Revolución en la UD Almería
El club indálico planea una profunda reestructuración con ventas millonarias y fichajes estratégicos para relanzar su proyecto en Segunda
La UD Almería se adentra en un mercado estival crucial con el objetivo de redefinir por completo su proyecto deportivo. La decepción tras no conseguir ... el ascenso a Primera ha provocado un viraje en la estrategia del club, que hasta hace unos meses defendía la continuidad como vía de crecimiento. Ahora, la prioridad pasa por realizar una reestructuración profunda, tanto en el plano económico como en el deportivo, con una premisa clara: vender a los jugadores más cotizados para generar liquidez y, a partir de ahí, configurar una plantilla más equilibrada, con menor masa salarial y mayor cohesión colectiva. La nueva propiedad, encabezada por Mohammed Al Khereiji, ya ha asumido públicamente la factura del fracaso y trabaja desde hace semanas con la dirección deportiva en un plan de acción que combina salidas estratégicas y fichajes bien medidos.
Entre los nombres con más opciones de abandonar el club este verano se encuentra Marc Pubill, un lateral derecho con proyección internacional, que el martes se retiraba con molestias en el partido de la sub-21 frente a Italia, en el Europeo de la categoría. Su temporada, más allá de altibajos, ha despertado el interés de clubes de primer nivel como el AC Milan, el Napoli –campeón de la Serie A– o un equipo de la Bundesliga como el Stturgart. La UDAlmería no tiene intención de regalar a uno de sus activos más valiosos y ha fijado un precio de salida cercano a los quince millones de euros más cinco en variables, aunque está abierto a fórmulas creativas que incluyan cesiones con obligación de compra o traspasos con derechos de recompra.
Lo mismo
La misma lógica se aplica al colombiano Luis Javier Suárez, máximo goleador del equipo indálico con 27 tantos. El futbolista cafetero, que se ausentó del playoff por su convocatoria con la selección colombiana, ha dejado claro su deseo de dar el salto a un proyecto de mayor dimensión, y su adiós es prácticamente un hecho –en el mercado de diciembre tuvo 'novias'–. El club espera ingresar entre veinte y veinticinco millones por su traspaso, conscientes de que el delantero tiene mercado en España y en ligas extranjeras.
Otro de los jugadores que figura en la rampa de salida es Lucas Robertone. El centrocampista argentino ha sido durante varias temporadas uno de los pilares del equipo, pero su ciclo en Almería parece agotado. Tiene contrato hasta 2028, pero su alto salario y su irregular rendimiento esta temporada han llevado al club a escuchar ofertas por él. Se trata de una decisión estratégica que busca liberar masa salarial y abrir hueco a nuevas incorporaciones en una zona clave del campo. De todas formas, su posiblde regreso a Argentina es más una 'ilusión' que una certeza, pese a que se le pueda haber 'relacionado' con River o Vélez, sin ser más que eso, la típica tormenta que viene apareciendo, más en España, en las dos últimas temporadas. También se encuentra en una situación delicada el lateral izquierdo Álex Centelles, con propuestas desde el extranjero -se ha hablado de Portugal y del Ekstraklasa polaco-, y el central serbio Aleksandar Radovanovic, al que pretende el Sporting de Gijón, según comentó el periodista @AngelGarcia_, que no da puntadas sin hilo. Leo Baptistao, tras una campaña con diez goles, también podría regresar al fútbol brasileño. El Santos ha mostrado interés en contar con sus servicios, y en el club no verían con malos ojos una venta en torno a los dos o tres millones de euros.
