Rubi pide al Almería energía positiva ante el Huesca
Rubi insiste en pasar página tras la derrota en Ceuta, destacando la importanciade mantenerla concentracióndel equipo
El UDAlmería Stadium se extiende hoy con un sentir distinto, teñido de una gravedad inusual, portando consigo un peso contenido en el aire que resuena ... con la fragilidad de los instantes recientes y la implacable fuerza que se precisa para sostener la estructura de la esperanza. En los confines de la UD Almería, la liturgia cotidiana ha sido impregnada por el eco tenaz de la derrota de Ceuta, un revés que sigue reverberando en la psique colectiva, exigiendo una alquimia interna para transmutar ese sonido en impulso motriz. Los pasos de los futbolistas por los pasillos del club, las miradas que se cruzan en el fragor de los ejercicios físicos y las arengas tácticas que dicta la pizarra, son gestos que buscan con urgencia recuperar el equilibrio perdido, el temple de quien sabe que la caída no es el final. El presente, en la voz del técnico, no admite distracciones con lo que ya pasó, pues sólo la ambición viva en el vestuario puede mirar con determinación el desafío que se yergue ante el horizonte, consciente de que la preparación debe ser tanto física como mental, sin permitir que los golpes recientes minen la energía ni la confianza.
La situación clínica del grupo se mantiene como un ineludible primer mandamiento en la agenda del cuerpo técnico. La incertidumbre se posa sobre los nombres de Nico Melamed y Lucas Robertone, quienes junto a otros compañeros han sido víctimas de la sutil arremetida de afecciones menores. El capitán técnico, con la circunspección que le otorga su rol, desveló la cautela que rodea las decisiones. «Decidiremos al final del entrenamiento, con ellos y con algún jugador más;volvemos a los procesos víricos y pequeñas otras cosas». Sin embargo, es la evolución de Chumi la que marca un trazo firme en el calendario de la recuperación. Sobre su estado, ofreció las frases exactas que miden el tiempo de su retorno a la lucha. «Las sensaciones que tiene él son muy buenas, va progresando adecuadamente, como se dice, pero quedan, yo te diría, mínimo tres semanas. Es decir, que esto se plantea para finales de diciembre, si todo sigue con la evolución que mantiene». La fría contabilidad de los días subraya el arte de equilibrar el interés competitivo con la integridad física, un principio que el Almería no está dispuesto a negociar por la prisa.
El Huesca
La mirada de Rubi, enfocada y sin concesiones al lamento, se dirige al inexorable porvenir. En el horizonte asoma el Huesca, un adversario que exige el máximo respeto, tejido con el hilo duro del oficio y el talento que dicta la categoría. El técnico rindió honores a la formación rival, nombrando a sus figuras como arquitectos de su juego. «Un rival con jugadores con mucho oficio, con jugadores que dominan muy bien la categoría, que saben jugar a fútbol. Te hablaría de Sergi Enrich, te hablaría de Pulido, te hablaría de Portillo, que lo hemos tenido aquí, que es un auténtico futbolista. Combinado con otros jugadores con velocidad, jóvenes que también tienen y ahora con la dinámica de haber ganado al Sporting en casa, es un equipo que vendrá a poner un rol muy difícil, como bien comenta su entrenador. Nos lo van a poner muy difícil. Vamos a ver si somos capaces de manejar bien este partido». El desafío se anuncia de alta exigencia, una prueba capital para la gestión del pulso en el corazón del Mediterráneo, donde la concentración debe ser absoluta y la entrega total.
Contra la sombra amarga del último revés, el mandato del entrenador se alza como un faro de ánimo, un imperativo para insuflar energía positiva en cada fibra del equipo y el entorno. La estadística reciente es el espejo donde reflejarse la autoconfianza y Rubi lo verbalizó con la convicción del predicador. «Quiero transmitir muchísima positividad y energía positiva de nuestro bando. Estamos en un momento que el otro día, o antes de ayer fue muy duro, es verdad, pero estamos bien, estamos con el equipo con muy buenos resultados, transmitiendo muy buenas sensaciones, con el equipo creo que el mejor de las últimas diez jornadas, cinco victorias seguidas en casa. Tenemos que ir muy animados a este partido. Esto lo tenemos que tener claro, que no tenga ningún tipo de influencia haber perdido en Ceuta».
