Pozo, la redención de un guerrero tras un año complicado
El jugador de la UD Almería deja atrás una complicada situación anímica, con un gran partido y poniendo la firma al gol que dio tranquilidad a los rojiblancos frente al Burgos
Alejandro Pozo firmó un gran partido contra el Burgos, ganando seis de siete duelos y dominando su banda. Coronó su actuación con un gol que ... mató el partido. Pero más allá de los números, este encuentro fue un premio personal para Pozo, quien ha atravesado un periodo complicado en el que, según muchos, no merecía estar. Este triunfo en casa y el gol fueron la recompensa para un jugador que, desde sus dos primeras temporadas con la UDA ha demostrado una entrega inquebrantable en el campo.
Pozo expresó su felicidad tras el encuentro. «Lo primero felicidad por el equipo sobre todo, porque volvimos a ganar aquí en casa, con la gente. Lo necesitábamos también». Pozo ha pasado por momentos difíciles, pero se mostró reacio a profundizar en los detalles. «Yo lo he pasado bastante mal, ya se habló, tampoco quiero darle muchas vueltas, pero sobre todo lo primero que me he acordado ha sido de mi familia... ellos han sido los que se han comido toda esta mierda, digamos». El gol fue una liberación emocional para Pozo, quien admitió que se sintió cerca de llorar al recordar a su familia, que también ha sufrido con él durante un año complicado tanto en lo personal como en lo colectivo.
El compromiso en el campo
Pozo destacó su estilo de juego y la actitud que siempre ha mostrado en el campo. «Me pueden salir las cosas mejor o peor, pero soy un jugador que intento darlo siempre todo y no voy a dejar de ser así». Su entrega quedó más que clara en este encuentro, donde trabajó incansablemente, incluso tras la expulsión de Arribas que complicó las cosas. Pozo subrayó la importancia del esfuerzo colectivo, afirmando que «hemos trabajado como cabrones. La verdad que al equipo no hay nada que reprocharle... los que han jugado, los que han salido después, con uno menos durante muchísimo tiempo y se necesitaba».
El lateral destacó el valor de mantener la portería a cero, algo que no habían logrado en partidos anteriores. «Meter el segundo gol, portería a cero, que también es importante porque veníamos de encajar bastantes goles, son un empujón». Este empuje también fue clave para la moral del equipo, y Pozo reconoció el papel de Rubi en su recuperación. Tras meses difíciles, el técnico confió en él. «Cuando llegué en pretemporada, llegué bastante mal... Desde un principio me dijo que me iba a intentar ayudar. Ha hablado bastante conmigo». La sinceridad y el apoyo de Rubi fueron fundamentales para Pozo, quien agradeció al técnico y prometió responder con su mejor versión en el campo.
La afición y el grupo
Pozo también habló de la importancia de la afición y del vestuario unido tras la victoria. «Se termina el partido y tú ves a la gente abrazarse en el vestuario. De cara a lo que viene lo importante es que el grupo esté unido». Este sentido de unidad fue una constante en su discurso, señalando que, aunque pueden salir mejor o peor las cosas, la actitud de darlo todo en cada partido es innegociable.
Se le insistió a Pozo sobre lo vivido y, sin entrar en detalles, admitió que fue un periodo oscuro en lo personal. «No me gusta hablar mucho de este tema. Mi familia sabe lo que me ha pasado. No es nada personal, es tema de mi familia». En lo deportivo, las cosas tampoco fueron fáciles, ya que no jugó lo que le hubiera gustado y su rendimiento no fue el esperado. Afortunadamente, con la ayuda de Rubi y otros apoyos externos, ha logrado dar un paso adelante mentalmente y necesitaba un partido como este para volver a confiar en sí mismo.
El triunfo frente al Burgos no sólo cerró un capítulo amargo para Pozo, sino que también fue una señal de cambio para el equipo. Pozo lo tenía claro. «Hay que disfrutar de la victoria porque ganar en Segunda es muy jodido... Y esperemos que sea un punto de inflexión de cara a lo que viene». Con partidos difíciles en el horizonte, Pozo y el Almería saben que deben mantener la actitud y la unión mostradas en este encuentro. El objetivo sigue siendo claro. «Lo que hay que hacer es ascender, pero lo primero era hacer un partido así, que el grupo se viera unido. Lo necesitaba».
Recordatorio
El partido ante el Burgos CF marcó un momento decisivo para Alejandro Pozo, quien ha logrado superar un año lleno de dificultades tanto en lo personal como en lo profesional. Su actuación fue un recordatorio de su valía y entrega, no sólo como futbolista, sino también como pieza clave en el equipo. Con el apoyo de su familia, el cuerpo técnico y sus compañeros, Pozo está listo para enfrentar los retos que vienen, con la esperanza de que esta victoria marque el inicio de un ascenso tanto en su rendimiento como en el de la UD Almería.
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