Pinchazo de realidad para comenzar el camino hasta la 'nueva normalidad'

Más o menos lo que se vivió ayer en el Paseo de Almería por parte de los componentes del plantel de la UDA. Un desfile, desde primera hora de la mañana, para realizarse esas pruebas médicas y empezar los entrenamientos en un par de días. Cuando tengan los resultados de cada uno de los futbolistas que componen el primer equipo. También del cuerpo técnico del Almería.

Pero no era julio, aunque por el calor lo podría parecer. No hay nadie nuevo. No es la separación entre una campaña y otra. Sí que todos llegaban de haber estado, oficialmente, de vacaciones. Después de, prácticamente, dos meses sin verse en persona. Y eso que, en la gran mayoría de los casos, no han salido de la provincia de Almería. Sí que afrontan el inicio de una pretemporada para lograr el objetivo del ascenso a la Liga Santander. Y todo por el COVID-19. El que ha parado todo. El que ha hecho que estén viviendo una campaña diferente, pero que puede acabar, si se logra el ascenso, con el mayor premio que pueden obtener.

Todos pasaron por las instalaciones de la clínica que LaLiga había acordado para que pasaran los análisis correspondientes. En un principio se quería que fuera en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, pero la comisión de Sanidad no lo aprobó por no reunir las condiciones para tal efecto. Así que, de manera oficial, no pisaron el recinto deportivo almeriense tampoco en la jornada de ayer.

Como ocurre desde que el 13 de marzo se determinara el final de los entrenamientos y la suspensión de toda actividad deportiva. La que esperan poder reanudar en el día de mañana. Siempre que se tengan ya los resultados de los test y que salgan negativos. Porque solamente se ejercitarán, aunque sea en solitario, los que 'aprueben' y no tengan ningún síntoma ni estén contagiados por el COVID-19.

Es la incertidumbre que, ahora, tienen los jugadores del plantel entrenado por José María Gutiérrez. Como también el propio entrenador madrileño. También su propio cuerpo técnico. Porque todos son posibles 'candidatos' a que el test le pueda dar positivo. Ninguno ha presentado ningún síntoma que así lo haga pensar, pero las autoridades insisten en que el virus puede estar incubado y no 'salir' hasta que se haga una prueba y demuestre que el paciente pueda ser positivo. Aunque ayer, cuando se realizaron la prueba, lo más habitual era comprobar las ganas que tienen para que esta «pesadilla» acabe y pueda empezar lo que se ha denominado como la 'nueva normalidad'.

Una vez obtengan el negativo en este primer test (que no será el único al que se sometan), el Estadio de los Juegos Mediterráneos será el escenario que, de una vez por todas, retome el protagonismo para toda la información que genere la UDA. Los entrenamientos se realizaran de manera individual sin contacto de los futbolistas entre ellos. Cada uno a la hora que el cuerpo técnico le determine para realizar el circuito previsto. Bien sea en el Anexo o en el campo principal del Estadio de los Juegos Mediterráneos.

Una vez esta segunda 'fase' acabe, los jugadores ya podrán tener contacto con otros compañeros en el propio césped. Se realizarán los entrenamientos de manera grupal. Primero con grupos de un máximo de 10 futbolistas para, posteriormente, poder José María Gutiérrez planificar unas sesiones para realizar táctica y partidos entre sus propios jugadores.

El paso previo para que se retome la competición. En un principio, tras cinco semanas de pretemporada. Más o menos lo que siempre se suele hacer en verano. Desde que los jugadores pasan los exámenes médicos hasta el primer partido oficial. Pero ahora no es julio y el horizonte no es agosto. Ahora es mayo y el horizonte (primero) es junio. Para poder acabar la temporada a final de julio o, incluso, en agosto. Todo tras comenzar ayer, en el Paseo de Almería, con el primer pinchazo para iniciar el camino hasta la 'nueva normalidad'.