Recuperar el ritmo victorioso en casa es el único objetivo que permite la ascensión en la tabla, un anhelo que se ha visto interrumpido por el último percance, pero cuya esencia debe seguir intacta y vibrante.
Magulladuras
El golpe de la derrota, tras la larga racha de nueve duelos invictos, ha dejado una sensible magulladura en el ánimo colectivo, magnificada por la naturaleza atípica del partido en Ceuta. El técnico desveló la sensibilidad de la herida con total transparencia, admitiendo el dolor que supuso la interrupción de la inercia. «Por un lado me fastidia un poco el haber perdido la dinámica ganadora que teníamos en un partido tan extraño, de estos de jugar media parte que no ha sido un partido normal. Esto me ha dolido. Nos ha dolido a todos los que estamos en el vestuario, seguramente a todos».
Sin embargo, la mayor tranquilidad del técnico rojiblanco reside en la madurez y la rápida capacidad del grupo para hacer el duelo y mirar al frente, con una lealtad férrea a la alta intensidad. «Lo que más me tranquiliza es que al día siguiente hicimos un entrenamiento, se les dijo a los futbolistas como si no hubiéramos jugado a nivel de exigencia física. Hicimos un entrenamiento sin ningún tipo de sobresalto y con una intensidad muy buena. Creo que el equipo ha sabido pasar página y luego me acojo a lo que transmiten los futbolistas en las últimas semanas. Creo que es muy positivo. Entonces eso es a lo que me acojo».
La afición
El epílogo de su alocución se convirtió en un llamado vibrante a la afición, ese undécimo jugador, un ruego de comunión incondicional elevado bajo el estandarte del respeto innegociable. El técnico, que concede a la grada su libertad de acción, formula un deseo que es, un pacto de honor deportivo. «La gente no tiene por qué coger mi consejo y es libre de hacer lo que quiera, por supuesto. Si me dices qué me gustaría, que respetáramos al 100% al colectivo arbitral, al rival, pero que animáramos mucho a nuestro equipo. Esto es lo que a mí me gustaría». La victoria, si ha de llegar, debe ser inobjetable, pura, sin la más mínima sombra de duda o el más nimio atisbo de injusticia, reafirmando el credo ético. «Yo lo que no deseo es ganar con trampas o con decisiones injustas. Es lo único. Entonces, animar al equipo a tope e intentar ayudarnos a por esa sexta victoria y a seguir en casa». Es la forma más noble de sellar la ambición del ascenso, con el respeto y la pasión como fuerzas entrelazadas en el corazón del UDA Stadium.
Focalizarse en el Huesca
El entrenador del Almería, Rubi, afrontó la rueda de prensa con el desafío de desviar la atención del profundo malestar y la polémica arbitral que dejó la derrota contra el Ceuta, insistiendo en que la disciplina profesional exige la concentración total en el próximo rival de Liga, el Huesca. El técnico fue preguntado directamente si el enfado que generó el partido atípico en Ceuta ya se había olvidado o si aún seguía presente. Rubi dibujó una clara línea entre el sentir personal y la obligación del vestuario, asegurando que, aunque la frustración es inevitable, la urgencia de la competición no permite mirar atrás. Explicó que, en el ámbito deportivo, «por una banda no queda más remedio que mirar para adelante y focalizarnos, porque todo lo que no sea focalizarse en el Huesca es un error». Sin embargo, el entrenador fue rotundo al confirmar la persistencia de su indignación sobre los hechos del partido, señalando su postura inalterable. «Otra cosa es que yo sigo indignado, te lo digo, y obviamente no entiendo nada de lo que pasó el otro día, pero tampoco quiero añadir nada más. Es decir, me ciño al comunicado del club y a partir de ahí totalmente focalizados en el Huesca».
