Rubi asegura que, en su estreno con el Almería, «regalamos el empate»

Una sensación que tuvo Rubi en su estreno, viendo que los primeros 45 minutos, incluso el comienzo de la segunda parte, dejarían los tres puntos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos en su primer partido al frente de la UDA. Pero que, en el segundo periodo, solamente serían capaces de mantener uno. El catalán no tuvo reparos en reconocer, en la rueda de prensa posterior al choque frente al Real Oviedo, que «entre todos, técnicos y jugadores, hemos regalado dos puntos».

Máxima sinceridad en el final de una intervención en la que dijo, en varias ocasiones, que no esperaba la falta de «punch» (pegada) de su equipo en el segundo tiempo. Producto, en un primer análisis en directo y después de haber visto, por televisión y vídeo, los anteriores encuentros, de la «ansiedad» que están mostrando los jugadores rojiblancos desde que están inmersos en una mala racha que se ha ampliado, con el empate de hoy, a ocho puntos de los últimos 27, con una sola victoria (Málaga) en este periodo de tiempo, lo que llevó a que la directiva decidiera cambiar de entrenador y contratar a Rubi para el final liguero.

Esa ansiedad se mostró, a su juicio, entre los futbolistas en un segundo tiempo que querían «que se acabara cuanto antes». Y cuando esto pasa «el aspecto mental no te ayuda». Sucedió y el equipo «dejó de generar ocasiones y de seguir jugando». El resultado no fue otro que «complicarnos la vida nosotros solos».

Primero con el «gol que marca el Oviedo que es el 2-1». Ahí fue «un palo muy fuerte que sufrió el equipo», porque no fue por una jugada elaborada del conjunto entrenado por Ziganda. Lo fue por un error en la salida de balón de un Jorge Cuenca que no estuvo tan solvente como tiene acostumbrados durante esta temporada. Ese tanto «llegó de la nada» y lo complicó todo.

Ponía emoción a un choque que parecía no tenerla tras haber llegado al descanso con 2-0 y con una situación que, por las ocasiones de los dos equipos, parecía más que resuelta y que los tres puntos se quedaran en tierras almerienses. «Esto demuestra que no hay un partido cerrado ni cuando tienes dos goles de ventaja», decía Rubi.

El entrenador espera que «podamos aprender de esta experiencia». Trasladada a los próximos encuentros, «que cuando tengamos un marcador tan ventajoso no nos pase de nuevo lo mismo y podamos quedarnos con la victoria». Un mal que se le está haciendo cada vez más grande a la UDA.

El mismo equipo que, durante grandes fases de este campeonato, era el que sumaba más puntos en los minutos finales y lograba convertir en victoria un empate o, incluso, una derrota. Todo lo contrario que le está pasando en esta segunda vuelta, con derrotas en Ponferrada o Zaragoza, cuando el partido se le puso de cara o, como hoy, sin poder cerrar el marcador a su favor.

El empate, además de saber que le queda «mucho trabajo por hacer», le dejó a Rubi una «sensación mala» porque no pasó nada de lo que dijo en la previa y que los números del rival, a domicilio, así mostraban desde hace algo más de un mes. «El Real Oviedo es un equipo que encaja poco y logramos ponernos con un marcador de 2-0», recordó. «No lo hemos sabido aprovechar y sabe muy mal», manifestó.

Tal y como vino declarando el anterior entrenador (José Gomes) durante semanas, Rubi también hizo suyo el discurso de ser una plantilla «muy joven». Después de 37 jornadas, sin dar la sensación de haber aprendido lo que es la Liga SmartBank cuando las cosas, en un partido, no se ponen del todo bien. Incluso, cuando se ponen muy bien, como hoy, y no se logra mantener la ventaja. «Me preocupa ese punto de falta de madurez en algunas situaciones que hemos tenido».

Un lamento que no supo decir si era la causa de ver, en el tramo final del encuentro, un bajón físico de sus jugadores porque todo influye de cara a que la mente pueda dar ese máximo o verse que «estábamos deseando que se acabara el partido», como sucedió ante un Real Oviedo que comprobó el 'miedo' en las filas de la UDA y fue para, primero, igualar el encuentro y, después, lograr una victoria que, finalmente, no se produjo.

Lo que hubiera sido un golpe todavía mayor para una UDA que, hoy, vio ya ampliarse la desventaja con el segundo puesto de la clasificación. Ocho puntos, cuando quedan 15 por jugar, lo que hace, como reconoció Rubi, que todos los esfuerzos se pongan para «llegar mejor al playoff de ascenso». La segunda vía para estar la siguiente campaña en la Liga Santander, sin olvidar los otros equipos que le pueden recortar distancia esta misma jornada al Almería.