situación de Guti

El becario, el presidente

La situación por la que atraviesa la UD Almería parece diseñada por el maestro del suspense. El estado real de cosas, aunque les duela a quienes no quieren creerlo, ya lo hemos contado aquí en varias ocasiones, es la continuidad en las negociaciones para 'picar el billete' de Gutiérrez, antes Guti, aunque por ahora nadie encuentra la salida de este laberinto. De hecho, si hay algo en lo que todas las partes están de acuerdo es en que nadie quiere que Gutiérrez continúe en el banquillo, ni siquiera el propio interesado. El técnico sabe que ni el club ni la plantilla creen ya en él, prueba de lo cual es, además, su drástica bajada de tono, que ha convertido a al toro bravo que era cuando llegó en un manso corderito que ya no se mete con nadie, ni jugadores, ni árbitros ni siquiera prensa. Eso sí, en lo que no ha dado, al menos de momento, su brazo a torcer el entrenador rojiblanco es en el precio de su adiós. Gutiérrez tiene claro que se irá en el momento que reciba todo, hasta el último céntimo de lo que figura en su contrato, lo de este año y lo de los próximos, lo cual hace imposible el acuerdo porque el tope salarial de la UDA no tiene margen para pagarle lo de los próximos años. A Gutiérrez se le han propuesto ya alternativas, como por ejemplo diferir el pago de parte de su contrato a fin de incluirlo en las cuentas del próximo año, pero el representante del jugador se ha negado rotundamente, hasta el punto de que el club ha llegado a decirle a Juanma López que con esa actitud no contarán con él para firmar a ni un solo de los jugadores que él representa, lo cual fue el motivo por el que, el pasado lunes, se levantó súbitamente y con gruesas formas de la comida que mantenía con El Assy y otros representantes del club. Desde la directiva, además, se ha constatado el posicionamiento que la plantilla ha adoptado en el conflicto. Tras lo visto en las últimas cinco semanas, especialmente en los últimos encuentros, los futbolistas han dejado claro, sin hablar, que no creen en el entrenador que tienen delante. Y ese mensaje, vía el idioma internacional del fútbol, ha llegado con claridad a la planta noble del club. Sin embargo, ello tampoco sirve para desenredar la madeja del adiós de Gutiérrez. Mientas los contactos para encontrar una salida continúan, en el club no se han quedado parados y han empezado la operación 'acaso y derribo' para dejar al 'míster' más solo y aislado que nunca. De hecho, la primera medida, la pasada semana, fue traerle a un analista al que no conoce y con el que antes no había cruzado ni una sola palabra. Gutiérrez lo encajó con indiferencia. El siguiente movimiento llegó el sábado cuando se le comunicó que Badía, también ha sido obligado a abandonar el barco. Por Víctor J. Hernández Bru