Especiales
Mención aparte merece el caso de Dion Lopy. El mediocentro senegalés, un jugador que debería 'atemperar' sus formas -20 tarjetas vistas esta temporada-, es uno de los activos de la entidad con mayor potencial. Su presencia física, capacidad de recuperación y recorrido le convierten en un perfil muy atractivo para equipos que buscan músculo en la medular. Aunque su temporada ha estado marcada por momentos de inconsistencia, sigue siendo seguido de cerca por clubes de Ligue 1 y por algunas direcciones deportivas de la Premier League. El Almería no ha puesto oficialmente a Lopy en el mercado, pero tampoco lo considera intransferible. Si llega una oferta convincente -en cifras que podrían rondar los diez millones de euros- el club se plantea seriamente su salida. La posible marcha del senegalés abriría también la puerta a la llegada de un mediocentro organizador que equilibre el juego interior, una de las grandes carencias del equipo en la recta final del curso.
Con el senegalés sucede lo mismo que con el madrileño Sergio Arribas o el cancerbero portugués Luis Maximiano. El ex del Real Madrid, que tiene una opción de compra del 50%, es un futbolista codiciado –ya lo era la pasada temporada– y hay equipos nacionales que le buscan, como también algunos de distintas ligas europeas. Maximiano, por su parte, perdió el sitio en las últimas jornadas del campeonato. Llegó procedente de la Lazio, por 8,1 millones de euros. y, como es obvio, la entidad no querrá perder ni un céntimo en esa operación.
Renovación
En el apartado de incorporaciones, la dirección deportiva ha activado ya varias operaciones. Una de las más avanzadas es la de Patrick Soko, delantero del Huesca que ha firmado una gran temporada con doce goles. Su fichaje está prácticamente cerrado y se le considera una apuesta de presente con margen de mejora. También está muy cerca Víctor García, jugador del Eldense que puede actuar tanto de lateral como de carrilero. Su llegada se plantea como una solución inmediata ante la más que probable marcha de Marc Pubill. Otro de los objetivos es el zornotzarra Jon Morcillo, extremo izquierdo del Albacete que ha completado una campaña notable con ocho goles y seis asistencias y que en el Carlos Belmonte se encargó de vacunar a la UD Almería, haciendo los dos goles que terminaron dando el triunfo, provocando además un desbarajuste en el equipo indálico. Su versatilidad y capacidad para desbordar le convierten en una pieza interesante para un Almería que busca recuperar profundidad ofensiva por bandas.
Junto a estos perfiles, el club ha sondeado otras opciones como Ángel Ortiz, centrocampista del Real Betis con proyección o Aleksa Puric, central serbio del Racing de Ferrol que ha despuntado en la categoría. En todos los casos se prioriza la incorporación de futbolistas con experiencia en Segunda División o que se adapten con rapidez a su exigencia física y táctica. La idea es formar un bloque compacto, con perfiles complementarios, en el que el rendimiento colectivo esté por encima de las individualidades. Se busca una plantilla menos dependiente de destellos y más sólida desde lo estructural.
El giro de guion es evidente si se compara con la estrategia del pasado mercado de invierno. Entonces, el club rechazó cualquier intento de desmembrar el equipo en plena lucha por el ascenso. Rubi, el técnico, pidió expresamente mantener el bloque para no perder consistencia. La propiedad accedió, apostando por la estabilidad como vía hacia el objetivo. Pero la eliminación en el playoff ha dado paso a otra lógica. Ahora toca vender, ajustar el presupuesto, aligerar salarios y construir desde otro lugar. El golpe económico por no regresar a Primera es considerable y el club debe reaccionar para no comprometer su viabilidad a medio plazo.
La UD Almería encara, por tanto, un verano clave en el que se juega mucho más que la configuración de una plantilla. Está en juego la credibilidad del proyecto, la confianza de la afición y la capacidad del club para reinventarse en un entorno altamente competitivo. El plan ya está en marcha y en las próximas semanas se espera un volumen importante de movimientos, tanto en entradas como en salidas. El objetivo sigue siendo el mismo, el de regresar cuanto antes a la élite. Pero para ello hará falta algo más que buenos nombres. Hará falta construir un equipo con alma, compromiso y equilibrio. El mercado ya está abierto. El futuro se negocia desde ahora.
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