Ramazani se arriesga a una dura sanción
Ortiz Arias refleja en el acta insultos del belga en el túnel de vestuarios, que se acercó a él «de forma agresiva y con actitud intimidatoria»
«Una vez finalizado el partido y dentro del túnel de vestuarios, el jugador local número 7, D. Largie Ramazani, se acercó a mí de ... forma agresiva y con actitud intimidatoria, sin llegar a contactar conmigo físicamente debido a que fue sujetado por cuatro miembros del equipo local aproximadamente. Una vez fue apartado, se dirigió a mí gritándome en los siguientes términos: «¡Fucking dickhead!», «¡Fucking cunt!» (maldito hijo de puta), «¡Fucking idiot!». Esas son las palabras que, traducidas, pueden significar 'maldito imbécil, maldito hijo de puta y maldito idiota' y que Largie Ramazani dirigió al madrileño Ortiz Arias en el túnel de vestuarios, por lo que podría perderse el final de la presente temporada y, si se queda, lo mismo hasta no puede jugar en los primeros partidos del próximo curso.
El régimen disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol cataloga este tipo de actitudes contra los árbitros como faltas que podrían acarrear una suspensión de entre cuatro y doce partidos, según el artículo 99 de dicho régimen, que habla de 'Insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas'. Éste indica que «insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al/a la árbitro/a principal, asistentes/as, cuarto/a árbitro/a, directivos/as o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos». Habrá que ver si la actitud de ese comportamiento agresivo, que tuvo el impedimento por parte de compañeros de la UD Almería, es adoptado como un intento de agresión que será lo que deba valorar el Comité de Competición esta semana. El belga cumplirá sanción segura el próximo sábado frente al Getafe, por haber sido expulsado por segunda vez en poco más de un mes -ante el Athletic se fue del partido en apenas unos minutos- y habrá que ver por cuánto tiempo.
Llueve sobre mojado
Será el segundo incidente en el que Ortiz Arias intervenga con la UD Almería de por medio. El madrileño fue el árbitro del penúltimo partido de la fase regular de la temporada 2019/20, disputado en El Toralín, ante la Ponferradina. Que puso en el acta algo de lo mucho que pasó a la conclusión del partido que la UD Almería que salió casi 'indemne' de los incidentes, graves sin duda, acaecidos sobre el terreno de juego berciano cuando el madrileño hizo sonar el silbato para decretar el final del duelo y que comenzaran las disputas entre ambos 'contrincantes' sobre el imaginario ring implantado sobre el verde del recinto castellano-leonés. Apenas si hubo agresiones, más bien forcejeos, de parte y parte. En las imágenes del partido se observaron a los jugadores de la Ponferradina haciendo un corro en el centro del campo y aproximarse a Iván Balliu y, poco después, los jugadores bercianos persiguieron al gerundense, mientras en otra parte se observaba a Darwin y Noguera cabeza con cabeza. Más tarde, el que aparecía en la escena fue Jonathan Silva, que soltó una 'colleja' a un miembro del cuerpo técnico de la Ponferradina, para dar paso a carreras, enganchones e intentos de que las aguas volvieran a su cauce. Sólo algo de lo relatado aparece en el acta arbitral redactada por el árbitro madrileño, sobre lo que actuó el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol. El acta que presentó Ortiz Arias al término del partido señalaba a Darwin Núñez, con Noguera, como el que provocó la pelea en la que se vieron involucrados los dos equipos.
Así, en el apartado de otras incidencias escribió que Darwin Núñez acabó «expulsado una vez finalizado el encuentro, a pesar de no poder mostrarle la tarjeta roja, y estando sobre el terreno de juego provocó un confrontamiento con jugadores de la SD Ponferradina, propinando un cabezazo a un jugador del equipo adversario. Instantes después lanzó varias patadas y sendos manotazos a varios jugadores del equipo adversario, no llegando a ver los integrantes del equipo arbitral «si impactaba en ellos o no».
Si no...
Todo lo afirmado entonces por el madrileño fue adoptado por el Comité de Competición para imponer una sanción, la más leve, atendiendo al artículo 122 del Código Disciplinario, que sanciona con un partido de suspensión -por no ser reincidentes– actuaciones como las protagonizadas entre otros por los indálicos Jonathan Silva, Darwin Núñez y Fernando, por considerarse «comportamiento antideportivo», sanción que quitó hierro al acta redactada por el que el domingo fue el árbitro del duelo entre UD Almería y Villarreal, que 'prometió' venganza, con una frase que si no literal sí que era como un 'ya nos cruzaremos'.
El curso siguiente, en Mallorca, hubo otra. El Almería cayó sin sancionar un claro penalti de Brian Oliván sobre Balliu, en la primera parte, y marcando el 1-0 por uno sancionado sobre Maras que tenía los brazos por detrás, invitando a Makaridze a estar callado con un «si no respetas mis decisiones ni mi trabajo ya sabes lo que hay». David López, central del Girona, en el partido que le ganó en la primera vuelta al Almería, le tildó de tener una actitud chulesca, «no se puede trabajar así, es muy difícil. Te falta al respeto, te insulta» y, tras caerle cuatro partidos, se retractó, pero los cuatro partidos no los pudo disputar. Desafortunadamente, para la UD Almería, sus actuaciones arbitrales dan para pensar en la amenaza.
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