Sadiq marca la pauta de este gran Almería
La afición está volviendo a disfrutar de esos momentos de felicidad y alegría que le está proporcionando su equipo con las victorias, cuatro seguidas, y el espectacular juego que despliega
Cuesta hablar de fútbol cuando Europa vuelve a sufrir la sinrazón de otro indeseable episodio bélico que solo puede generar destrucción, dolor y sufrimiento, además ... de poner en jaque los cimientos de la civilización occidental tal y como la conocemos.
Se le atribuye tanto a Arrigo Sacchi como a Jorge Valdano –uno de ellos la diría primero– la frase: «El fútbol es lo más importante de las cosas de la vida menos importantes». El deporte pasa a un segundo plano si en la vida hay otras preocupaciones. Pero en realidad, si lo pensamos mejor, el fútbol, el deporte en general, es mucho más importante de lo que pueda parecer, ya que, además de educarnos en unos valores que por ejemplo evitarían cualquier conato conflictivo, puesto que siempre prevalecería la deportividad y el fair play, también nos proporciona impagables momentos de felicidad. Sin duda tiene un efecto placebo.
La afición de la UD Almería está volviendo a disfrutar de esos momentos de felicidad y alegría que le está proporcionando su equipo con las victorias, cuatro seguidas, y el espectacular juego que está volviendo a desplegar, coincidiendo con un desatado Sadiq Umar, que además de liderar al equipo se está exhibiendo como el mejor de la categoría.
Tras su regreso de la Copa de África estamos viendo su mejor versión. Por una sencilla razón, porque sus magníficas cualidades como futbolista las está poniendo al servicio del equipo. Sus compañeros se muestran a su lado mucho más confiados en sus posibilidades, se atreven más y la afición, que es inteligente, lo está observando y se lo reconoce. El papel de Rubi también se aprecia, puesto que está consiguiendo moldear su personalidad, encauzando su temperamento en el campo en puro gen competitivo.
Sadiq nos tiene tan acostumbrados que ya casi no valoramos su impacto en los partidos. Está desencadenado. Ante el Ibiza forzó dos penaltis y marcó un golazo. Ante el Málaga anotó el tanto del triunfo. Al Mirandés le hizo un doblete. Y Ante el Fuenlabrada se volvió a exhibir. Asistió a Puigmal en una jugada antológica, marcó de cabeza en una falta e inició la jugada en el gol de Sousa. Marca la diferencia en cada partido y posee el mayor don, el gol. Disfrutémoslo mientras lo tengamos.
Rubi ha conseguido que sea un jugador generoso. Y eso lo ha revalorizado como futbolista. El caso es que la UD Almería está funcionando como un equipo y esa es la mayor garantía para seguir confiando en sus posibilidades de alcanzar el objetivo marcado, ahora que ya nos adentramos en la fase decisiva de la Liga. Solo así se podrán superar todos los contratiempos que están sobreviniendo en forma de graves lesiones como las de Nieto y Chumi, o de mejor pronóstico como las de Robertone y Carriço.
Decía Rubi que hay que replantearse la opción de fichar un central y a mi me parece que es imprescindible reforzar esa demarcación que ahora mismo es la más frágil del equipo ¿Se imaginan que Babic también se lesionara? Por cierto, que el serbio es un defensa soberbio cuyas actuaciones me parecen que no están siendo suficientemente ponderadas.
Suele ocurrir que de la necesidad se haga virtud. Y eso es lo que estamos viendo tras la lesión de Robertone con Arnau Puigmal, que se está reivindicando con partidos cada vez más completos. Mediocampista de juego asociativo y con profundidad. Tiene llegada y además pegada. Ante el Fuenlabrada, igual que Sadiq, intervino en los tres goles. Marcó el primero y asistió los dos siguientes. Estuvo soberbio. Y el otro nombre propio es Iñigo Eguaras, que, en su primera titularidad por el sancionado De la Hoz, completó una gran actuación, con la autoría intelectual en el manejo de un partido que tras el empate del Fuenla fue necesario madurar.
Además de la felicidad que le está proporcionando a una afición que cada vez está más identificada y comprometida, la UD Almería de Rubi nos está ofreciendo argumentos para ser optimistas. Necesitaría más espacio para seguir destacando jugadores como Fernando, Alejandro Pozo, Sergio Akieme, Largie Ramazani, Francisco Portillo o Dyego Sousa, cuyo rendimiento está siendo sobresaliente.
Pero no quisiera finalizar sin mostrar un guiño a Unicaja Costa de Almería, porque tal vez, cuando estén leyendo este artículo pueda ser el flamante campeón de la Copa del Rey de voleibol ¡Ojalá!
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión