Rubi asegura que él sería incapaz de irse del Almería

Quienes hablan de ese modo tienen también puertas abiertas en base a su integridad. Él es uno de esos que no hace mucho pudo ser ejemplo para Emery cuando dejó al Espanyol, teniendo contrato, para irse al Betis. El hondarribitarra ha salido de pronto de Villarreal. «Hay momentos que hay que tener la mente fría y tomar las decisiones que uno cree porque sabe que también hay la otra parte, que tú a lo mejor puedes sacrificar situaciones y luego resulta que pierdes tres partidos y ya no estás. Cosa que también la tenemos que entender». Asumiendo eso, Rubi, que consideró que «es pronto» para hablar de su renovación, dijo creer que «lo importante es salvar al Almería y que el club piense lo que tenga que pensar y que no haya prisa en esas cosas». Y si las cosas salen mal o bien, para eso está la cláusula de salida. «Últimamente en los contratos siempre se pone una indemnización para no acabar de pagar todo lo que tengas que pagar y una cláusula para que el técnico, si le sale algo muy interesante, se pueda ir», pero no alarmó. «A pesar de que mi situación en este caso sería cada vez más desfavorable porque a medida que se acerca el final de un contrato siempre tienes menos a poder que te indemnicen, yo sería incapaz este año, si viniera alguien a pagar la cláusula, irme de Almería. Lo digo al cien por cien».

Lo expuso antes de afrontar un nuevo reto, el de ganar en casa ante un Celta que no está, a lo mejor, cerca de posiciones más placenteras y que planteará un partido «un poco en la línea de lo que es la Primera. Difícil, complicado», porque el rival tiene «un muy buen equipo, con muy buena plantilla también y por lo tanto partido duro para sacar adelante. Cada partido que estamos teniendo en casa, obviamente, los rivales tienen cada uno sus características que los diferencian».

En el Celta el que marca las diferencias es Iago Aspas. «Es otro jugador que a mí por lo menos me enamora. Cité el otro día a Raúl García, Parejo, Canales, muchos jugadores de estos. Pues ahí está Iago Aspas. Pasan los años y siempre son los mejores los mismos. Entonces tienes que tener un plan un poquito sobre todo para que este jugador intenté no desarrollar sus facultades, que son muchas. Hay jugadores que pueden ir ganando un partido de vez en cuando para su equipo y hay otros que ganan muchos para su equipo y Iago es de esos. Gana muchos partidos para su equipo. No quiere decir que el resto de fútbol no son importantes. Ni muchos menos. Es un equipo que tiene muy buenos jugadores y que, como nosotros no hagamos las cosas bien, veremos a un equipo que juega muy bien al fútbol, que se pasa muy bien la pelota, que te encuentra espacios y todo va dentro del pack para el partido».

A favor o en contra, según se mire, está la ausencia de Hugo Mallo, valorada por el técnico, pero ensalzando a sus posibles sustitutos. «Todos los jugadores son diferentes. Falta un jugador y entra otro. Pierden algo de lo bueno que tiene y si hay algo que no tiene bueno pues no se manifiesta. Sea Kevin o Mingueza, son otras características. Nosotros hemos estudiado qué tipo de lateral puede ser Mingueza y qué tipo de lateral puede ser Kevin. Es lo que único que podemos aportar de información al equipo».

De lo que sí presume el Celta, y no le gustaría, es de encajar muchos goles desde fuera del área. Rubi afirmó que eso no se entrena de un modo consensuado, sino que es algo rutinario. «Todas las semanas hacemos como todos los equipos, muchas ejercicios de tiro desde la frontal, de las esquinitas... Creo que nosotros ahí, excepto el gol de Embarba, aún tenemos un margen de mejora porque hoy en día el golpeo de fuera del área es importantísimo. Yo te diría que es mucho más que en años atrás porque los rivales cada vez se encierran mejor, dejan menos espacios, los defensas están súper bien preparados, los centrocampistas ayudan. Entonces cuando tengas una situación un poco alejada, pues ser preciso, golpear fuerte a las esquinas sigue siendo igual de difícil para un portero que como lo ha sido toda la vida. El tema es que ha que aprovechar esas situaciones y la prueba es que la cantidad de goles que marca el Madrid... es tremendo. Para este partido en especial si hemos preparado eso, exactamente no, pero si que es una situación que trabajamos cada semana».

