El Racing de Santander llega en busca de un boleto para el ascenso directo

Justo antes de esa fecha los racinguistas sufrieron una importante pájara que coincidió con el momento más dulce de la UD Almería. Ese cruce de caminos duró hasta que los rojiblancos desplazaron del liderato a los cántabros, generando un momento de zozobra y dudas sobre las posibilidades del plantel de José Alberto que, incomprensiblemente, se estaba deshaciendo.

Del mismo modo que Racing y Almería cruzaron sus caminos inversos en el tramo anterior al mercado de invierno, lo volvieron a recorrer, pero a la inversa, justo después del cierre de ese mercado. Los racinguistas se rehicieron, mostrando una capacidad sobresaliente para recuperarse de sus males. Todo lo contrario que la UDA que, después de recorrer el camino más difícil, cayó en una depresión que, con matices, aún se mantiene. Esos caminos encontrados vuelven a cruzarse justo en el tramo final, con intereses similares y predicción incierta.

Esquema táctico

El Racing de Santander utiliza un dibujo de 1-4-2-3-1 que, apoyado en dos pivotes muy tácticos, ejerce una presión alta que complica la fluidez del juego rival. Los laterales son de largo recorrido, muy ofensivos, convirtiéndose en extremos que doblan a los habituales en esas posiciones. El juego por bandas es una de las armas más utilizadas por los cántabros, aunque no es la única, ya que, precisamente al doblar a los extremos, éstos también encuentran muchos espacios hacia el interior donde la estrategia sigue su curso. A ello se une el 'permiso' de varios de sus jugadores para, aprovechando su calidad individual, encarar el uno contra uno en busca de fortuna.

Sea como fuere, los racinguistas generan muchas ocasiones de gol en cada partido, por distintos caminos. Otro de ellos es la estrategia a balón parado. Y es que la pizarra, durante la semana, la trabaja mucho y bien el técnico José Alberto. La confianza que ha impregnado a toda la plantilla le permite ir a por el rival de forma directa, con posesión o, igualmente, esperando con una alta presión que les hace estar cómodos aún sin el esférico, para buscar robos y llegadas rápidas al área rival.

Aunque el ataque es una faceta brillante de este equipo, lo que realmente hace del Racing de Santander un equipo ganador es su fiabilidad defensiva aunque, es cierto, a lo largo de la temporada han pasado por algunos baches sonados que, en cualquier caso, se han subsanado en el momento clave. Así, cuando el rival crea problemas con presión en la salida del balón, han sabido solucionar con trabajo esta cuestión enviando balones en largo, pero con criterio táctico.

Uno de los problemas más graves que han tenido en esta parcela a lo largo de la campaña ha sido el repliegue defensivo cuando han atacado en tromba y no han conseguido finalizar jugadas. Ahí sí que los rivales, en muchas ocasiones, han cogido a la defensa desorganizada.