Rachad, la nueva perla del Almería

Cuando se le preguntó a Rachad sobre las palabras no ocultó su emoción. «Las he escuchado y estoy muy contento de que Rubi dirija esas palabras. Estoy muy agradecido por la oportunidad que me ha dado él, el cuerpo técnico y los compañeros, que me han acogido perfectamente. Ahora toca seguir así». Así, el joven demostró que su humildad va de la mano con su ambición. «La derrota pesó mucho, pero que el entrenador hable de mí en ese momento me satisface», añadió agradecido.

El camino hacia la titularidad no fue algo que se le comunicara con mucha antelación. Rachad supo que estaba en el once inicial en la charla previa al partido. «Me lo dijeron justo antes de llegar. Me pidieron que fuera como soy, que jugara como entreno y que lo diera todo», explicó. Para él, la clave está en mantenerse fiel a su estilo de juego y seguir trabajando duro, tanto en los entrenamientos como en los partidos. «Siempre lo doy todo al cien por cien, intento ayudar al equipo, entrenar bien para que, cuando me llegue la oportunidad, aportar con un gol, una asistencia o con buen trabajo».

Cómodo

Aunque no es un jugador de referencia en ataque, se sentía cómodo en banda, una posición en la que ha jugado en repetidas ocasiones. «Me he acostumbrado a jugar en banda también y ya lo venía haciendo desde hace tiempo. Y donde pueda aportar al equipo, estaré listo para hacerlo», comentó con madurez.

Rachad no es originario de Almería, pero siente que ya ha hecho de esta ciudad su hogar. «Siempre he sido de Murcia capital, pero ya llevo aquí cinco años. Estoy muy contento de estar aquí», comentó el futbolista, que ha pasado por un proceso de adaptación exitoso. El joven se ha integrado en el equipo y, aunque admite que los primeros minutos en el campo siempre son un reto, se siente preparado para lo que viene. «No es una sensación diferente a la del año pasado. Mi objetivo es el mismo: aportar al equipo y dejar buenas sensaciones».

Para Rachad, uno de sus mayores valores dentro del equipo es su capacidad para mejorar los entrenamientos con su intensidad. «Me gusta trabajar para el equipo porque ellos trabajan por mí. Todos debemos ayudarnos para que la situación mejore», afirmó. A pesar de su entrega y velocidad, Rachad es consciente de que aún tiene mucho por aprender y mejorar. «Tengo 19 años, me queda mucho por mejorar. Hay aspectos y detalles que debo ir puliendo con el tiempo y espero que eso me haga ser mejor futbolista», reflexionó.

Su padre

Aunque su futuro parece prometedor, no olvida de dónde viene ni quién ha sido su principal apoyo. Su padre, que lo acompañó desde sus primeros pasos en el fútbol, sigue siendo su pilar. «Siempre ha sido el que me mantiene la cabeza recta, siempre pico y pala conmigo. Él fue quien me metió en el fútbol y me ha acompañado desde pequeño. Se lo debo todo», confesó con orgullo. A pesar de su apoyo, su padre también es un crítico. «Es futbolero criticón. Aunque haga un buen partido y meta varios goles, siempre tiene alguna cosa que decirme para mejorar. Me lo dice a la cara, tanto lo bueno como lo malo», dijo.

El joven delantero sabe que el camino no será fácil, pero es consciente de que cada partido es una oportunidad para aprender y mejorar. Tras la derrota, el equipo ha hecho autocrítica y ha decidido utilizar esa frustración como combustible para sus próximos compromisos. «Hemos comentado los errores, sabemos que tenemos que mejorar y hacer cabeza fría. Queremos levantar la cabeza y buscar una victoria con muchas ganas. Toda la rabia que tenemos ahora por haber perdido, la vamos a utilizar para sacar un buen resultado en el próximo encuentro», aseguró Rachad con determinación.