A la par que el rival puede tener sus rémoras, la UDA ha demostrado también sufrirlas. Por ejemplo, las segundas partes, en las que se ha sufrido demasiado en muchos de los últimos partidos. «Está claro que igual que tiene bastante mérito avanzarse últimamente en el marcador, hemos mejorado mucho en las primeras partes y tenemos que mejorar un poquito más en las segundas partes, en los cambios, en la gente que entra fresca porque también es cierto que es más difícil. Has de pensar que cuando en principio hay una pequeña o una diferencia de nivel, cuantos más minutos pasan en el campo más fácil es que se acabe notando. Lo difícil de mostrar un nivel es a corto plazo. A medio o largo plazo, ya sea en una Liga en un mes o en un partido, igualar esas fuerzas cada vez es más difícil, pero no estoy justificando que no podamos hacer más. Tenemos que hacer más, tenemos que mejorar ahí todos, estar tranquilos porque el equipo quiere y el equipo no para de recibir correcciones, de recibir situaciones que tiene que mejorar, esto es continuo cada semana».

Cara al gol, el Almería ha hecho nueve tantos en casa. Sin embargo, ocho los logró en la primera parte. «Si repasamos el historial del equipo en estas once jornadas, yo siempre defendí que salíamos bien a los partidos, pero las primeras partes siempre se nos giraban en contra. El equipo tenía unos cinco o 10 minutitos muy buenos, lo que demuestra el querer, la actitud de los jugadores de confiar, pero a la que teníamos un contratiempo o dos en las primeras partes nos caíamos y hacíamos segundas pues como la del Sevilla, otras segundas partes mucho mejores. Parece ser que ahora no es que esté haciendo malas segundas partes en cuanto a organización, en trabajo, pero sí que nos está costando mucho más marcar goles, estamos encajando más de los que nos gustaría». La intención del técnico no es otra que la de «mejorar ahí, que somos conscientes y es muy importante todo el equipo porque con los cinco cambios un entrenador se puede equivocar en un cambio o no, porque pensaba que le aportaría una cosa y luego no la ha mostrado, pero podemos dar mucho más todos. Hay que ayudar al equipo a acabar con una regularidad de nivel, de competir sin bajar un poquito».

Con goles en la primera o en la segunda, está claro es que en la cita de hoy es obligado sumar porque son tres puntos de gran importancia. Asintió que la victoria son «más que tres puntos en el sentido de que si somos capaces de ganar será la tercera victoria seguida en casa, serán 9 de 15 y el equipo poquito a poquito está intentando sacar la cabeza de los puestos de abajo. Es un partido de más de tres puntos. Que no se consigue, lo primero será el análisis de que el equipo lo haya peleado, lo haya dado todo, lo haya afrontado con la máxima confianza del mundo y seguiremos para adelante. No se acaba la Liga mañana ni es un partido definitivo».

Puede que con cambio en la portería, o no, porque no dio pistas, pero sí aseveró que el Almería tiene dos muy buenos porteros. «Lo que es importante es que cada uno puede tener sus preferencias. A mi me gusta más un portero al otro le gusta otro y hablar y no pasa nada. Si que es importante que si tenemos dos buenos porteros no podemos decir que si juega uno es malo. Juegue quien juega es buen portero». Por eso trató de quitar nerviosismo. «Tenemos que estar tranquilos y no generarles a ellos una presión añadida de que hay uno bueno y uno malo porque no es el caso. Durante la semana pasan muchas cosas, entrenan, se ven cosas, incluso anteriormente has tomado unas decisión que podías valorar el resultado que habría para tener preparadas las siguientes. Son muchos factores. Mañana -por hoy- no jugaremos con dos porteros, solo con uno, pero estaremos tranquilos porque sabemos que juegue quien juegue lo hará bien o lo intentará hacer bien y tiene un buen nivel».