Hasta la mañana del 1 de septiembre todo era felicidad en tierras almerienses. Veíamos un Almería reconocible, que sabía a lo que quería jugar y ... que sacaba puntos por el camino para la dicha de todos. Además, lo que ya era un movimiento asegurado. el de Sadiq a la Real Sociedad, parecía truncarse por diferencias en la negociación entre directivas. Poco duró. El fichaje terminaría por confirmarse durante la mañana del mismo día y todo se vino abajo. El Almería dejó de tirar a puerta, comenzó a conceder ocasiones y perdió fluidez en el juego.
En lo deportivo, queda claro que el último periplo estival ha sido un desastre. Cero puntos de nueve, dos de ellos contra rivales directos, suponiendo un perjuicio que ahora es difícil de apreciar, pero que a largo plazo puede ser clave;y ofreciendo una imagen indefendible ante Osasuna en casa, pese al alto nivel de los rojillos actualmente.
Ahora, llega el parón de selecciones, ese que en Segunda robaba jugadores clave y que, paradójicamente, puede ser una gran oportunidad en la máxima categoría. Una oportunidad para que aquellos que no pudieron hacer pretemporada, puedan comenzar a acoplarse al equipo y a dejarse descubrir por Rubi. Aunque habrá inconvenientes a modo virus FIFA en Almería.
Se irá El Bilal, que marchará con Malí para disputar dos encuentros con su selección; también Samú y Ramazani, cuyas respectivas selecciones sub-21 han decidió confiar en su talento; y, por último, Babic, que disfrutará de su primera convocatoria con Serbia. Algo que también puede ser positivo para cambiar de aires y obtener confianza a nivel individual rodeados de sus compatriotas, pero que también hay que mirar de reojo por si las lesiones hicieron acto de presencia.
Sea como fuere, el próximo encuentro ante el Athletic, también se juega en este fatídico mes. Esperemos que a este Almería no le de por hacer pleno de derrotas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión