Rubi: «Al final hemos puesto otra vez a la provincia de Almería en Primera»

El entrenador, no disimulaba su alegría en su comparecencia ante los medios, pero antes de esbozar esa alegría de una manera más elocuente tuvo palabras para los rivales. «Quiero felicitar al Eibar, porque ha hecho una temporada increíble. Nos hemos llevado la cara Valladolid y nosotros, pero los tres nos lo hubiéramos merecido», aseguró.

Una campaña que ha sido de infarto hasta el último minuto y por lo demostrado en los últimos encuentros con equipos que no se jugaban nada y salían a por todas ha quedado claro que se ha vuelto a dignificar al fútbol. «Es un deporte muy bonito. Obviamente hay que estar preparado del corazón, porque se sufre muchísimo, pero para mí ha sido espectacular. Obviamente lo digo desde el caballo ganador, pero los que estamos ahí cada día y los que nos acompañáis sabéis que hay mucho trabajo detrás con momentos buenos y malos y creo que nuestro equipo se lo ha merecido». Rubi reconoció haber perdido la cuenta de las jornadas que el equipo ha estado en puestos de ascenso directo. «No sé cuántas jornadas hemos estado entre los dos primeros, aunque podía ser que te quedaras fuera. Hoy durante el partido hemos ido segundos, terceros y primeros, pero creo que ha sido justa la clasificación al final».

De infarto hasta el final con sobresalto incluido como el último encuentro en casa, como se le recordó a Rubi en rueda de prensa. «No creo que el Alcorcón nos privara de nada. El Alcorcón hizo su trabajo y nosotros no estuvimos acertados como hoy no lo ha estado el Eibar, creo yo». A su juicio, «al final, los equipos que en teoría somos superiores sobre los que están abajo en la clasificación mucho también es demérito del equipo que juega y en el caso de la semana pasada ya lo he dicho que nosotros estuvimos mal».

Su nombre se suma desde ayer al de Maguregui, Gracia y Emery en la lista de los entrenadores que han llevado al equipo a la gloria. «Los tres son un ejemplo para nosotros. Estoy muy feliz no sólo por la cantidad de gente a la que se lo tengo que agradecer; empezaría por la afición, los jugadores, el cuerpo médico, fisio, equipo de administración, el delegado, la gente de prensa, en fin mucha gente que ha estado ahí todo el año, Turki, por supuesto, que ha puesto mucho empeño por ayudar al equipo», dijo. «Siento mucha felicidad por ayudar a que un equipo andaluz vuelva a Primera División», aseveró Rubi, que se siente como un almeriense más. «Me estoy sintiendo muy a gusto en esta tierra, al igual que en cualquier lugar de España donde he estado me han tratado muy bien, pero estoy muy feliz por eso porque al final hemos puesto a la provincia de Almería otra vez en Primera División. Además, no sólo la ciudad. Ha nuestro estadio ha venido mucha gente de otros pueblos de Almería todo el año a apoyarnos y esa felicidad también para ellos».

Una alegría la alcanzada al final tras mucho esfuerzo y que obligó al míster a arengar y matizar el sistema de juego de los suyo. «En el descanso hemos hecho varias cosas. Hemos dicho al equipo que había que meter un gol, no dos». Y eso porque «primero metes el primero y luego ya miraríamos como estaba la situación, porque no estábamos tan lejos. Había que marcar un gol y el escenario volvía a cambiar». Una vez las tablas en el marcador «hemos igualado el dibujo. Hemos cambiado el sistema, hemos puesto los tres atrás. Hemos puesto a Ramazani fuera de la banda y lo hemos metido con Sadiq. Hemos salido muy bien en el inicio de la segunda parte».

Hizo variaciones en el sistema de juego pero lo que no varió fue su fe en el ascenso. «Perdida no lo he tenido en ningún momento. Teníamos que tomar decisiones, que hacer cambios. Hemos hecho un cambio para acabar tres cuatro tres con los tres delanteros centro dentro del área para buscar un gol y fíjate ha llegado el gol del Alcorcón. Me llego a esperar un minuto y los cambios habrían sido diferentes». Rubi desveló que «no me ha dado tiempo a pensar en el miedo y como sé que este deporte muchas veces se despide en el último minuto, en el último chute, en la última bola, siempre he tenido la esperanza de que iba a pasar».

El técnico estuvo centrado en su trabajo hasta los últimos minutos cuando se necesitaba poco menos que un milagro. «No hemos mirado los resultados de los otros encuentros. Ni siquiera en el descanso he querido saberlo, simplemente teníamos la idea de que teníamos que marcar y a partir de ahí ya pensaríamos».