Tras el comunicado oficial del club después de lo que se vivió en Ceuta, los medios quisieron saber si la directiva esperaba alguna respuesta formal o si pensaban que el Comité Técnico de Árbitros (CTA) daría algún tipo de explicación o explicación sobre los hechos denunciados. Rubi confirmó que el club está trabajando activamente en el asunto, a pesar de admitir que se trata de un territorio inexplorado a nivel institucional. El técnico reconoció que el procedimiento no es habitual para la entidad. «Bueno, a ver. No sé cómo se actúa en esos temas, cómo actúa el Comité. Yo sé que el club está trabajando en el asunto, como hizo el comunicado y, a partir de ahí, en los próximos días supongo que sabré cómo funciona. Para nosotros es muy nuevo esta situación». Con esta explicación, Rubi confirmó que la reclamación sigue su curso administrativo, aunque el cuerpo técnico y la plantilla se mantienen al margen de los detalles del proceso para no desviar la atención del terreno de juego.
La complejidad del ambiente se vio amplificada por los ecos que llegaron desde el propio club rival, con declaraciones del presidente del Ceuta haciendo alusión al chárter privado que utiliza el equipo para sus desplazamientos. La prensa buscó saber cómo habían sentado estas declaraciones, ajenas a lo deportivo, y todo el ruido generado después del partido. Ante el riesgo de escalar una confrontación verbal o desviar el foco hacia asuntos extradeportivos, Rubi optó por un mensaje de cierre firme y definitivo. El entrenador eligió zanjar la controversia externa con una frase corta, reafirmando la estrategia de aislar al equipo de cualquier ruido innecesario y volcarse exclusivamente en el próximo partido de Liga. «Respecto al otro... Oídos sordos».
La forma de jugar en Leganés
El técnico abordó el análisis táctico de la victoria por 0-3 en Leganés. No dudó en corroborar que, a pesar del resultado, fue un día anómalo en defensa, confirmando el análisis de la prensa. «A pesar del cambio de sistema, yo creo que con el día del Albacete es de los dos días que más ocasiones hemos recibido, posiblemente».Rubi procedió a justificar la decisión táctica, explicando que el cambio no fue un experimento, sino una necesidad de contención ante las amenazas específicas del rival, al tiempo que buscaba un beneficio ofensivo. «Teníamos análisis previos, sabíamos que era un partido muy peligroso... o podíamos plantearnos el cerrar con un quinto», buscando «cabezas altas en el área» para contrarrestar los centros laterales del Leganés. Además, buscaba un claro objetivo en ataque. «También buscábamos que nuestros dos jugadores más en forma liberarlos un poco de tareas defensivas. Esa parte obviamente salió muy bien».
El entrenador matizó la preocupación por las oportunidades concedidas introduciendo el factor psicológico del marcador, ya que la mayoría se produjeron cuando el partido estaba resuelto. «Nunca sabremos si las ocasiones se producen porque también el marcador va 0-2, porque de las ocho que hemos contabilizado, cinco son a partir del 0-2. Tú ya vas 0-2, tú ya has hecho parte de tu trabajo, entonces esto es un poquito nuestro análisis». El técnico concluyó con un balance positivo y la intención de mantener la opción táctica. «No descartamos volver a utilizar esta forma de jugar o de salir a nivel táctico y por supuesto nos servirá este partido para intentar perfeccionarla un poco más».
Orgulloso
Adrián Embarba y Sergio Arribas lideran la productividad ofensiva de la UD Almería, acumulando cerca del 80% del rendimiento del equipo. Rubi destacó su nivel actual: «Ellos te dirán si están en su mejor momento o no, pero yo sí que estoy orgulloso de que con nosotros estén como mínimo cerca de su mejor momento en su carrera y, en cuanto a números, parece que pueden mejorar sus mejores registros en temporadas anteriores ambos», aseguró el técnico rojiblanco.
El vilarense resaltó que otros jugadores también aportan en esa buena dinámica. «Ellos están llevándose la parte grande del pastel porque se lo están mereciendo, es así, pero hay gente que también está ayudando a sumar por ahí detrás». Además, el entrenador de la UDAlmería valoró la progresión de Talhys y de Patrick Soko. «Sigo pensando que el crecimiento de Talhys y de Soko está siendo muy adecuado, muy bueno y que van a acabar también ayudándonos en números», explicó.
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