¿Una final con mayúsculas?

El empate ante el Celta dejó aspectos positivos, por ejemplo, salir sin complejos a Balaídos ante un equipo en racha y gracias a esa valentía los rojiblancos se adelantan hasta en dos ocasiones en el marcador. Otra evidencia es que Luis Suárez con la baja de El Bilal Touré es imprescindible, aunque no vea puerta, y si no que se lo digan a Puigmal con el pase del segundo tanto. Pelea todas las pelotas y acaba extenuado, da salida al equipo y hay que cuidarle entre algodones porque su participación es clave en esta recta final y decisiva del campeonato.

Sin embargo, si vemos la botella medio vacía, a lo mejor el club se confió demasiado en la ventana de invierno y pecó de optimismo con lo que había y debió firmar un par de refuerzos más porque, a veces, da la sensación que el equipo está cogido con alfileres y la exigencia de Primera es brutal.

Sin duda, Sevilla y Valencia no parecen los mejores compañeros de viaje en esta lucha por la permanencia y otros equipos como el Getafe han mejorado en las últimas jornadas. Si damos al Elche por descendido virtual ¿Español, Cádiz, Valladolid y Almería para dos plazas? Es cierto que hay más equipos en la pelea y que ganas dos o tres partidos consecutivos y unos salen y otros entran, pero a estas alturas de la película, cuando pesan las piernas y el fantasma del descenso planea, es muy difícil sumar de tres en tres con tanta presión.