La prueba del algodón la pasa el Almería en Medizorroza

La rémora está en los empates no conseguidos, porque la UD Almería lleva ocho derrotas que de transformar la mitad en tablas la situación sería más alentadora pues estaría a dos puntos de la salvación, pero los supuestos en el fútbol son como los goles, si se marcan o te los marcan cuentan, pero si no… Ese puesto de permanencia lo pisa precisamente el rival de hoy –otro partido más a las dos de la tarde–, un Deportivo Alavés que lleva nueve puntos, uno por cada gol marcado –la UDA, con 14, sólo ha podido sumar tres empates, un equipo cuya rémora está en los 31 goles encajados en las once jornadas–.

Ya lo dejó claro el viernes Gaizka Garitano sobre el cariz que tendrán los partidos futuros. Del de hoy dijo que es una final y será así mientras no se gane, aunque el cariz no cambiará por una victoria hoy, porque ésta no sacará al equipo de los puestos de descenso, sino que se necesitará que otros resultados acompañen en fechas sucesivas. De todas formas, las cuentas de la UDAlmería no hay que asociarlas a rivales directos y sí a lo que sea capaz de hacer el propio equipo almeriense. Dicen que con cuarenta y tantos puntos se logra plaza en la categoría para el próximo curso, puede que con el cariz que está tomando la competición lo mismo no se necesitan tantos. Pero, si el equipo indálico los suma, nadie le quitará el mérito ni hablar de suerte o milagro, sino resultados conquistados a base de creer.

Y es que ese matiz de pensar que es posible es lo que permitirá estar cerca de la salvación o no. El Almería está por 'creer' en el último puesto de la clasificación y por creer estaría fuera. Lo primero porque considera que cada gol que encaja es una losa que no es capaz de levantar, una bocanada de viento contra un castillo de naipes que se desmorona con suma facilidad. Lo segundo porque, si no se cree en que materializas las metas es factible, estará sentenciado a purgar sus errores en la categoría de plata del fútbol español el próximo curso competitivo.

Hoy tiene a un rival que ofrece como patrón el de la mayoría de equipos vascos cuando su única meta es la salvación. Pelean, hacen del balón parado un modo de vida –algo a lo que no está ajeno el equipo de Gaizka Garitano por la 'experiencia' vivida el martes en Talavera de la Reina–, buscando los centros laterales, a la inversa del rival copero, con buen porcentaje de acierto por parte del Glorioso. Y tocará ser metódico en el trabajo defensivo, un problema que coloca al equipo rojiblanco como el más endeble de la competición liguera.

La victoria en Talavera de la Reina supuso un alivio, por aquello de familiarizarse con los triunfos, aunque de nada sirve para hoy. Ya se sabe que los triunfos en Copa del Rey no cotizan al alza en la Liga, si bien es cierto que suponen una inyección a la hora de hablar de recuperar sinergias perdidas. Aunque el rival del martes sea un Segunda RFEF –entre ambos hay tres categorías intermedias–, está claro que hubo que hacer cosas bien para ganar. Otros equipos sufrieron para lograr su objetivo en partidos disputados en las mismas condiciones. Deportivo El Alavés no es uno de ellos, porque lo hizo 0-10 en Murcia y el jueves, lo que supone un desgaste para quienes viajaran, aunque no jugaran.

Si alivia ganar, más lo hace poder recuperar futbolistas para afrontar el partido, como ocurre con la UDAlmería, abriendo un abanico de posibilidades con vistas a la cita de hoy en Mendizorroza, sobre todo y positivo el hecho de que Sergio Akieme pueda estar para no tener que ocupar la banda izquierda con un 'interino' que lo haría a pie cambiado. Eso permite que por la derecha haya dudas, con la opción de colocar a Houboulang Mendes o Alejandro Pozo o, incluso, a los dos para tapar las bandas, que son la forma de 'percutir' de los babazorros para tratar de acercarse al triunfo, que se le ha resistido en sus tres últimos partidos en casa y en los cinco que ha jugado a domicilio, donde conquistó dos puntos, con una puerta a cero y dos en los que no vio portería, siendo éste su mal endémico. Lo más normal es que sea el bisau-guineano el escogido para actuar de salida.

Las dudas están en el centro de la zaga, si bien mirando al partido de Copa, por aquello de gestionar minutos, César Montes será titular –se tuvo que ir expulsado a los pocos minutos de entrar, mientras que Chumi entró al campo en el minuto 66, repitiendo así un centro de la zaga con los dos titulares del partido del pasado fin de semana frente a la UDLas Palmas.

Volverá Robertone para formar pareja con Dion Lopy, mientras que Sergio Arribas podría aparecer en la mediapunta, escoltado en las bandas por un Largie Ramazani que lleva dos goles en dos partidos y que empieza a aportar en el aspecto defensivo, y Adrián Embarba, con Leo Baptistao como hombre en punta.

Con las bajas de Guiliano Simeone y de Benavídez, que sigue sin recuperarse, está claro que algunos de los que jugaron en Copa no estarán para ser utilizados de inicio. Pese a la derrota en el Metropolitano frente al Atlético de Madrid, no se prevé ninguna novedad en el Deportivo Alavés. De este modo, Abqar repetiría titularidad y acompañaría a Sedlar, en el centro de la zaga, aunque no se descarta la presencia de Rafa Marín en ese eje central, donde el Almería se examina.