Rubi, sin excusas al empate del Almería: «Tuvimos 95 minutos para ganar»
El técnico indálico, que felicitó al Alcorcón, piensa en Leganés: «El partido es para once tíos que estén muy bien preparados de cabeza y no lamentándose»
Ganar es lo que permite no mirar al marcador o al móvil para saberse equipo de Primera. La UDA, tras el tropiezo 'ganado a pulso' ... frente al Alcorcón, aún tiene una bala en la recámara para que la palabra ascenso vuelva a sonar con fuerza en Butarque, sin tener que ir a la lotería de los playoffs que supondrían la disputa de cuatro partidos más para llegar al objetivo. El Almería hace cuentas para no echar por tierra otra oportunidad de, si hace lo que debe, conseguir el ansiado ascenso a Primera.
Pasó de largo la primera oportunidad y toca coger una calculadora que ofrece en la pantalla un resultado de letras y no de cifras: ganar. Al final sí que es cierto que lo de las cifras y las letras está 'comunicado' porque el triunfo reporta la suma de tres puntos, el único resultado que no obliga a mirar a ver qué pasa en Santo Domingo, si el Alcorcón es tan intenso como el sábado en Almería, o al Zorrilla para esperar a que el Huesca firme una 'ayudita' que si no llega no debe dar pie a lamentos. El Almería lo tiene en la mano y si asciende como si no será el único 'culpable' de lo sucedido. Al menos es lo que se extrae de las palabras de Rubi al término del partido frente al conjunto alcorconero. «Tuvimos 97 minutos para ganar el partido».
Sin acierto
El partido fue como ya anticipó el pasado jueves. «Un partido que ya sabíamos que no iba a ser fácil por la situación. El rival compitió muy bien, hay que felicitarlo, y empatamos un partido en el que no estuvimos acertados en muchas fases del juego, pero que también considero que tuvimos situaciones suficientes para llegar al final con otro marcador sin hacer un buen partido, pero no sorprende que haya un rival que te ponga dificultades, lo que pasa es que empezamos un pelín nerviosos, a mi modo de ver, y cuando en la segunda parte estábamos mejor no hubo manera. Unas veces se quedaba el control atrás, la chutaba arriba fuera. Esto es el fútbol, el acierto en las áreas. Ellos fueron esperando la suya, la encontraron y marcaron el gol que asaltó la banca».
No fue condicionante alguno la euforia del exterior. «El vestuario lo blindamos al cien por cien, no creernos que ya estábamos en Primera. Lo tengo claro que no tuvimos un buen día. En el vestuario no hubo para nada nerviosismo porque nos pensábamos que ya estábamos en Primera o porque ya estábamos pensando en autobuses ni cosas de esos. Hemos sido tajantes y no le doy la explicación ahí, se la doy a que un rival ha competido muy bien, nos lo ha puesto muy difícil y nosotros hemos entrado mal y no hemos tenido ese momento de fortuna que en otros partidos sí hemos tenido. Lo que se ha visto en el campo, no lo de fuera». Y el suceso es lo previsto. «Nos lo esperábamos. Hay que felicitarles porque han competido muy bien y ojalá puedan competir lo mismo de bien la semana que viene contra el Eibar».
Reincidió en ese aspecto, hilándolo con su comportamiento en el campo. «Han hecho lo que tenían que hacer, ser profesionales, disputar el partido al máximo como harán la semana que viene. Me saco el sombrero y me lo he sacado antes diciendo que este equipo estaba compitiendo muy bien y dificultando mucho a los rivales. El tema de las pérdidas de tiempo es una cosa que depende de los árbitros. Si no sacan amarilla, dejan..., estamos en manos de ellos».
A levantarse
Y ahora, con el ascenso a la misma distancia que el pasado sábado, no queda otra que reaccionar. «A veces cuando lo tiene más fácil o parece más bonito pasa esto, porque el fútbol no para de mostrarnos situaciones así. Hemos de aprender qué pasa, pero nos cuesta». Los entrenamientos servirán para eso. «Voy a ser muy duro con el futbolista y el que no me demuestre que está totalmente recuperado para el ganar el domingo participará otro. El partido de Leganés es para once tíos que estén muy bien preparados de cabeza y no lamentándose. Tenemos 80 puntos, muchas cosas habremos hecho bien».
Ese estado lo palpó ayer. En el vestuario contó que «estábamos ahí intentando que el vestuario no entrara en ese momento de depresión, creo que lo hemos conseguido hablando con ellos, pero mañana -por hoy- es cuando empezaremos a detectar esto. Este equipo ha demostrado muchas veces que después de una mala o regular viene una buena. Todo el año ha sido así. Yo confío y, si juegas dos finales aunque pierdas una, la otra hay que ganarla».
Rubi, que destacó que «es pena muy grande que no hayamos sacado el partido, una pena grandiosa, pero no tenemos tiempo para lamentarnos. Si estamos recreándonos en las lamentaciones no vamos a adelantar nada», también apuntó que «seguimos en posición de ascenso directo, dependemos de nosotros, además vamos a ir a ganar, eso no hay duda, pero en el caso de que no la consiguieras hasta se puede dar alguna combinación con el empate, pero no la quiero ni pensar».
Para el indálico, «en la capacidad que tengamos de levantarnos y saber que puedes mirar el vaso medio vacío, hemos perdido una oportunidad muy buena de subir ya, de los últimos cinco partidos hemos hecho 13 puntos de quince, se han quedado aquí dos puntos, se podían haber quedado en otro sitio. Miras así y hemos llegado a la última jornada dependiendo de ti. La pena es que sabíamos que podía suponer un día muy bonito, pero no lo hemos conseguido».
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