Sadiq, el activo más importante de la UD Almería, sigue sacando partido a su velocidad y a su matrimonio con el gol
El delantero nigeriano lleva ya cinco goles en siete jornadas, cuando el pasado año necesitó de 18 partidos para hacer esa misma cantidad
Sadiq Umar, después de llevar 47 partidos de competición liguera con la UD Almería, es el dueño del espacio, así, sin más. El jugador nigeriano ... lo ha demostrado en los dos últimos partidos disputados por la UD Almería habiendo puesto la firma a tres goles y cogido el 'bolígrafo' para que entraran dos más –el penalti que Dani Jiménez se marcó en su propia portería y el que nace de un derribo en el área el viernes y que transformó su 'socio' Largie Ramazani–. El delantero firmado por los rojiblancos el último día del mercado veraniego de la pasada temporada necesitó poco el año pasado para adaptarse a una categoría en la que ya anda como Pedro por su casa.
Su trayectoria, solo con el análisis de los números, habla de un jugador crecido en cuanto a rendimiento. En siete jornadas lleva ya cinco goles, como queda dicho, tras haber visto portería rival en cuatro de las siete jornadas. Una cifra que, comparativamente hablando, contrasta con el tiempo que necesitó para conseguir esa 'manita' en el pasado campeonato. Entonces necesitó 18 jornadas para completar los cinco goles, claro que el 'sistema' utilizado por José Gomes entonces le perjudicó, ya que, como recordarán, tenía dos equipos que iban alternando su participación, aunque no fue el elegido para rotar y casi siempre fue titular –estuvo en el once inicial en 35 partidos–. Ahora con Rubi su presencia en estos inicios habla de un jugador que solo sale del campo para recibir el merecidísimo aplauso por su rendimiento.
La ventaja de ser destartalado
Sadiq se está saliendo esta temporada. Su puesta en el mercado tras los 20 goles de la pasada temporada 'albergaron' dudas en cuanto a su continuidad. Salieron muchos nombres, pero sus 23 años y su rendimiento propiciaron la llegada de propuestas poco sólidas para las pretensiones de hacer caja, como pasó con su antecesor Darwin Núñez, de la entidad indálica. El Partizán de Belgrado, el equipo que le dio un contrato fijo tras muchas temporadas, pese a su juventud, bajo el 'manto' de una Roma que nunca confío en él –seis años de cesiones desde que le firmó del Spezia–, retuvo al Almería de venderlo por cifras que no superaron los 10 millones.
El problema está en si llega una cifra 'mareante' en el próximo mercado de invierno. El viernes por la noche, al término del partido de la UDA frente al CD Tenerife, Rubi destacó como lo más importante al hecho de que el nigeriano «está con los sentidos en el Almería y que quiere lograr objetivos con nosotros», lo que deja la puerta más entornada que abierta.
Velocidad y definición
Lo cierto es que este comienzo de temporada supone la visión de un nuevo jugador que ha mejorado en velocidad y definición. Sus pasos 'destartalados' hasta son una ventaja que confunden a sus marcadores. Cuando sus piernas reciben la orden de ponerse en marcha es una incógnita, solo se sabe el final, que buscarán el gol sí o sí. De este modo, el delantero de la UDA, con ese aparente aspecto de jugador físicamente destartalado, ha dado la imagen certera de ser un delantero con capacidad para asociarse –su entendimiento con Ramazani es tal que al belga no le discute quién tirará un penalti– con cualidades sobresalientes con el balón en los pies o sin balón. Valga como muestra el hecho de que en Ponferrada fue el jugador que más kilómetros hizo como muestra de su implicación, aunque no tuviera la suerte, que no fue suya, de encontrar portería y es que entonces no le llegaron balones.
Pero cuando Sadiq es capaz de despegarse de su defensor, las cosas cambian. Recibiendo la pelota entre líneas para oxigenar el juego del equipo, tiene otra ventaja que es que sabe exprimir cuando está a punto de recibir un balón al espacio, su zancada suele 'escribir' desmarques que marcan diferencias –el segundo gol del viernes ante el Tenerife es una muestra–. Además, cuando pisa el área –el año pasado fue el jugador que más balón tocó en área rival con 4,04 por partido–, no perdona si tiene la portería entre ceja y ceja con ese segundo gol frente al cuadro chicharrero como un ejemplo en cuanto a definición, un golazo, porque encontró lo que era una obligación, el espacio.
Hacerse un hueco
Este fue el motivo de su pelea ganada por KO en Santo Domingo, con Carlos Hernández, y en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, con Carlos Ruiz, con Sipcic o con Aitor Sanz –su salida del campo para situar a Corredera en esa parcela dio sencillez al manejo del partido por parte indálica–. En la ciudad del área metropolitana de Madrid sació su sed de gol –su trabajo– pronto y se 'descorsetó' de lo que considera una obligación con el gol. Cuando el año pasado marcaba el 2-1, en el minuto 44, en el partido frente al Mirandés ni lo celebró por esa desmedida necesidad de marcar. En Alcorcón tardó solo cinco minutos para llegar a un balón imposible del que quitó la primera sílaba con su zancada para 'acomodarse' en su particular 'sabana'. El león de Kaduna no tardó en hacer el segundo de un gran zapatazo, tan a la altura del que el viernes dio tranquilidad a los rojiblancos frente al rival más incómodo, incluso más que la Ponferradina, que ha tenido el equipo indálico en la presente temporada liguera.
Ese gol batiendo a la mejor defensa de la categoría es el quinto en siete jornadas que habla del crecimiento y de la adaptación de Sadiq Umar a la competición española. El pasado curso necesitó de 18 partidos para llegar a esa cifra. Su primer gol llegó en el quinto partido de Liga frente al Cartagena, un encuentro que acabó en empate.
En el referido choque frente al Mirandés, donde fue 'ayudado' por Balliu –ahora en el Rayo– a superar el trance, hizo el segundo y supuso el 2-1. Dos jornadas después marcó en Tenerife de penalti para dar la victoria, lo mismo que ante el Alcorcón, donde jugó la última media hora, o frente al Zaragoza, en la jornada decimoctava, en la que llegó a los cinco goles que ahora firma tras las siete primeras fechas del calendario. Entonces lo hizo a gol por partido, ahora ha marcado en cuatro de las siete fechas con el Cartagena como nexo de unión –hizo el primero– y Alcorcón para explotar con casi un triplete, dos goles y dos palos, el primero tocado por Dani Jiménez puso el 0-3 en Santo Domingo, tanto espacio como el que él consigue.
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